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Consuelo García del Cid Guerra

BALTASAR GARZON : NO ME OLVIDES

Los jueces son administradores del dolor. Nos hemos pasado media vida juzgando a la ligera, nosotros mismos, los españolitos de a pie, sin facultades legales para hacerlo pero sintiéndonos suficientes ante cualquier persona, hecho o conflicto, en ocasiones por puro instinto, la mayoría porque nos da la gana, porque pasamos de todo y ante todos con una superioridad absurda o enfermizo complejo de inferioridad.

España esta juzgando a un juez, y yo escribo hoy, aquí y ahora, con el único don que me asiste,-la palabra- para apoyar incondicionalmente a Baltasar Garzón, poseedor de la fuerza y valor necesarios para instruir los crímenes del franquismo, nuestra historia, y lo que es mas. La memoria

 

La inhabilitación de un juez que esta haciendo justicia en plena democracia, me devuelve los olores de aquellos botes de humo que lanzaban los grises durante las manifestaciones contra la dictadura. Esa presión fascista, puramente fascista donde las haya, resulta que la siento aquí dentro, en cada uno de los latidos de un corazón todavía activo y no lo suficientemente cansado como para permanecer en silencio. Gobierno, oposición, exposición, humillación y represión de diseño.

El líder del PCE afirma: “La grave paradoja puede ser que en este país no haya ni un sargento de los grises enjuiciado por los crímenes de la dictadura, y el único represaliado fuera el señor Garzón”.

Es, en efecto, una terrible paradoja. No solo se trata de sargentos, también de los comisarios y  demás policías de la hoy llamada “escala básica”, de militares

(que no militantes) condecorados con el peso de la sangre sobre cada una de sus medallas.

Garzón ha perseguido dictaduras, narcotráfico y todo tipo de terrorismo sin importarle el partido político. Se ha implicado personalmente en la lucha contra la droga apadrinando centros de rehabilitación.

La historia se escribe a partir de la memoria real. Si nos niegan la posibilidad de hacer justicia  suspendiendo durante 20 años –como se pretende- al Magistrado de la Audiencia Nacional, imputado por presunta prevaricación en el caso de los crímenes del franquismo, nos estarán pisoteando de la misma forma en que nos hicieron callar, asumir y acatar las consignas fascistas que

se presentan de nuevo pero vestidos de Armani, porque los uniformes no cuelan (todavía).

Ayer termine “NO ME OLVIDES”, un libro sobre los reformatorios encubiertos del franquismo que en manos de determinadas ordenes religiosas encerraban

a menores sin haber cometido delito alguno. No hay muertas oficialmente asesinadas, pero si miles de mujeres marcadas para los restos que fueron internadas en prisiones con forma de “colegio”. Esa es mi memoria, y nadie podrá arrebatármela, como tampoco me quedare de brazos cruzados ante la barbaridad que se esta cometiendo con Baltasar Garzón

 

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