NO PASARAN
Prefiero añorar que ignorar. Me resulta moralmente imposible pasar de largo ante esta inmensa cantera de descerebrados – por un lado- y electroencefalogramas planos por otro. Hace ya demasiado tiempo que mi circulo se reduce, pertenezco a una minoría que no creí aplastante pero si lo suficientemente significativa como para cambiar cosas. Todas las protestas sirvieron de algo, todos los tiempos pasan por una evolución complicada, pero definitivamente creo que la transición española no fue mas que un engaño, la mayor de las trampas. Franco murió con el poder en la mano, incluso su vida se alargo artificialmente hasta donde se pudo (nunca hasta donde se supo). Ahora que el país se cae a pedazos, que se cuestionan las manifestaciones y algunos las califican incluso como antidemocráticas…la libertad de expresión por la que tanto luchamos y se supone que tenemos, resulta que es antidemocrata…. Franco murió y punto com. Si, punto com. En eso hemos cambiado. Estamos a punto de destruir definitivamente el documento por los llamados e books, los jóvenes desconocen el calor y el amor de las bibliotecas, son incapaces de crearlas, sentirlas, de acariciar el libro en papel como el tesoro real que es. Estamos pegados a la pantalla de un ordenador que habla de las mil leches. Se puede ligar, follar, decir la más grande de las majaderías, perder el tiempo, exponerte en pelotas mientras en el televisor se mantiene el gran hermano, los realitys, la antología del lavadero. Se sale a la calle en manada para celebrar el triunfo de un equipo de fútbol con borracheras feas, vómitos repugnantes y botellonazos por doquier. Doña González Sinde puede censurar y cerrar paginas web, periódicos digitales, blogs y todo aquello que se salga de madre en esta madre patria que me mata de pena, la pena de una España que asumió a su rey, elegido por el dictador con premeditación, alevosía, y a conciencia :mandatario y mandato. Atrás, tremendamente lejos, el sueño de la republica y una bandera tricolor que no ondea en ninguna parte y solo aparece en rebeliones de petit comité. La izquierda no existe. Murió hace mucho tiempo, cuando los supuestos progres empezaron a tener dinero y lo utilizaron para construir un cuadrilátero prácticamente idéntico al de sus padres. Únicamente cambiamos la decoración. Somos los mismos pobres, los mismos idiotas, los mismos creídos que ahora nos hemos llegado a convertir en increíbles por falta de crédito. El cash es el verdadero crack de la memoria. Tanto tienes, tanto vales. Ser radical ya no es solo una apuesta, se ha convertido en el sendero del suicida, del fracasado, del soñador e incluso del loco. No temo expresarme pero se de antemano que probablemente ya no seré entendida, y en muy poco tiempo tampoco respetada. Me protejo entre libros bajo una poesía que ya a nadie interesa. El pasado me pesa y el presente es un duelo sin titanes, la frase a media voz sin conclusiones persigue la sombra de todo lo que fui. La izquierda ha muerto y mi corazón se para como tantos parados en busca de un empleo físico y moral. No quiero que mis amigos sufran. No quiero sufrir yo. He amado tanto este país, mi patria, la he amado tanto desde que tuve conciencia y descubrí la ciencia cierta. He luchado por cambios que jamás fueron, por amnistías, condenas y libertad en si, una libertad que ya no puedo sentir sin el temor de la vuelta. Que joven fui, que grande era la calle, que fuerza la del puño, cuantas reuniones clandestinas, cuantos nombres de muertos, cuantas palabras derroche sin sentido…Españoles, Franco ha muerto como si fuera hoy. Este hoy plagado de farsantes en pos de lucros varios, de una intelectualidad que ya no es exquisita. Quedamos cuatro locos dispuestos a casi todo. Mayores, todavía no viejos. Exijo la exhumación de mi memoria. La ha exigido un juez que esta siendo juzgado : En casa del herrero, cuchillo de palo. Llueve la mierda sobre héroes inútiles, se flagelan autoridades partidas en dos, como las dos Españas que verdaderamente fueron. Quiero lo que he sido. Reivindico la fuerza y el derecho a la justicia. Me encuentro en una edad muy mala para el enemigo fascista porque todavía puedo romper cristales. Siento que en cualquier momento puedo ser censurada, acosada y juzgada. Estoy orgullosa de mis antecedentes antes que de mis antepasados. Soy la vergüenza de un apellido noble que sostiene los últimos restos del naufragio y el orgullo de mi gente, la que yo elegí para seguir viviendo. Soy mala compañía para el malo en los peores tiempos para la lírica, eterna aspirante a poeta con respiración asistida. No son solo palabras, recito mi credo.
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