MUERE GERMÁN COPPINI, UN GOLPE BAJO
Le recuerdo en Zeleste con muchos decibelios cantando sus Malos Tiempos para la Lírica, se me grabó Coppini como se estampan los tatuajes y las iniciales en esas pulseras llamadas no me olvides. Lo ponía para escuchar y sentir cuando todo iba a medias, Coppini hacía bailar incluso en los peores tiempos, con lírica, sin ella, al son de batería descontrolada, moviendo frenéticamente la cabeza. De contar su trayectoria ya se encargan muchos otros, yo me remito al hombre que generó tanta música, un peso pesado más allá de los 80, que iba y venía de un grupo a otro bautizando distintos nombres, pero él era él, Coppini, de inconfundible timbre. Golpes Bajos duró muy poco, puede que por lo de (literalmente) menos mal, que el bajo golpe te deja siempre kao y al borde del ahogo. Era Coppini poesía de la maldita, juglar salvaje sin cascabeles pero con mucha locura. De aquel primer maxi single quedaron dos temazos semi ocultos, que todo se lo llevó No mires a los ojos de la gente y Malos tiempos para la lírica. Esas dos canciones, Fiesta de los maniquíes y Estoy enfermo, metrallearon dos décadas, sobre todo aquí y ahora el último, ese Estoy enfermo que aunque se sabía, no adivinaba lo peor. Me niego a la despedida, de Coppini me quedo con todo, pero fundamentalmente con la letra de ese sobrecogedor Estoy enfermo de un hombre que nunca llegó a envejecer.
Sueños prohibidos
Sapos con cuernos
Sátiros gordos
Vivos o muertos
Niños azules
Días de fiesta
Blues del chamán
Piel de tormenta
Estoy enfermo
Cómo envejezco ...
Mentes peludas
Rojo sangriento
Nobles romanos
Rock de los tiempos
Brisa marina
Frío en Alaska
Lápiz de labios
Johan Sebastian
Estoy enfermo
Cómo envejezco ...
Estoy enfermo
Cómo envejezco ...
Buda parlante
Lady Godiva
Be Bop A Lula
Llena de Gracia
Amor supremo
Muslos y nalgas
Luna cherokee
Presenta el arma
Estoy enfermo
Cómo envejezco ...
Estoy enfermo
Estoy enfermo
Estoy enfermo
Estoy enfermo
Cómo envejezco ...
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