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Consuelo García del Cid Guerra

SUSAN BOYLE

 


Susan Boyle ha tenido que ser ingresada en una clínica psiquiatrica. La súbita fama, unida a la presión de los medios han resultado demasiado pesados para ella.


Después de quedar en segundo lugar en el programa concurso Britan’s Got Talent, Susan empezó a comportarse de una manera muy extraña. Chillando, insultando y tirando vasos de agua sobre varios miembros del equipo.


Una vez en el hotel, tuvieron que llamar a una ambulancia: Se encontraba en pleno shock. Los hoteles son un escenario lamentablemente habitual en estos casos. El famoso se encuentra a solas con una realidad que ya no es capaz de controlar. Susan, hasta hace dos meses camarera en paro, se presento al concurso para probar suerte, atrapando con su voz a un publico que no ha dejado de vitorearla y aplaudirla. Pocos días después, la inocente escocesa confeso que era virgen y que nadie, a sus 48 años, la había besado jamas. Falto tiempo para que le ofrecieran perder la virginidad en directo a cambio de un millón de dolares. Fue invitada a cantar para Obama y no acepto porque "no se sentía capacitada y además es muy tímida".


Ha sido trasladada a una clínica mental. Sufrió una gran crisis de ansiedad provocada por el agotamiento Ha pasado de ser una completa desconocida a estar perseguida por un ejercito de paparazzis durante las 24 horas del día.


¿Por que has decidido presentarte? -le preguntaron antes de su primera actuación.


-Porque quiero vivir de la canción, y espero que las cosas cambien ahora para mi.


Y han cambiado radicalmente. Demasiado. Ese exceso la ha colocado en posición horizontal camino de un psiquiatrico, donde se encuentra ahora.


La fama es un arma peligrosa de doble filo y cargada por mil diablos interiores.


Algunos invierten toda la vida en conseguirla. Cantantes callejeros extraordinarios (Aaron Lordson, que paso por el programa español de la 2 "HIJOS DE BABEL")


no reconocidos vaya usted a saber por que absurda razón.


A Susan le ayudo, en su momento, un físico poco agradable que se tornaba mágico al segundo cuando empezó a cantar. Una se pregunta si su éxito habría resultado tan arrollador en el caso contrario. O, por una vez, se hizo realidad el famoso refrán de "la suerte de la fea, la guapa la desea". Pero no me cabe duda de que ella no aspiraba a esa "suerte". Su vida entera, con las dificultades que haya podido tener en el camino, no la habían llevado a ningún psiquiatrico. Dos meses de fama han conseguido destrozarla por dentro. ¿Se volverá loca? -he leído en alguna publicacion. Puede que ahora, Susan quisiera dar cualquier cosa por dar marcha atrás y volver a ser aquella camarera en paro, sin mas pretensiones que cantar en reuniones de amigos y alguna boda. Porque canta como los ángeles, pero ninguno de ellos ha resultado ser el de la guarda.

 

Susan Boyle, soñando un sueño
Esta mujer que saluda desde la entrada de su casa es Susan Boyle. Hasta hace unos días, era tan sólo una escocesa en paro de 48 años que echaba una mano en asistencia social de su barrio.

 

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