LO QUE CABE ESPERAR
Ni debate, panfleto, discurso, mitin o flor. La suerte no está echada : Depende de nosotros. El criterio político no pasa por anuncios, jornadas o campañas. Forma parte del hombre cuya mente se piensa. La mediación, sus tiempos, injusticias o engaños. España es un spot rápido que entra sensiblemente en el nervio más fácil, colando piel al ágrafo y fútiles promesas que se llevan al cabo, comandante, teniente, presidente y patán. Diseñador, lampista, teleco, sanitario, director o peón. Empresario, sin más. Obrero sin posibles que todavía sueña la posibilidad. Resentido, romántico, comunista, torero. Actor, alumno, especie urbana que tiembla bajo el toldo del más inmenso error. En casa ya no hay nadie. Un rápido desahucio ha devuelto la calle a la puta que fue, el coche a su cabrón, la residencia estúpida que hipotecó sus vidas por aquel patrimonio que se ha partido en dos: Ni tú ni yo. Más sólos que la una alquilando las almas en templos de papel. Mojado. No lee letra pequeña quien no sabe escribir. No espera más de nada quien no tiene salud.
Date una vuelta, chico, por tu barrio de siempre. Mira hacia los dos lados y dime si hay espías. Si el ladrón tiene alas para pasar por alto. Echales, no les votes. Deja que –todavía- la mínima expresión, tenga un hueco posible entre tanto desastre. Déjalos ser. Insiste.
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