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Consuelo García del Cid Guerra

ADONDE VOY SIN TÍ

ADONDE VOY SIN TÍ

He ido a buscarte conservando la esquina donde acostumbrabas a aparcar tu moto. Me esperabas todos lo días. Sólo han cambiado los comercios. Ahora hay un banco donde hubo una juguetería. Y una financiera que fue perfumería. Allí me comprabas el perfume cuando nos enfadábamos. Y volvías, triunfante, con rosas blancas y la pequeña botella de Eau de Rochas. Y yo te perdonaba. Siempre.

Una vez te dije que yo no era más que tu florero. Tú tomabas todas las decisiones y te seguía sin rechistar. Pero no me escuchabas. Alguna vez acerté, y llegaste a reconocer tus errores. Entonces, te regalé una enorme goma de borrar. “Como nunca te equivocas, escribí, aquí tienes la goma más grande que he encontrado en la papelería. No creo que nunca tengas la necesidad de usarla, puesto que eres perfecto, pero te ruego que la mantengas siempre guardada, por si acaso”. Te reíste. “Estás más guapa que nunca cuando te enfadas”, fueron tus palabras.

Nos amábamos con la misma dimensión que discutíamos. “Ni siquiera la muerte podrá separarnos”, repetías. La vida era hermosa. Lo era. Juro que lo era. Con todos los retos, las afrentas, la lucha diaria, aquella locura nuestra que divertía a todos. No me querías. Me adorabas más que a nada ni a nadie. Era tuya. Fuímos nuestros. Sólo uno. Tú y yo.

“Te quiero más que al dinero”, esa fue tu confesión definitiva. Durante años y años te

retaba con mis discursos idealistas, soñadores, con mi forma de ver la vida, tan opuesta a la tuya. Te reías de mí. Pero también te has reído mucho conmigo, y eso lo arreglaba todo. “Algún día, Miguel, te encontrarás en una situación en la que todo el dinero del mundo no podrá evitar, y entonces puede que llegues a entenderme”. Ni en mis peores sueños imaginé vivir sin ti. Porque no sabía, no podría, y tampoco, seguramente, querría. Cuando ingresaste por última vez en el hospital, te ví recoger algunos objetos de la mesa del despacho. Los metiste en la maleta. No le dí importancia. Te dejé hacer porque te habría dejado hacer cualquier cosa, y te habría defendido ante el mismo diablo. Lo hice. Por tu memoria he mentido como nunca y como nadie. Tu honor estaba por encima del mío. Sobre tu cadáver, no permití ni un reproche, ni una queja, ni una sola palabra de desprecio a nadie. Sobre tu cadáver abracé aquellos hombros del gran hombre, del príncipe de las mareas, del ser humano inmenso que fuíste. Pocos días antes, siempre cuando me ausentaba para salir a comer, encontraba en el suelo restos de algo que no sabía descifrar. Era una nieve de goma, lluvia sin agua, trocitos pequeños que olían a colegio. Cuando ya no podías hablar y sólo nos mirábamos y nos tocábamos las manos, me entregaste, llorando, aquella goma de borrar. Estaba completamente gastada. Era muy pequeña, casi redonda. Señalaste con el dedo un lado de la pared.

Pude comprobar cómo durante mis ausencias, te dedicaste a frotar y frotar la goma contra la pintura, que quedó casi blanca, exponiendo un trozo de su color original.

Mantuve aquella goma en mis manos el día de tu funeral. La apretaba con desespero

porque quería cumplir mi promesa: No llorar. Tú  me lo pediste. “Ponte el traje blanco, mantente tiesa, mira al frente, y no derrames una sola lágrima. Estaré muerto, pero eso no nos separará nunca, nosotros somos para siempre”.

Esta noche he buscado la goma. Me la he metido en el bolsillo y he ido a buscarte. Han pasado trece años, y sin embargo, he vuelto a repetir las últimas palabras que pude decirte cuando todavía podías escucharme : “Adónde voy sin ti”.

 

http://www.youtube.com/watch?v=elMsB0hmeeo

 

 

13 comentarios

Isra -

El asesino confeso de Marta del Castillo, así como su cómplice merecen ser llevados al Garrote vil. El hijo de puta del cómplice incluso estuvo buscando a Marta con los padres. No debe de haber perdón, ni compasión. PENA DE MUERTE para casos como estos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Clara -

por esa novela que conseguira los aplausos que le juraste hoy te digo que te has hecho y has ido donde habria ido él.Y que consuelo vas a llegar muy lejos de su mano y de las nuestras.esto que escribes es maravilloso y mas porque es real

Gloria -

Por respeto a la decisión de los padres de Marta del Castillo, quito mi expresión anterior de "ex-novio", ya que no llevabab nada más que un mes de relación.
Parece que no ha desaparecido una vida, sino dos: creo que ella estaba embarazada. No lo sé.

Gloria -

Tuviste la suerte de ser correspondida por Miguel y, aunque eráis cuerdas de una misma guitarra, en la que cada una tenía su tono especial, podíais lanzar al aire ese sonido armonioso que se llama amor. Por eso, la goma de borrar que le diste para eliminar los trazos de algunos destrozos que él pudiera hacer en su día a día, ha seguido en tus manos como si fuera todavía una de sus caricias.
No había disonancia en vuestros pareceres, salvo en la forma de afrontar la vida. Sin embargo, los dos, siempre juntos, por una misma carretera.
El amor así es hermoso, sí, muy hermoso.
Pero hay otros, como el de la noticia del día, que matan. También lo dice la letra de otra canción ("Amores que matan".
Realmente estamos llenos de letras de canciones de amor y desamor. Letras, que a veces nos condicionan y se nos quedan grabadas, ya desde pequeños en nuestras memorias primarias y nos llevan a tener determinadas creencias que nos conducen a actos concretos.
Eso no es amor. Cometemos una gran equivocación si somos simplemente el otro, si respiramos, sentimos, pensamos por la otra persona. Eso es dependencia y si la persona a la que “decimos” amar, se sale de la que hasta entonces era “nuestra carretera” provoca por ello muchos desgarros interiores
Las pérdidas, sean de la forma que sean, siempre conllevan un duelo que hay que ir digiriendo poco a poco. A algunos, como a ti, les queda el sabor dulce, de la persona amada y, a pesar del sufrimiento por su falta, has vuelto a coger tu moto; a otros una amalgama de sentimientos; pero también están los que no soportan la divergencia de caminos. Estos últimos son los que realizan conductas destructivas, bien hacia ellos mismos (consumo de tóxicos, alcohol, etc.) o, como en el caso del suceso que hoy nos conmueve, hacia la eliminación física del "nuestro o nuestra".

Ya ves, Consuelo, el ex-novio de Marta del Castillo, también se llama Miguel.
¡Qué igualdad de nombre y qué diferencia de personas! Uno se marchó “vivo”, el otro vive y vivirá “muerto”.
Dos letras de canciones: ¿”A dónde voy sin ti”?: aquí todavía queda un camino por recorrer, aunque confuso en un principio, pero queda y “Sin ti no soy nada”: en este caso, ya estamos “muertos”.

(Perdón por la extensión)

Julio -

Consuelo te quiero

Gaston G. -

esa goma de borrar era tu pura verdad. AMIGA. AMIGA grande, te quiero con toda el alma.

Isra -

Cuando fracasó en Madrid mi relación con la madre de mi hijo, me sentí en tierra de nadie. No quería admitir el fracaso, no quería dar mi brazo a torcer. No quería bajar de nuevo a Granada porque no quería bajar habiendo fracasado en la una de las empresas más importantes de la vida, la empresa del amor en pareja. Me daba igual todo, me daba igual el día que salía a mi encuentro, solo quería no pensar y resistir. Permanecí un año viviendo solo, por una cabezonería incoherente que brotaba de mi orgullo. No quería cruzar Despeñaperros sin ella. En ese año me emborraché recordándola cientos de veces, me castigué pensando que la vida no era digna de ser vivida, lo tenía todo y no tenía nada. Pensaba que el amor duraba por siempre, que las princesas de melena negra te abrazaban hasta la muerte. Mi barco encalló y todo se tornó en una mala película de serie B, donde las únicas escenas reseñables eran las visitas a mi hijo. He vivido y vivo… gran canción ésta de Francisco. Ha hecho que recuerde cuando me estallaba el corazón, cuando no moría ni por todos los tóxicos del mundo, cuando la vida me encerró en una cárcel de la que casi no salgo.

Perdona mi rollo en tu casa, no es mas que una pincelada de algo que es mejor callar.

Paula -

Estoy secando mis lagrimas. Consuelo, cuanto te queda por decir de el, me dejas que yo te lo diga? solo un poco. MARAVILLOSA mujer eres, INFINITA y hasta el final esa entrega, TODO TODO TODO lo diste por el. qUE bien escribes consuelo.

Isra -

ostras, perdón, que no he puesto mi dire

Anónimo -

por cierto, preciosa la canción de Francisco. me ha emocionado me ha llevado a recuerdos

Isra -

Ese buen tipo, murió pleno de triunfo. Paso su última etapa de vida viendo tus ojos cada vez que abría los suyos. ¿Puede haber un final de vida más eterno que ese? El tiempo es un invento de los hombres, el tiempo no existe. 10 años, 20, 30, 90… En 100 años todos parejos y aquí paz y allí gloria. Importan los momentos, la intensidad de los momentos. Ese hombre murió envuelto en momentos eternos. Ese hombre vivió por lo menos noventa años. Se fue con la visión de tu vestido rojo, con el sabor de tu beso, con las risas por la promiscua, se fue navegando como se van los grandes. Se fue agarrando con fuerza el timón de la mañana. Se fue para surcar grandes espacios alejados de toda la desfachatez que reina en la Tierra. Es mejor ser capitán de esos mundos antes que ser marinero raso en estas aguas de cloaca. El que se va descansas y acoge nuevos retos alejados de toda esta falsedad de vidas forzadas al borde del colapso.
Te pude decir lo más bello que se le puede decir a alguien que surca otros mares: Fue digno merecedor de ser tu amigo y lo fue.

Laura -

Leer y saber me ha hecho llorar. Lo vi y vivi. Hasta el final contigo.Ay consuelo ¡¡

Anabel -

Sentir lo que dices es sencillo, sabes expresar con nitidez y precisión tu amor, tu pasión, tu necesidad...

Cómo no pensar en él en un día como hoy.

La vida sigue, qué remedio.

Besos, directora,

Anabel