HOGAR MATERNIDAD SANTA ISABEL DE VIGO
El centro se inauguró en 1975 con el “objeto de ayudar a mujeres embarazadas y madres con hijos menores de dos años, intentando lograr el entorno adecuado para que tengan una infancia lo más normal posible” ( Iria Sobrino, Atlántico, 15-07-2008). Algo se les murió en el intento, como los bebés que fallecieron sin amparo alguno ni el mínimo consuelo para la madre. Solas, volvían del hospital, tras recibir la triste noticia. Solas los enterraban en una fosa común. Ni una palabra de cariño. Ni un sólo rezo. Ya no digo una misa. Solas. Completamente solas.
De 2005 a 2007 estuvo cerrado por reformas. La Diputación de Pontevedra firmó un acuerdo en el que se aportó una cantidad importante para mejorar las instalaciones y ampliar a 20 plazas su capacidad. Se reabre en 2008, y en 2011 aparecen las primeras denuncias.
Corina Porro, vicepresidenta de la Diputación en 2008, afirmó lo siguiente: “Las siervas de la pasión llevan a cabo una labor muy importante que debe ser reconocida”. Señora Porro, qué razón tiene. Vamos a Re-Conocerlo todo :
-Reconozcamos que las internas se quedaban sin comer si no estaban en el centro a las 13h. Reconozcamos que no importó a qué hora salían de trabajar, si les daba o no tiempo de legar a esa hora. Reconozcamos, también, que no se les guardaba la comida. Que les importaba un soberano bledo el hecho de que no tuvieran para un bocadillo en la calle, que fueran lactantes y pasaran hambre.
-Reconozcamos que “eran todas unas putas”, según sus propias palabras, puesto que no se cortaron un pelo en repetírselo a las chicas cuando les venía en gana.
-Reconozcamos que -también- disfrutaban recordándole a cada una el tiempo de estancia que les quedaba. Era todo un placer, supongo, machacar a una chiquilla con el hecho de que podía terminar en la calle con su hijo. Método, por otro lado, más que magnífico para que diera su bebé en adopción. Acción-reacción. Humillación-presión.
-Reconozcamos que ellas y sólo ellas, comían el pan duro que generosamente entregaban algunos restaurantes al centro. Las barras llegaban en sacos. Se freían en aceite para ablandarlas, y sólo así permitía el bocadillo : Piedra, pura piedra. ¿No tenían para pan, hermanas?...¿En qué se les iba el dinero de las donaciones, Patronato de Protección a la Mujer, y el que sacaban -de más- tras cada adopción?. La comida de la Cruz Roja también les salía gratis. A- Pasión-ante.
-Reconozcamos que ustedes, Siervas de su Pasión, compartían comedor con las internas, pero los alimentos eran otros. Para las monjas, carne. A las chicas, verdura. Me remito a 1984, pero en 2011 -el año pasado- la situación era la misma. Para muestra, un botoncillo :
http://www.vtelevision.es/informativos/2011/03/30/0031_26_65044.htm
-Reconozcamos que se calentaba la leche de los biberones, papillas y demás comida, en un fogón apartado cuya bombona de butano corría a cuenta de las internas.
-Reconozcamos que traficaban con los potitos y botes de leche que alguna de ellas obtenía a través de regalos familiares.
Pero esto no es mas que el principio, puesto que vamos a Re-Conocer muchas cosas más. Las reformas externas de ese gran caserón finalizaron hace más de cuatro años. La reforma interna de esas Siervas de la Pasión, está todavía por ver. Que empiece el espectáculo.
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