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Consuelo García del Cid Guerra

NENÉ

NENÉ

Maestra, confidente, cómplice, socia, madre, hermana, amiga por encima de todo. Leal por demás, te llevas todos mis secretos, y yo los tuyos. Mi "nena bonica" más de treinta años, el pasar de una vida que parecía eterna, a veces sin timón, y cuando me perdía, estabas allí, siempre. 

Le pedía muy poco al 2022: que no se llevara a nadie, y a los cuatro días, faltas de tal forma que resulta insportable.

Cartas de puño y letra desde un lugar del que no quiero acordarme, llamadas todos los días a la misma hora. Tus lágrimas, las mías, estábamos tan cerca que la distancia podía tocarse antes de ser medida. No espero otra dimensión, te espero a tí. 

 

...Siempre por encima, nena bonica. Aunque te falte el aliento. Y de frente. Todo tiene su fin, y si te toca cerrar, portazo. Rotunda, chula, soberbia e indolente. Sabes mandar. Manda. No pienses en el día siguiente. Apura el momento. Modula tu voz y adquiere el tono más agrio, ese que sale de las tripas y siempre tiene razón. Sabes. Puedes. Y lo que es más : debes. Prohibido titubear. Ni una señal débil , y menos insegura. No es el enemigo, sólo un estorbo. Inconveniente, tal vez. Los esbirros de cualquier asunto son piojos. No permitas que te molesten en adelante cuando has resuelto la parte más sucia, que es siempre la trasera. El pasado no se olvida, se mata, porque el tiempo, es un asesino. Busca el punto flaco. Levanta la voz en el momento justo, y cuando te retires, no vuelvas la vista, porque es lo que esperan. Nadie va a ir a por ti ni se queda con tu cara. La amenaza que parte del impulso, se pierde. Pero ninguna de tus palabras será presa del viento cuando el asunto impone su fuerza mayor”.

Todo lo que dejo atrás, es tuyo.

 

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