Blogia
Consuelo García del Cid Guerra

Una mujer de hierro agarrada a una espada

Una espada con nombre de mujer

Hierro candente marcado a sus caderas

Como cintura breve pretende desarmarla

No podrán ni los cíclopes ni el tiempo

No arrasarán con su latido inútil

No cantarán más voces que sus sueños

El hambre de seguir y la fuerza, por dentro

Mapa de cicatrices imposible y secreto

Unicornio salvaje por tres veces clavado

Nadie podrá impedir que sobreviva

Aún parada la carne sabrá ser

A pesar de que insistan los asuntos

Donde rompen las olas.

La esperaré algún día para darle

Una caja de música.

Unas alas

Una palabra mágica

Y quizá para entonces puedo quedarme muda

Y sólo acertaré a decirle:

Gracias.

0 comentarios