ALEXIA: CIRUGÍA ÉTICA
“Web de Informativos TV5-. Se llama Alexia Pardo, tiene 29 años y es la primera transexual que recurre al Tribunal Constitucional para evitar “una violación de un derecho fundamental”. Alexia se llamaba Alejandro cuando se divorció de su mujer y ahora la Audiencia Provincial de Lugo ha restringido las visitas a su hijo. Alexia sólo ve al niño tres horas cada quince días, “igual que si fuera una delincuente”. La sentencia argumenta su decisión en la “inestabilidad” del progenitor”.
Apareció ayer en “La Noria” relatando su tremenda situación. No tiene que demostrar su paternidad, no. Eso nadie lo pone en duda científicamente hablando : Es su padre.
Aceptamos que una mujer aumente o reduzca el volumen de sus senos, que se levante los glúteos, que cambie su nariz, que se estire la cara, que elimine sus arrugas y su grasa en nombre de la belleza y por su condición sexual. Para sentirse mejor, para seguir siendo joven por fuera o simplemente porque le dá la gana. Eso es cirugía estética.
Aceptamos que un hombre se alargue el pene, se implante pelo, se machaque en el gimnasio para tener un cuerpo atlético, de forma natural o artificial consumiendo fármacos. Aceptamos que se sienta fuerte, joven, guapo. Aceptamos ese culto al cuerpo pasando o no por un quirófano. Eso es, también, cirugía estética.
Trabajamos mucho el cuerpo pero poco la cabeza. Heterosexuales u homosexuales.
Aceptamos, aparentemente, la libertad sexual. Al hetero , por supuesto. Faltaría más.
El hetero digno y sacrosanto padre de familia se puede permitir lo que le venga en gana, dentro o fuera del hogar conyugal. A un alcohólico difícilmente se le discute la custodia compartida. A cualquier hetero, hombre o mujer, con transtorno mental, dependencia de cualquier tipo, con antecedentes penales o incluso cumpliendo condena en prisión, se le permite visitar o ser visitado por sus hijos, haga lo que haga y esté donde esté. Porque es su padre y porque son sus hijos.
Pero a Alexia Pardo, transexual, se la declara inestable por su condición. Simple y llanamente por su condición sexual. Su hijo la quiere, la necesita, es su padre. Y el régimen de visitas que le han otorgado es semejante al de una persona peligrosa, cuestionada y presumiblemente nociva.
Alexia Pardo, como miles de hombres y mujeres, se ha operado. Pero su cirugía no es sólo estética, es cirugía ética, puesto que se siente y es mujer. Y en esa trayectoria dura, desgarrada y vital, sólo puede ver a su hijo unas horas cada quince días. No sólo es injusto, es escandaloso. Es una vergüenza social.
5 comentarios
Consuelo -
Isra -
Isra -
¿Cada quince días por unas horas? Correcto, miles de padres heterosexuales estamos sometidos a esa tiranía por sentencia judicial, nos jodemos y lo aceptamos; No salimos en la tele haciendo pucheros, no intentamos dar pena por nuestra condición, acatamos y no hacemos ruido para sufrir por dentro. Ella por transexual intenta darnos pena, debería de haber pensando antes en su hijo que en su feminidad misma. Todo este caso es una locura, una locura por un hombre que debería haber esperado a que ese hijo tuviese plena consciencia para acometer ese cambio. No! Alexia me da grima porqué no fue consecuente con lo que era. Si te sientes mujer, perfecto, pero no me seas sinvergüenza y no juegues con los sentimientos, primero de la mujer de verdad que yace contigo y más tarde de la criatura a la que ayudaste a engendrar. No salgas de victima si no eres consecuente con lo que sientes. Definitivamente, la señorita Alexia que no sabe ni donde tiene la cara no cuenta con mi apoyo bajo ningún concepto.
Lola -
Sabes que es un tema que me interesa mucho, muco, y mucho más, hablarlo contigo.
PD. Lo mínimo que puedo pedir a un/a procreador/a es saber, responsabilizarse de lo que hace.
Los hijos en una pareja homosexual, creo, deben ser protegidos y guardados por la "ley"; pero esto es otro caso... tú lo sabes.
Hablaremos, hablaremos de ello y de más.
Piensa, si quieres abrir un "foro" llevado por ti, sin ceñirse a tema.
Buenas noches, pricesa.
serena -
Alguien le había pegado un tiro a un ciervo y una persona conectó a ese alguien con el dolor del ciervo. No lo pudo resistir.
Bueno, veo que ya ha renacido la Consuelo de siempre, aunque no te conozca. Ya no es necesaria la visita puntual para dejar una bobada aquí que te hiciera ver el lado amable de la vida.
Suerte y un abrazo.