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Consuelo García del Cid Guerra

viernes

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-Voy a cerrar. No me queda más remedio. Declararé la quiebra fortuíta y que vayan todos al fogasa.

-¿Pero no puedes continuar?

-No. Me quedaré con la última facturación y santas pascuas.

-¿Cómo? ¿ Me estás diciendo que no vas a liquidar a tu plantilla?

-Claro que no. Al fogasa, ya cobrarán en su momento.

-Su momento será dentro de un año ¡¡ ¿y cómo esperas que resuelvan su panorama económico?

-Ese ya no es mi problema.

-Claro que es tu problema. Es tu problema y tu responsabilidad.

-No empieces, que te conozco. No me vengas con tus moralinas de Teresa de Calcuta, la realidad es otra cosa.

-No. La realidad es que vas a dejar a muchas familias sin un duro y en la puta calle.

- ¿Y yo qué?

-Ese sí que es tu problema. Pues vende el Mercedes y el piso y la casa del Pirineo.

-¿Que me quede yo sin patrimonio? Estás loca ¡¡

-Eres un cabrón. Te importa una mierda tu gente.

-No son mi gente. Sólo trabajadores.

-Personas, joder. Sabes que no van a encontrar trabajo.

-Pero podrán cobrar el paro, cosa que yo no.

-Tú te has forrado en los últimos años, no es lo mismo.

-He perdido una fortuna en la bolsa. Me estoy arruinando.

-Podrías seguir, lo que pasa es que no te dá la gana.

-En efecto, no me dá la gana, y en mi derecho estoy.

-Sí, claro. A la gente como tú nunca les pasa nada.

-Y a ti, por ir por la vida como vas, te pasa de todo.¿ Qué te crees? Que algún trabajador va a dar la cara por ti?

-No lo necesito. Tengo mi propia cara y la pongo.

-Tú es que no tienes los pies en el suelo, querida. Tu modelo de empresa es muy particular.

-Sí, como el patio de mi casa, no te jode …

-Te empeñas en seguir, y te vas a pegar una hostia descomunal. Tendrás que acabar cerrando como yo y largándolos a todos al fogasa.

-No lo haré. Sabes que no lo haré. Lo que yo tengo, tú no lo has tenido nunca.

-¿El qué?

-Un equipo entregado. Una estructura que curra como nadie y apuesta por la empresa.

-Anda ya … déjate de romanticismos.

-Déjate tú de putadas. Ya hiciste lo mismo con la fábrica de inyección de plásticos. Cerraste por la cara y los trabajadores se plantaron delante de tu casa y llamaron a la televisión.

-Bueno, y qué, aquí estoy,¿ no?

-Sí, pero por muy poquito te vas al trullo, y tienes antecedentes penales.

-Todo buen empresario tiene que tener penales y todo buen caballero español tiene deudas.

-Vete al carajo. A mí no me vengas con tus sentencias y frases lapidarias. Eres un señorito, un facha, siempre lo has sido.

-Anda, anda … que no sé por qué te tengo tanto afecto, que si no …

-No necesito que me quieras. Ni siquiera eres un colega. Tú eres de los que no sobreviven sin pasta, pero yo sí. El dinero no me atrapa.

-Por eso estás como una cabra, querida.

2 comentarios

Isra -

Perdón, ya lo he situado en un debido lugar.

Isra -

Consuelo, amiga:

No confundamos la bondad, la generosidad, el ser personas buenas, que no buenas personas, a que te tengan que dar dos hostias mientras te quedas con cara de pasmarote. Existe el mal, va a venir a por ti y tienes que estar preparada para defenderte con uñas y dientes. Todo el mundo con una mínima conciencia sabe cuando obra con el mal o con el bien. Lo sabemos perfectamente, nadie hace el mal inconscientemente, tampoco el bien. Mi punto de vista ya te lo he dicho algunas veces. Yo voy de bueno por la vida, entra a mi vida de buenas y soy bondadoso, reclama mi solidaridad y mi vida será tuya, dime la verdad mirándome a los ojos y te doy mi corazón; Ahora, ven con malas intenciones, si me doy cuenta te machaco, engáñame e iré a por ti a humillarte, haz injusticia e intentare pisotearte sin el menor cargo de conciencia. Todos podemos ser muy buenos o muy malos. Sí vamos de buenos vamos a ir de buenos pero sabiendo el atajo de hijos de puta que hay sueltos.

No vayamos de santones a que nos pongan la cara y el corazón morados. Una cosa es ser bondadoso y otra gilipollas. De eso mismo se aprovecha mucha gente para destituir a otros. Los que destruyen saben a por quien van. Van a por el que consideran débil, tú a veces pareces un blanco muy fácil. Insisto, pareces un blanco muy fácil y eso no es bueno porque te ahostian sin compasión. Enseña tus credenciales con mucha mala leche, con saña,, veras como ahuyentas a mucho cobarde. Te lo digo porque te aprecio, si no ni me molestaba en escribirte esto.