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Consuelo García del Cid Guerra

Edición del domingo, 25 diciembre 1988, página 6

 

Cartas de los lectores

La Vanguardia agradece us cartas de sus lectores y tiebe también en cUenta la» no publicadas.

Escogemos con preferencia para su inserc,on las cartas breves, de no m5sde vernticinto

ltneasa máquina. Todas deben poder aparecer firmadas con Sombre y apellidos. N putOcremce

cartas con seud6nuno o inicOles. Recordano€ a nuestro, comunicantes que debem$

tener consiancía denia señas completa s—preferib lceon teléruno— y que no noaca poe

Wc mantene rcon-pondencia ni atender vistas o llamada rsespecto a carias no publicadas.

 

 

“Rigoletto” y su época

He leído en -La Vanguardia» la

noticia del nuevo montaje del

“Rigoletto” verdiano en el Covent

Garden de Londres a cargo de

Nuria Espert.

No discuto en ningún momen

to la validez de esta nueva produc

ción, si bien las transposicions de

época en obras líricas me parecen

siempre irrespetuosa shacia sus

autores; lo que me gustaría preci

sar es que Nuria Esper testá total

mente equivocada al afirmar que

Verdi siempre quiso situar la

acción de “Rigoletto” en el si

gb XIX y que la censura prohibió

tal deseo.

Lo que la censura austríaca de

Venecia prohibió al genial com—

positor fue el adaptar literalmente

“Le Roi s’amue”, de Hugo, en la

que el libertino de turno era Fran

cisco 1 de Francia, y por ello se

sustituyó al monarca por un inde

finido duque de Mantua, que hesiado

ría menos las sensibilidades del

imperio austriaco.

Pero que Verdi gustó siempre

de argument orenacentis t(atuvie

ea lugar en Francia o en Mantua),

y que Rigoletto fue su personaje

más querido (mi “jorobadita ”le

llamaba) es bien conocido.

. No puede falseara psues la bistoria

deesta manera, y menos atri

buir nuestros gustos o deseos parsonales

a los valores que se ponen

en escena con el solo fín dejustifi

car nuestras genialidades.

Por otro lado, ¿no resulta totalmente

ridículo situar la acción de

una historia en la que el personaje

central es un bufón, en pleno siglo

xix, cuando estos seres hacía

muchoque habían dejado deexis

tir? En çualquier caso el anacro

nismo es evidente.

MIGUEL PUEYO PONT

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