Consuelo García del Cid Guerra

tuve que hacer auténticos malabarismos para poder fotografiar a una mujer con el burka.No quieren que salga de Asia su realidad.Sorprendente verlas a todas de negro, completamente tapadas, con bolsos Guzzi y móviles de última generación.Más sorprendente en las boutiques, eligiendo ropa interior de lo más provocativa y sexy.
Un jeque, delante de mí, en el aeropuerto de Omán, llevaba en las manos más de veinte pasaportes.Miré atrás, y allí estaban sus cuatro esposas con un montón de hijos esperando.
En el sultanato llevaban máscaras de acero como la de Aníbal Lekter en el silencio de los corderos.Las manos tatuadas de henna y anillos en todos los dedos , de oro y diamantes.
Nunca había visto tantos ojos mirando.
Marruecos es de lo más ligth comparado con los emiratos.La fuerza del islam lo arrasa todo.
Ellas no conocen otra cosa.