viernes

-Voy a cerrar. No me queda más remedio. Declararé la quiebra fortuíta y que vayan todos al fogasa.
-¿Pero no puedes continuar?
-No. Me quedaré con la última facturación y santas pascuas.
-¿Cómo? ¿ Me estás diciendo que no vas a liquidar a tu plantilla?
-Claro que no. Al fogasa, ya cobrarán en su momento.
-Su momento será dentro de un año ¡¡ ¿y cómo esperas que resuelvan su panorama económico?
-Ese ya no es mi problema.
-Claro que es tu problema. Es tu problema y tu responsabilidad.
-No empieces, que te conozco. No me vengas con tus moralinas de Teresa de Calcuta, la realidad es otra cosa.
-No. La realidad es que vas a dejar a muchas familias sin un duro y en la puta calle.
- ¿Y yo qué?
-Ese sí que es tu problema. Pues vende el Mercedes y el piso y la casa del Pirineo.
-¿Que me quede yo sin patrimonio? Estás loca ¡¡
-Eres un cabrón. Te importa una mierda tu gente.
-No son mi gente. Sólo trabajadores.
-Personas, joder. Sabes que no van a encontrar trabajo.
-Pero podrán cobrar el paro, cosa que yo no.
-Tú te has forrado en los últimos años, no es lo mismo.
-He perdido una fortuna en la bolsa. Me estoy arruinando.
-Podrías seguir, lo que pasa es que no te dá la gana.
-En efecto, no me dá la gana, y en mi derecho estoy.
-Sí, claro. A la gente como tú nunca les pasa nada.
-Y a ti, por ir por la vida como vas, te pasa de todo.¿ Qué te crees? Que algún trabajador va a dar la cara por ti?
-No lo necesito. Tengo mi propia cara y la pongo.
-Tú es que no tienes los pies en el suelo, querida. Tu modelo de empresa es muy particular.
-Sí, como el patio de mi casa, no te jode …
-Te empeñas en seguir, y te vas a pegar una hostia descomunal. Tendrás que acabar cerrando como yo y largándolos a todos al fogasa.
-No lo haré. Sabes que no lo haré. Lo que yo tengo, tú no lo has tenido nunca.
-¿El qué?
-Un equipo entregado. Una estructura que curra como nadie y apuesta por la empresa.
-Anda ya … déjate de romanticismos.
-Déjate tú de putadas. Ya hiciste lo mismo con la fábrica de inyección de plásticos. Cerraste por la cara y los trabajadores se plantaron delante de tu casa y llamaron a la televisión.
-Bueno, y qué, aquí estoy,¿ no?
-Sí, pero por muy poquito te vas al trullo, y tienes antecedentes penales.
-Todo buen empresario tiene que tener penales y todo buen caballero español tiene deudas.
-Vete al carajo. A mí no me vengas con tus sentencias y frases lapidarias. Eres un señorito, un facha, siempre lo has sido.
-Anda, anda … que no sé por qué te tengo tanto afecto, que si no …
-No necesito que me quieras. Ni siquiera eres un colega. Tú eres de los que no sobreviven sin pasta, pero yo sí. El dinero no me atrapa.
-Por eso estás como una cabra, querida.