Blogia
Consuelo García del Cid Guerra

TREN DE NOCHE A LISBOA

TREN DE NOCHE A LISBOA

De ella dijo Jeremy Irons que era de las pocas actrices humildes, sin aires de diva y con una portentosa  capacidad para asumir su propia historia  . Tan enigmática como excelsa, sus variopintos papeles la colocaron - seguramente- , donde quería estar. Hay algo en la mirada de Charlotte Rampling que atrapa, pese a esos párpados caídos por edad,  avanzando a grandes pasos, mucho más allá de su propia belleza. Tiene ese misterio irrepetible de la hermosura crepuscular que jamás alcanzará la senectud - real o imaginada- , lejos de la pantalla. Por ella se abre el telón sin  esperar aplausos, actúa como si de la última obra se tratara, y el negro parece ser su definitivo color. 

0 comentarios