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Consuelo García del Cid Guerra

Nonata

 

 

 

 

Alunizó  esta tierra en el marfil primero de mi boca

Entre telas le dije que sonreír al mundo era cosa de otros

La lagrimas que tuve cuando salí de madre

Trepando hacia los muebles

Helados de una cuna provisional y estática.

Y ella me desvistió hacia el frío desde todas sus bolsas

Personales, sagradas y extirpadas al aire

Desde su sangre supo que era una niña sola

Porque ninguna mas. Porque ninguna otra

Se arrimaría a ella con el gesto fruncido. Con el miedo

Sentido de un brillo semejante. Incluso las palabras

Sin saber, todavía, repitieron un nombre

Parecía una carta. Casi la confesión arrepentida :

Por favor, muchas gracias, voy ausente hacia el limbo

Ya no conozco a nadie y me esperan las sombras

No estuve en mi propio parto y he parido este asunto

Quiero la vuelta, el reembolso, esa función

Suspendida. Quiero saber estar fuera de aquí. Incluso

Las plumas de esta almohada robadas a los pájaros

Se suman al destello de la primera luz. Se dice que los niños

Abren sus ojos sabios manteniendo el azul

Durante un tiempo. Calvos de sus olores .Prisioneros

Del gesto que nunca corresponde. La tierra, el clavo ardiendo

Vivir a mi pesar como si fuera otra que nunca he conocido

Las primeras maletas. La razón del suspiro.

Los números y letras de un cuaderno infantil.

A partir de lo mió se inventaron la historia. No he sido.

Yo no fuí.

 

http://www.youtube.com/watch?v=7AhN2w7Xd3E

 

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