domingo
Agujero del tiempo de todos el más grande
es diástole y sístole enquistada en tus ojos
por donde miro y ves cómo pasa la vida
tus aviones son párpados que al dormir me lo explican
para que no lo entienda y continúe encinta
de no se sabe bien qué engendro indefinido.
Escucho la canción que insiste en recordarme
la locura de ser un punto fijo
recurrente, ordinario, circunscrito
donde no llegan flores ni amanece
maldigo
el pasado y tu sombra y maldigo aquél nido
roto a pedradas limpias con un arco del indio
que acertó a asesinarte casi sin hacer ruído
lentamente, a traición, con un cuchillo
afilado en los dientes del búfalo
que has sido.
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