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Consuelo García del Cid Guerra

UNIÓN

 

 

La reforma laboral nos ata al patrón -que no padre- para ser convertidos en esclavos dóciles, vencidos por el miedo a tener lo que -aún- se converva -en el mejor de los casos- y aspirar a un pedazo de pan para hoy, despido mañana.

-No podrán ponerse enfermos más de nueve días al mes. Imaginen las grandes superficies, fábricas, centros de llamadas y compañías en general cuyo personal acuda a trabajar con brazos enyesados, férulas varias en cualquie parte del cuerpo, cabezas rapadas, puntos frescos de sutura, sillas de ruedas, andadores, muletas, y -ya puestos- camillas. Todo es posible. En nueve días no se sostiene la salud, a veces ni una gripe. Huelga mentar el proceso de cualquier intervención quirúrgica y el post operatorio, la supuesta convalecencia y su recuperación. Del quirófano al tajo, porque de lo contrario, se perde el puesto de trabajo. Nueve días. Dios hizo el mundo en siete, pero descansó. Los Dioses son ellos, no hay que engañarse. Quieren personal sano, joven, tonto y presente. Quieren imponer aquel viejo patrón que nos costó pedradas, rebelión, descontento, hambre en todos los casos, inseguridad, pánico. Lo quieren porque pueden. Y pueden, porque votaron, una serie importante de españoles perdidos en sus propios delirios bipolares. Blanco o negro. Indignados, la contra, atajo de marranos, perroflautas, porreros, rastafaris, promiscuos. Cuatrogatos, dijeron, pero anda que no han dado que hablar. Para echarlos se extendieron mangueras largas, muy largas, somantas de hostias y algunas detenciones. Yo, lo que me pregunto, es si nos moverán. Si dejaremos estas cosas como están, aceptando lo que venga, día tras día más.

A los hechos me remito, que el resto me importa poco. En batallas, partidos, nombres con apellido, no entro ni salgo mucho. Que cada palo aguante su vela, y si se quema, prueben a hacer su cola en urgencias de esta sanidad pública que todo lo recorta. Co-pague sus tiritas, el alcohol, la sangre. Comercie con sus órganos y calcule el trasplante : Arriende usted la ganancia de esta derecha extrema que nos quiere inclinados. Cuidado, no es más que el comienzo.

Sin embargo, y pese a todo, la unión hace la fuerza. Recuerden a Norma Rae. De Sally Field dijeron que era como Jane Fonda, pero en pequeñito. No recuerdo una escena laboral más impactante. Para tomar ejemplo, para tener presente, para no olvidar nunca :Unión.

 

                           http://youtu.be/YvqpyDWvDyE

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