AARON LORDSON
Tremendo. Rotundo. Por meses o años que pasen, la calle sigue siendo suya. Invinerno o verano. Mientras no llueva , Aaron cantará.
Esta mañana estaba en el Paseo de Gracia. La Guardia Urbana se ha detenido. Creíamos que iba a echarle, pero la pareja se ha quedado a escuchar. Sus rostros, transmutados y los ojos abiertos de par en par. Tiesos. Cuadrados, como si se presentara un superior. Y es que estaba el superior, pero cantando.
Algunas personas del público ya nos saludamos como habituales seguidores. Ha pasado un año. Sigue cantando en la calle. Probablemente, también será así el 2009, o no, quién sabe. Qué sabe nadie. Aaron, en cualquier momento, alcanzará la fama. Las estrellas hace mucho que las ha tocado con la mano.
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