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Consuelo García del Cid Guerra

BUQUE OCEANOGRAFICO GARCIA DEL CID

BUQUE OCEANOGRAFICO GARCIA DEL CID

B/O García del Cid

El Buque Oceanográfico (B/O) García del Cid pertenece al CSIC, fue botado en 1979 y su mantenimiento se realiza en Vigo.

Se trata de un buque utilizado específicamente para la investigación científica marina y está al servicio de los grupos científicos nacionales o internacionales que desarrollan investigación oceanográfica. Su objetivo es el desarrollo de trabajos científicos de distinta índole (biológica, geológica, oceanografía física...) en el Mediterráneo Occidental, zona ibérica del Atlántico e Islas Canarias. Ocasionalmente se desplaza a otras zonas si el proyecto científico así lo requiere. Tiene su base en el puerto de Barcelona.

Si desea conocer más información sobre características del buque, equipamiento científico, campañas de investigación o situación actual utilice los siguientes enlaces:

Dr. Francisco García del Cid, primer director del entonces Instituto de Investigaciones Pesqueras.

El Buque Oceanografico (B/O) García del Cid pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y fué construido en Tarragona en 1977.

Se bautizó en honor del primer director del entonces Instituto de Investigaciones Pesqueras, Dr. Francisco García del Cid.

Se trata de un buque diseñado específicamente para la investigación científica marina y está al servicio de los grupos científicos nacionales o internacionales que desarrollan investigación oceanográfica. Tiene su base en el puerto de Barcelona y está gestionado por la Unidad de Tecnología Marina (CSIC).

  • Clasificación: +I3/3E "Pesquero de Gran Altura"
  • Matrícula: TA-2-166
  • Fecha de construcción: 1977. Primera campaña en 1979

Tiene 30 años y todavía resiste. Lo visite por última vez hace una semana. Para mí, el buque es el abuelo y los restos del naufragio unidos al acuario de la Barceloneta, hoy desaparecido en la modulación de la ciudad de Barcelona durante las olimpiadas del 92 y reconvertido en el Institut de Ciencies del Mar.

Somos muy pocos y un fin de saga. El apellido quedara definitivamente perdido. Los únicos varones  García del Cid han tenido hijas. Es el final. Solo nos queda el buque oceanográfico como testigo de todo los que fuimos. Al parecer se baraja un proyecto para hacer de nuevo el barco y conservando el nombre de mi abuelo. El viejo buque será donado a un museo de no se sabe donde (un tripulante me hablo de Mauritania).

"Seguimos con las expediciones pero al buque no le queda mucho. Vaya usted a visitar ese de ahí al lado, el Sarmiento de Gamboa, que es un hotel flotante, el oceanográfico mas lujoso que se pueda imaginar. Diga usted que es Consuelo García del Cid y el capitán se lo enseñara encantado, vale la pena, vaya usted ahora, quedara fascinada".

Me dirigí al Sarmiento de Gamboa por pura curiosidad. El capitán, Ramón Argibay, me atendió maravillosamente mostrándome un verdadero palacio flotante. El Sarmiento de Gamboa solo tiene tres años, es enorme, sus instalaciones son impresionantes.

-Es usted gallego -le dije- como casi todos...

-Pues si, de La Coruña. La mayoría somos gallegos o vascos.

Mire el García del Cid, que a su lado era como una vieja reliquia del pasado. Y recordé al abuelo. En el Sarmiento se encontraba la Enciclopedia General del Mar.

-Abuelo ¿que escribes? le pregunte yo. (Debía tener menos de diez años)

-Un libro para un montón de libros

-No te entiendo, abuelo

-Muchos libros que serán un solo libro, separados, pero juntos, eso es una enciclopedia. Esta se va a llamar "Enciclopedia del Mar".

El abuelo murió saliendo de dar clases en la Universidad Central de Barcelona. Un coche le atropello y falleció casi en el acto. Los alumnos salieron a la calle para limpiar todos los rastros de sangre (y era mucha) de su profesor. Para mi era el abuelo y supuso la primera muerte de mi vida. Entonces supe que era importante, muy importante, no solo para mi, sino para una ciudad entera y sobre todo, para el mar.

 

Teniendo en cuenta que soy la oveja negra de la familia, no dejo de pensar que mi destino habría sido muy distinto de haber vivido el abuelo algunos años más. No se si me habría entendido, pero si estoy segura de que me habría respetado. En cualquier caso, nada de lo que yo haya podido hacer ha resultado lo suficientemente valioso como para poner mi nombre a un buque oceanográfico. El García del Cid navega rumbo a Grecia. Los marinos aplican el femenino a la palabra "mar". Por algo será.

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