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Consuelo García del Cid Guerra

EL LOCO SOY YO

EL LOCO SOY YO

Recorrimos nuestro propio mapa a vista de pájaro, con la urgente rapidez del

pantallazo. Creemos lo que no somos, partiendo de una situación otrora ventajosa

que a día de hoy concluye en unas cuantas monedas que no sobran y por eso se

cuentan, de una en una, céntimo tras céntimo, en busca del euro.La vieja perra chica

del franquismo, aquella media peseta, tenía un agujero por donde escondernos, y

ahora no hay quien se pare a redondear nada.Todos lo saben todo, predican y

jalean,maldicen y escupen sobre un supuesto contrario desconocido por

completo.Los horrores de los dos bandos, radiografiados como nunca, mal

acompañados, carentes de compás por mucho que insista cualquier percusión.

Los hijos de nuestros hijos, mucho más que los nietos a quienes otras abuelas viejas y vestidas de negro les contaban sus cuentos.Reproducidos a la fuerza,asentidos,moralizados y correctos.La verdadera revolución pasa por dentro cuando tantas mentiras no te las crees ni tú, a pesar del espejo de bolsillo que te mira, tras el que insistes ver una imagen aceptable cuando ya no te aceptas. Durante muchos años escuché repetir casi a diario: Estás muy loca.Lo decían sin gracia pero con cierto cariño, arrimándose a los hechos convenientes, dando un paso hacia atrás en caso extremo, jaleando mis gritos si resultaban útiles y juzgando a destajo cualquier actuación por no perder su silla .Algunos-as, mientras tanto, jugaban a servir con cartas del tarot, tan marcadas como las arrugas que ahora ostento, tan ignorantes como lo he sido yo,como lo soy en marcos que no me corresponden, por donde no paseo ni me dejo llevar.Nunca estuvimos en el mismo barco.Que nadie se confunda.Cuando daban las armas tras un discurso inútil delicadamente dirigido hacia el mejor postor, la de la apuesta fuerte siempre se quedó sola.Y si ganó algún tiempo no esperaba trofeos ni ositos de peluche con una frase lánguida de amistad o de amor. Hay mucha perra chica que se largó sin tregua por el viejo agujero poniendo su pasta a salvo, su lugar económico, su puesto hoy tan perdido como el primer diente del niño que no dejó de ser.Porque hay una gran diferencia entre el sí de las niñas y el salvaje no de unas cuantas mujeres que pagamos su precio contra viento y marea.Sin embargo, no dejo de asumir sus partes de razón: El loco soy yo. Y por ello convoco con las más bajas formas que busquen la moneda de esa media peseta que ya no vale nada. Por su agujero - tal vez- podrán mirar el mundo con las gafas de ver.

 

http://www.youtube.com/watch?v=u31gnMbWb-U

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