Blogia
Consuelo García del Cid Guerra

DEL JUICIO FINAL

DEL JUICIO FINAL

Los antólogos de sí mismos gozan y padecen de megalomanía aguda. Textos incomprensibles para la mayoría, narrando fantasías varias que jamás vivieron, inventando nombres, cosas y casos que soñaron vivir , bañados en alcohol. Su aliento, el más ácido, expulsó esputos sociales ante quienes todavía escuchan, sentados, junto a él, como canarios, en los taburetes de los bares. De generación insulsa, aseguran pertenecer a la del 27 e incluso haber estado allí, aunque las fechas no correspondan. Les da más de lo mismo mientras ejercen su carrera enfermiza del yo mi me conmigo. Y encima, es que les pagan. Cuentan con favores pendientes, invierten en personajes influyentes en su tiempo, hoy destronados en puestos poco relevantes, pero firmes. Se colocan a dedo y mano en hombro, son los antiguos publicistas del pelotazo, los de las cuentas pendientes, los morosos de la historia y los trepas descarados cuyas sobremesas se prologaban hasta el atardecer, con más vino que viandas. Sus digestiones, pesadas, cargaban los eructos soportados por esposas maltratadas hasta la saciedad, expertas en portazos, trato vejatorio y prodigalidad extrema. Llegará el día - próximo-, en que os lavarán la cara y caerán vuestras máscaras, y aunque haya prescrito se les caerá la cara, sintiendo esa verguenza altamente cotizada durante largas décadas. 

0 comentarios