CREDO
CREDO
He creído en la luz hasta cuando no era
Ni camino ni guía ni salida
Siquiera.
He seguido hacia atrás buscando una costilla
Los agujeros rotos, los sacos de fracaso
Las quimeras del rato en que todo caía
Por encima de todo, las lágrimas y el número
Necesario al instante para recuperar
Ese lugar pequeño entre la vida
Esa forma privada de apostar.
Me decían : Tú puedes, lo hiciste muchas veces
Tú puedes ahora y casi lo puedes, ya,
Sube al potro cansado de todo lo imposible
Cárgate en la pistola ese fuego de más
Cuéntales lo que sabes, lo que engañas, el todo,
De tí evita ese nombre por detrás del telón
Háblales sin parar, sigue en tu línea, borra,
Marca esa carta, otra, por la siguiente. Más.
Hoy he visto la luz que retirábamos
Y al sastre del delito que me enseñaste a ver
Sin mirar el perfil ni preguntar a nadie
Cuando sólo tu y yo entre el mundo y sin sábanas
Cuando sólo eras tú. Cuando te amaba yo.
Cuando todos los días nos marcaban las horas
Cuando se acabó el tiempo
Cuando tu brazo enfermo se enredaba en el mío
Cuando te obligué a ser
Cuando me derramaste
Cuando sólo era yo. Cuando tu lengua rota
Cuando nada contaba excepto amanecer
Cuando el efecto muerte se deshizo en el lodo
Cuando me caí yo
Cuando me preguntaban si tú eras mi esposo
Cuando tú asegurabas que era yo tu mujer.
De todo aquello queda una cuartilla breve
Ya sabes, esos papeles gruesos que te dicen adiós
Dos fechas, tu nombre en letras negras, como un himno
Y ese toque de queda , tu memoria, mi vida,
La tuya que fué nuestra sin carne derramada.
Quedó pendiente un vals y el resto, incluso
De una conversación .
Hoy he visto el regreso de los pájaros pegados al calor
A medias el otoño , y aquel gesto
En tu mano cubriéndote del sol. Sé que has llegado.
Esa íntima luz , inevitable, es mía.
Es mía, y la conozco sólo yo.
5 comentarios
serena -
No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre faltaría el pájaro en silencio
no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras al fin como es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón
no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan dificil
siempre te faltaría el pino del crepusculo
eso es por que se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegue al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino. Benedetti
Hoy te dejo esto.
Anthony Riquer -
serena -
Un abrazo
Gloria -
Un beso
Carlos -