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Consuelo García del Cid Guerra

orgullo gay

Acabo de cenar con dos viejos amigos a los que no puedo ver con la frecuencia que quisiera puesto que viven en Amsterdam. Uno de ellos ocupa un alto cargo en una gran empresa y ha vivido en China, Cuba, Chicago y Dinamarca. Es un camaleón, se adapta con facilidad a cualquier país, cultura y clima. Habla siete idiomas.

Le conocí de una forma mas que curiosa, casi insólita: Era mi cliente. Tras una larga reunión con traducción simultanea, al finalizar me dijo que quería hablar conmigo a solas. Se me hizo raro, pero no pensé ni por un momento lo que realmente iba a decirme.

-Mira, me caes bien. Muy bien. Y no tengo a nadie con quien compartir lo contento que estoy, sabes? Y estoy mas feliz que nunca, creeme. Porque hoy, para mi solo es esto lo importante...

Y me mostró la portada de un periódico donde se anunciaba la legalización de los matrimonios gays.

"Yo sabia que tu me ibas a comprender", dijo.Termine redactando unas capitulaciones matrimoniales y asistí a la primera boda gay de mi vida.

Lo sorprendente es el hecho de que alguien se dirija a una tan íntimamente en un escenario tan prosaico, muy lejos de cualquier reacción contraria. Por que pensó que podría hacerlo? puede que se me huela, no lo se, pero a estas alturas me da lo mismo. Hace ya muchos años que somos amigos, muy amigos. Esta noche me ha contado que se va de Amsterdam porque esa ciudad loca y aparentemente liberal, resulta que es todo lo contrario. El barrio rojo desaparecerá el año que viene, igual que los cofee shops. Los homosexuales no pueden ir cogidos de la mano por la calle y están expuestos a ser apalizados si lo hacen. La bandera gay no puede estar colgada en ninguna parte y los locales de ambiente se han convertido en un guetto. Sin embargo, por primera vez, ha dicho en su trabajo que tiene marido. La reacción ha sido de lo mas normal. Me pregunto si en algunas empresas españolas resultaría tan sencillo : Creo que no. En mas de una ocasión me he visto obligada a asistir a cocktails y eventos haciéndose pasar por la novia de un amigo gay. No me supone un gran esfuerzo, pero si medito al respecto, supongo que no es agradable tener que pedirle a nadie que te acompañe para fingir ser hetero por unas horas, mientras que ningún hetero tiene que fingir ser gay para ser supuestamente respetado. Normalizar el asunto no es tarea fácil. Por muy legalizados que estén los matrimonios gays, el concepto de familia todavía no esta asumido. Salir del armario cuesta media vida para muchos. Uno de mis amigos, harto ya de fingir, decidió decírselo a su madre aprovechando la visita de ella a su casa. Veian la television mientras ella empezó a hablar.

-Hijo, quiero que sepas que hagas lo que hagas yo siempre te querré...

y el pensó, este es el momento...

-Hijo, aunque yo no apruebe tu forma de vida, te respeto por encima de todo...

y el se decía, ahora, ahora...

-Porque yo se, hijo mio, que llevas muchos años liado con una mujer casada...

y ahí le pudo. Porque el pobre ya no tuvo arrestos y le confeso que si, que tenia una amante mayor que el, y casada. Es decir, se supone que es mucho mas sencillo admitir el engaño que aceptar una condición sexual. Mal asunto.

"El verdadero orgullo gay, existe cuando sales del armario. Porque si no lo haces, el resto de tu vida es una gran mentira". Eso me dijo.

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