¿QUIEN FUE CARMEN BROTO?
Carmen Broto sigue siendo un misterio que no muere. La calle Legalidad de Barcelona y su melena rubia a lo Verónica Lake son las imágenes que pueden dar música a todos los tangos y todos los boleros.
“Yo estuve en el juicio de Carmen Broto”, me contó un periodista. Había oído hablar de ella mucho antes a distintos abogados. Años mas tarde, la serie televisiva “la huella del crimen”, le dedico un episodio. En realidad, su historia es de película. Juan Marse la camufla en su “Si te dicen que caí”, sin reconocer del todo que se trata de ella.
Nace en Casa Pardina de Guaso en 1924. Se llama en realidad Carmen Brotons Buills, apellido que cambia por el de Broto por resultar mas sonoro y supuestamente señorial. De origen muy humilde, pronto se trasladaría a Boltaña con sus tíos. Como tantas muchachas pobres de la época, llego a la ciudad de Barcelona para trabajar como sirvienta, oficio que abandonaría rápidamente porque no tenía futuro. Ambiciosa y sin escrúpulos, ejerce la prostitucion en el Barrio Chino y algunos burdeles. Más tarde frecuenta salones y clubes donde empieza a relacionarse con hombres de la alta sociedad. Uno de ellos, Ramón Pane, le puso un piso y la mantuvo durante casi dos años pasándole una renta nada despreciable. Mas tarde, un conocido empresario del Teatro Tivoli que vivía en el hotel Ritz, la utilizo para ocultar su homosexualidad, por lo que Carmen entro en los mejores lugares acompañada de Martínez Penas, que así se llamaba el millonario en cuestión. Era la perfecta coartada social y se socorrían socialmente para evitar habladurías con respecto a la condición sexual de Penas, entonces muy mal vista y considerada un delito por el que se aplicaba la ley de Peligrosidad Social. Carmen consiguió estar muy bien relacionada y amaso una pequeña fortuna, además de contar con una importante colección de joyas que lucia con descaro y orgullo. Era, además, una mujer muy confiada y con gran resistencia al alcohol. Tuvo “protectores” muy importantes y conocidos, además de amigos, entre los que se encontraba Jesús Navarro Manau, un joven bisexual, de vida alegra y muy guapo por el que ella sentía debilidad y que termino resultando ser uno de sus asesinos. Su amante, un pianista llamado Eusebio López Sert, ayudo a los asesinos para poder alquilar un coche. La intención no era únicamente robarle las joyas, sino que la propia Carmen les condujera hasta Martínez Penas para robarle a el. Posteriormente la matarían y la harían desaparecer con la intención de que todas las sospechas recayeran sobre ella. Sin embargo, se quebró el plan, creando una leyenda negra en la que, al parecer, todos mentían. Sexo, dinero y poder, los tres maquiavélicos conceptos , se mezclaron en la apasionante historia de Carmen Broto y los asesinos. Al parecer, ella sabía demasiado y había visto mas. Negocios ilegales, chantajista…se hablo de unas comprometidas fotografías en las que aparecía ella manteniendo relaciones sexuales con menores. Se dijo, también, que era la amante del estraperlista Julio Muñoz, individuo que entregaba menores de edad al Obispo de Barcelona, y que era la protegida de un alto cargo franquista en pleno régimen, delatora de supuestos enemigos antifranquistas y confidente de la policía. Se la consideraba, además, responsable del fusilamiento de varias personas.
Sucedió la tarde del 10 de Enero en 1949. Jesus llama a Carmen para pasar una noche de juerga a la que estaban acostumbrados. El chico la recoge con un coche de alquiler acompañado de Jaime Viñas.
Beben en distintos locales de alterne de las calles Casanova y Rosellon. Al dar ella muestras de estar borracha, es conducida de nuevo al coche para matarla. Al pasar ante el Hospital Clinico, Viñas la golpea con fuerza en la cabeza con un mazo de madera. Carmen se defiende y pelea con el, intentando escapar. No lo consigue, se desmaya y es conducida hasta el huerto de la calle Legalidad, donde han quedado en encontrarse con el padre de Jesús. Para entonces, Carmen ya esta muerta. Se quedan con las joyas y entierran el cadáver. El coche quedo lleno de manchas de sangre y se dejaron demasiadas pistas. Jesús Navarro Manau fue detenido y no le costo confesar. Su padre y Jaime Viñas se suicidaron ingiriendo cianuro antes de ser detenidos. Jesús fue condenado a muerte, pero la pena fue conmutada por 30 años de cárcel. Fue liberado por buena conducta tras pasar más de diez años en el Penal de Ocaña.
Carmen fue la mujer con la que todos los hombres de la época querían acostarse. Una mujer de bandera, alta, guapa, aunque vulgar
La suya fue una muerte con trasfondo político. Cortesana, confidente, espía, maquis. Dueña y señora de todos los secretos oscuros de aquella Barcelona negra. Vicios de personas muy poderosas. Ella misma, sintiéndose apartada del círculo de Muñoz Pena, se dirigió a Jefatura a denunciarlo todo. Curiosamente fue asesinada pocos días después. Crímenes similares cometidos en otros países llegaron a provocar una caída de Gobierno. La realidad es que nunca se sabrá quien era Carmen Broto. Sobre ella se ha escrito mucho, fundamentalmente autores barceloneses que investigaron la historia. Incluso la serie televisiva “La huella del Crimen”, dedico un episodio a Carmen Broto, magníficamente interpretada por Silvia Tortosa. La calle Legalidad será siempre la calle del crimen por excelencia.
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