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Consuelo García del Cid Guerra

TUTELADOS

TUTELADOS

 

La creencia generalizada de que todo lo instaurado funciona correctamente, es un error inmenso. Sobre la capa social se impone una institución y otra, a las que se acude en busca de soluciones, apoyo u amparo. Convencidos de que así es porque para eso están, entramos en el sistema. Nuestros nombres, estampados en el primer documento, pasan de una mano a otra, tras escuchar la misma frase con excesiva rapidez : "No es de nuestra competencia". Así, traídos y llevados de departamento en departamento, se abandona toda esperanza ante las palabras finales, repetidas hasta la saciedad : " No tenemos recursos".
Y en todo ese proceso, has sido fichado. Saben dónde vives, si tienes lavavajillas, aire acondicionado, lo que pagas mensualmente de luz, alquiler, lo que debes, por lo que te persiguen; y aquello que necesitabas pasa a un segundo plano mientras insisten en desahuciarte o declarar a tus hijos en riesgo. Seguirán el rastro (sin olvidarte), en pos del "interés superior del menor", que no pasa por lo más sagrado : permanecer en su casa, con su familia. Cuando tiembla la nevera de tu hogar, se llenan en un tiempo récord las grandes cámaras frigoríficas de los centros de menores, porque tu hambre les dará de comer sin que te enteres siquiera. 
" Por algo será", acostumbra a decir el pueblo llano  cuando se retiran hijos. De inmediato se deduce una protección sólida, institucional y drástica, ante dramas que sólo el sistema conoce y ha sentenciado tras su intervención. Sí se están retirando hijos por pobreza. No se ayuda a las familias como corresponde, y no se trata de solucionar sus vidas, sino de aplicar las verdaderas ayudas sociales que faciliten esa salida a flote que parece imposible. 
La marginalidad enquistada es una gran piedra de toque que no se trabaja, y quien fue tutelada en su infancia y gran parte de la adolescencia, pasará por el mismo trago al contemplar la retirada de sus hijos, también tutelados, sin acertar a salir de esa rueda porque no conocen otra. 
A quienes se preguntan por qué mujeres tan jóvenes, sin trabajo ni techo garantizado, tienen niños y más niños, se debe apuntar la respuesta más profunda de esta historia : quieren formar la familia que nunca tuvieron a costa de lo que sea, equivocándose, insistiendo, con parejas que de antemano saben imposibles pero que "cambiarán", con y por amor. 
Porque es el amor lo único que mueve el mundo, pero no compra casas ni paga factura alguna. Ambos conceptos son válidos, y en la más hermosa de todas las fantasías se apuesta por el primero. En su derecho están,  mientras son negados los más elementales, cargando con una pesada mochila de desprecios, camino de esa miseria ya conocida pero añadiendo la más cruel de sus variantes.
La historia sagrada dice que no existió nadie más pobre que el mismísimo Dios, al que reza esa inmensa mayoría - creyente- , que anda retirando hijos desde el protocolo establecido, cuyos pasos indican procesos harto desnaturalizadores, porque el sistema todo lo puede. 
Cuestionar sus tentáculos inquisidores puede costarte la vida, y mientras tanto, los hijos del Estado crecen en brazos de nadie, marcados por idéntico patrón, porque nada ha cambiado excepto sus nombres. 

 

MÁS DE LO MISMO

 

Grandes obviedades sin portada. Lo que se cuece por detrás, no existe. Vuestra ingeniería social lo tiene todo calculado, excepto la aparición de verdaderos líderes que - tras perderlo todo-, ya no tienen miedo. Juegan con la vulnerabilidad de las personas afectadas para declararlas "locas" al final de un camino que puede costar la vida. Muertes no contabilizadas de "fosa común" democrática cuya incitación al suicidio por parte del sistema es evidente. 
Antes de ser memoria se borrarán sus historias, en espera de la prescripción. Veinte años lo son todo cuando de defender derechos se trata. Cambiaron las formas, pero jamás ese fondo repetido hasta la saciedad. 

 

Audacia es el juego.

Audacia es el juego.

FUEGO

FUEGO

Pirómanos : vosotros, los asesinos del paisaje, contra toda naturaleza, nos estáis haciendo vivir un verdadero infierno. Fuego en Santa Cruz del Valle que se extiende a San Esteban del Valle, el pueblo donde encontré la paz, absoluta y necesaria, para escribir sin interrupciones de ningún tipo. El humo ciega los ojos, se aposenta en la garganta, y el suelo de mi casa es un manto negro de ceniza. 

LA VILLA DE MOURISCOT

LA VILLA DE MOURISCOT

Vega Mouriscot no existe. Es una mujer invisible, sin pasado ni futuro que ha decidido dedicarse al insólito oficio de escribir los libros que otros firman. Su vida misteriosa y retirada se trastoca cuando su último cliente, un millonario excéntrico y solitario, se obsesiona con ella y decide descubrir su verdadera identidad. Entonces es cuando surge la extraña conexión entre su singular apellido y la Villa de Mouriscot, el hotel de Biarritz donde Alfonso XIII y María Eugenia de Battemberg se citaban de forma clandestina durante el exilio francés del monarca.

CONDENADAS

CONDENADAS

SOLAS

SOLAS

 

Me reconoció por la forma de mirar, pese a los párpados caídos. Se acercaba lentamente, y algo había en su rostro que me era familiar. 
- Anda que no ha llovido, pero eres tú, flor de té ...
Olía a naranja. Su aspecto ya no era el mismo, cómo no, pero la identifiqué de inmediato. 
- Elisa ... 
Chocó las palmas de sus manos contra las mías, y enredamos el brazo. Nos reímos. Propuse el bar más cercano. 
- ¿ Pero qué coño haces tú en La Latina, Txaite?
-  Vivo muy cerca ...
Caminamos hacia Tirso de Molina y nos sentamos en una terraza. Me habló de todas las muertas, de alguna monja, del aislamiento compartido una tarde de febrero. Elisa cantaba a grito pelado un tema de Las Grecas : "Sola". Yo le decía que se callara porque nos aumentaban el tiempo de castigo. Pero no me hizo ni caso. 
- 1975, que por el culo te la hinco. 
"Volcada" - repetía- . Estoy volcada ... y yo sabía perfectamente lo que esa palabra significa. No he olvidado la jerga, ni lo guiños. Tampoco el rastro de cada lágrima contenida y esa extraña sensación de que algo puede suceder en cualquier momento.
 
- Creí que te harías la sueca, mira por dónde. Y ya no te veo tan pija, menudo punto gitano tienes, nena. O hippie, no sé. O será otra cosa ... 
- La bohemia, Elisa. La bohemia. 
Aquella tarde de febrero no se acababa nunca, encerradas las dos, en cuclillas, sin poder ir al lavabo y perdido para siempre el camino de vuelta a casa. 
- Maldito viento. Se diría que los árboles nos hacen la reverencia ... 
No importaba lo que fue de nuestras vidas. El presente no cuenta cuando se ha compartido tanto. 
- Anda, cántamela ... 
- Sólo si sabes dar palmas. 
- Recuerda que me enseñó Cari, la gitana. Y esas cosas, no se olvidan ...
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"Sola quiero vivir, sola quiero soñar,
Sola quiero sufrir, sola quisiera estar
Sola como un suspiro quedó en el viento
Sola como el barquito que no ve el puerto
Sola como esta pena que a mi me ahoga
Sola como entre el trigo está la amapola
Sola quiero vivir, sola quiero soñar,
Sola quiero sufrir, sola quisiera estar
Sola como la casa que tu dejaste
Sola como la vida que me quitaste
Sola como el lucero que a mi me guía
Sola como la tierra estará algún día
Sola quiero vivir, sola quiero soñar,
Sola quiero sufrir, sola quisiera estar
Sola como la luna se ve en el cielo
Sola como un adiós que cae en el suelo
Sola como aquel beso de despedida
Sola como un amor cuando se olvida
Sola quiero vivir, sola quiero soñar,
Sola quiero sufrir, sola quisiera estar
Sola quiero vivir, sola quiero soñar,
Sola quiero sufrir, sola quisiera estar
Sola quiero vivir, sola quiero soñar,
Sola quiero sufrir, sola quisiera estar
Sola quiero vivir, sola quiero soñar,
Sola quiero sufrir, sola quisiera estar". 
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Y no importó en absoluto que toda la calle nos mirara, porque por un momento, el barrio se detuvo. 

ORGULLO GAY

ORGULLO GAY

Adolfo, actor, cantante, coleccionista de Barbies y - sobre todo- tierno, siempre estaba contento, celebraba la vida incluso cuando se quedó completamente ciego. La última vez que le vi llevaba un bastón blanco, y sonreía. Tuvo un novio cantante de ópera durante muchos años, y todas las reuniones con ambos fueron memorables. Adolfo se disfrazaba, calzaba taconazo de aguja y abría la boca entonando temas de La Lupe, quien parecía estar allí un momentito, como de visita. Coincidimos en la playa gay de Barcelona y su cuerpo era una escultura morena en busca del horizonte. De pronto te daba la mano porque no veía nada, y en su mundo oscuro volaron todas las mariposas del mundo, llenando de color aquella tan personal atmósfera que bailaba sin cesar a cualquier hora del día. 
Hace mucho que no le veo, supongo que no debe salir solo a la calle. Su última obra "El sexo de los ángeles", se estrenó en la sala Muntaner. Perteneció en su tiempo a los "Chicos mambo show", me regaló una gran rosa roja cuando cumplí los cuarenta y nos fuimos a cenar juntos a un chino. Observé cómo introducía el dedo en su vaso cuando lo llenaba de agua, y únicamente pedía ayuda para ir al lavabo. "Gracias, amor " - me decía, apretando la mano con dulzura. 
Adolfo es el más grande de los supervivientes que conozco. Superado a sí mismo, contra corriente, y muy lejos de Venezuela, su país adorado. Adolfo Colmenares es auténtico orgullo gay. Gracias, amor. Feliz día. 

LA VISTA ATRÁS

LA VISTA ATRÁS

martes 31 de mayo a las 19 h. en el TEATRO DEL BARRIO, MADRID

martes 31 de mayo a las 19 h. en el TEATRO DEL BARRIO, MADRID

Padre Damián, 52

Padre Damián, 52

Existen lugares donde nunca, jamás, debería crecer la hierba. Allí donde las piedras han sido eliminadas por las bombas, se lloró tanto que cabe poner en duda la eterna sabiduría de una naturaleza que brota por demás. 

CRISTINA PERI ROSSI

CRISTINA PERI ROSSI

"La locura puede ser un pretexto de exclusión de aquellos que esgrimen verdades incómodas".
Cristina Peri Rossi.

AMAGATOTIS

AMAGATOTIS

El gran semillero y cultivo de artistas, de finales de los 70 hasta casi los noventa. Por allí desfilamos muchos, fielmente, cada viernes tarde/noche. Se apuraban las horas, cargando tintas varias. Yo he salido de allí, de Amagatotis, y con orgullo lo afirmo. 

En la foto, con Juan Carlos Mestre. Más de cuarenta años ( se dice pronto) de amistad inquebrantable, y por algo será. Los amigos que nunca te sueltan de la mano, pase lo que pase, por encima del tiempo y todo pronóstico. Jóvenes, felices, prometedores.

NON, JE NE REGRETTE RIEN

NON, JE NE REGRETTE RIEN

 

El Marsella era uno de los pocos bares donde servían absenta, la diosa blanca del cielo líquido. Por allí paseaba la Señorita Fina, una anciana que estuvo "en la vida", y vendía pañuelos. Se sentaba de vez en cuando en nuestra mesa y nos contaba historias. Con ella llegué a cantar más de un bolero, en voz baja al principio, para después desatarnos, elevando la voz. En el Marsella podía pasar cualquier cosa, siempre inolvidable. A la señorita Fina la vi en una escena de la película "Los Pianos Mécánicos" (Juan Antonio Bardem, 1965), retratando con sumo acierto el Barrio Chino barcelonés. Casi no tenía dientes y era una mujer muy dulce. Todavía conservo uno de sus pañuelos. 
A media tarde, el paso obligado hacia el Pastís, un espacio atemporal donde la entonces dueña contaba con una importante colección de discos de vinilo. Sonaba Edith Piaf a todas horas, y nadie se arrepentía de nada. La antesala de la absenta era el pastís, un licor de Marsella compuesto de aguardiente, anís y regaliz. El sabor era muy parecido a la gran diosa blanca, aunque mucho más suave y de menor graduación alcohólica. Por allí pululaban ancianos que escapaban de las residencias, delincuentes de las cárceles y enfermos de los psiquiátricos. Revueltos a media noche, las conversaciones que nunca fueron grabadas, ahora formarían parte de grandes antologías urbanas de una ciudad hoy muerta que apenas recuerda. La bohemia murió en brazos de pequeñas zonas confortables, ignorando el gran porvenir de su pasado. 

 

BAR Cel Ona, la ruta de los 70.

BAR Cel Ona, la ruta de los 70.

Se hacía llamar "el ministro" y vivía en el barrio chino. Su casa estaba completamente pintada de color naranja, y los muebles, plateados, parecían estar a punto de salir a escena. Era puro teatro. 
Los auténticos yonkis se escondían, mientras otros presumieron de meterse picos que nunca atravesaron su vena ni por asomo. La pose se mantuvo durante algún tiempo, aunque no demasiado. Falsos progres convertidos en burgueses.  Consiguieron contratos fijos tras aprobar oposiciones varias. Se compraron "el piso", y ya convertidos en propietarios, su vida pasó a ser otra, tan distinta como lejana. 
Salvador Puig Antich permaneció escondido en la azotea del Banco de España, en plena Plaza Cataluña. Cuando finalmente fue capturado, su suerte ya estaba echada. 
Empleados de Correos tenían una multicopista que lanzaba octavillas a golpe de manivela. Más de ocho metidos en un Seat 600, las tiraban al aire. Entonces, eran seis años de cárcel. 
"El vasco" era un experto en fabricar molotovs, y colocaba hilo de nylon prácticamente invisible, en medio de Las Ramblas. Los grises caían de bruces sin encontrar explicación alguna. 
Joan Eloi, el cantante, componía temas subversivos que acostumbraba a interpretar en La Oveja Negra. 
El paso anterior a la Cabaña del Tío Gori no era otro que el Thales, cuya luz cegadora nos recordaba el día, negando atardeceres. Al Tío Gori se lo cargaron, y el bar pasó a llamarse Gori ' s Pub. 
La noche cerrada se inauguraba en la Bodega Bohemia, apurando una copa de anís que siempre supo a gloria. 

EL ZURICH

EL ZURICH

Se movía entre las mesas de la terraza del Zurich. Delgado, con la mirada perdida. Llevaba una carta en la mano que entregaba a todas las chicas de pelo muy largo, y tras leerla, pedía permiso para poder peinarte. Le temblaban mucho las manos y era obvio que tenía algún problema de salud mental. Recuerdo un párrafo determinado de su carta : " era preciosa, con una melena muy larga, pegados los ojos". Y se quedaba allí, peinando a todas las que podía. Apenas tuvo conversación excepto para referirse a su novia ausente. Por las tardes frecuentaba en Bar London, siempre en busca de melenas largas que poder peinar. Nadie se preguntó nada, simplemente, estaba, jamás supuso una molestia para nadie. De alguna forma fue comprendido, y - por encima de todo- , siempre respetado. No sé qué habrá sido de él. Desapareció de pronto, como otros muchos personajes excéntricos en busca de su propio espacio para dar paso a una mujer extraña que bebía agua todo el tiempo en un vaso de yogur, mirando al cielo. Se había fugado del psiquiátrico. 
Cantantes, actores, fotógrafos, pintores, poetas y demás artistas en busca de alguna oportunidad, se reconocían entre ellos creando tertulias espontáneas que sabían a poco. Uno de ellos trabajaba en el Corte Inglés como dependiente, y vendía trajes de hombre por menos de la mitad de su valor real a todos los clientes. Se definía como anticapitalista revolucionario, y fue detenido cuando los jefes de planta se percataron de lo que estaba haciendo. Su novia era pintora, se lanzaba al mar y buceaba en busca de pequeños animales marinos que disecaba para colocar en sus cuadros. 
La policía secreta se olía como se huele al madero, por su mirada altiva y un porte determinado que no conseguía pasar desapercibido. Nunca supimos qué era lo que buscaban, pero ahora lo sé : perseguían, espiaban, controlaban cualquier tipo de movimiento u acto que pudiera considerarse mínimamente conspirador, y en cualquier momento te pedían el carnet de identidad. " Ya están aquí los niños mal de casa bien, cómo les atrae el abismo y la gentuza que vive en la calle". 
" Café Zurich, refugio de artistas, jubilados y asaltantes de banco", escribió Lourdes López en 2021 cuando el bar celebraba su centenario. Y no le faltaban razones, porque atracadores hubo varios, y muy célebres. 

BARCELONA

BARCELONA

La Barcelona negra, hoy desaparecida, empezaba más allá de la Rambla Santa Mónica. El paseo obligado era un placer inundado de flores, peces de mil colores y fotógrafos improvisados con carteles de fondo cargando un romanticismo cursi con forma de souvenir.
Los bares ilegales funcionaban con contraseña. Alguien te abría la puerta hacia otro mundo mágico, canalla y cautivador. Lo que pasaba allí dentro ya no es confesable, y todos los personajes que conocí han muerto en su mayoría víctimas de excesos varios. Malditos de los de verdad, sin disfraz, apostando por otra vida posible que la ciudad permitía, cosmopolita entonces como ninguna otra. 
Barcelona era una llama viva, incandescente, brutal con la llegada del calor y plagada de secretos durante todos sus inviernos. Pisos compartidos, buhardillas infames, cafés hoy desaparecidos donde se sentaba el poeta a escribir sin descanso, mirando hacia el infinito frente a un café helado. 
Existir era un trago peligroso, sin ganas de volver a casa y apurando las horas antes de claudicar. Pepe Ocaña gritaba en el Bar del Pí, Raúl Núñez derramaba wisky sobre la tumba de su amigo muerto en Amagatotis, y estuve allí como se cuece el pasado, mucho antes de ser joven, contra todo calendario. 
Aquella Barcelona, lamentable y dramáticamente, ha muerto. 

LOS JUECES

LOS JUECES

Humillados y ofendidos por un cartel que expone la más cruenta realidad. Un niño asesinado por su padre, ayer, condenado por violencia de género y con orden de alejamiento a su ex mujer : pero con custodia compartida otorgada por un juez. 

Si la madre no lo hubiera permitido, estaría acusada de secuestro y con orden de ingreso en prisión. Siguió los pasos de una justicia que no atiende a las madres protectoras, no contempla el clima moral del asunto y yerra hasta la médula. 

Un maltratador jamás será un buen padre. Mientras tanto, la prensa mide sus líneas y se queda a medias o directamente carga con argumentos harto insostenibles.

Desde la inicial negación cuando las mujeres no somos creídas, hasta el linchamiento mediático que cubre excesivas cabezas confundiendo al lector. A las cosas, se las llama por su nombre. 

También ayer, una mujer fue asesinada en Cuenca por su ex pareja. Tenía orden de alejamiento, y se la saltó sin más. Ya llevamos nueve asesinadas en 2022, pero lo único que parece preocupar a los jueces, es el cartel de marras. 

Una imagen vale más que mil palabras. 

Alain

Alain

Atrás los días de gloria del "animal más bello del mundo". Ochenta y seis años, su fecha de caducidad marcada por él mismo tras ser autorizada la petición de una muerte asistida. Digna, el cualquier caso. Alain matará a Rocco y todos sus hermanos, aunque perennes para los restos en la gran pantalla. 

De él recuerdo su amor por Mireille Darc, y de ella, un vestido extraordinario con toda la espalda al aire. 

MOTIVOS PERSONALES

MOTIVOS PERSONALES

 

Los tengo, y me sobran argumentos harto sostenibles : o todos moros, o todos cristianos. Ellos, perdidos en su propio error, se cierran en banda cargando sobre una sola persona. 
La protección del dato que se han pasado por el forro, porque tenían licencia para matar cual gladiadores armados frente al gran rey león. Pero ya no hay quien los salve. 
Algunas gotitas cayeron en 2018, ahora en manos de hábiles youtubers que rescatan con infinita paciencia el minuto exacto de lo emitido. En directo, se reconoce haber  solicitado penales,  fichas policiales, números de teléfono y otras peticiones ilícitas. 
"Vamos a salir todos de aquí con las esposas puestas". 
"Estoy atado de pies y manos. Estoy amordazado".
"Cuando me habéis pedido favores". 
"Cuando a vosotros os ha convenido los favores que os he hecho". 
Operación Pitiusa :
Abril 2013 : La investigación sobre la Pitiusa se inicia en 2011. 88 personas arrestadas ( detectives, funcionarios públicos y empresarios). 
Enero 2017 : Fiscalía solicitaba prisión para guardias civiles y funcionarios por la venta de datos ilícitos.
595 años de cárcel para una persona que actuó como intermediaria. 
Intrusismo profesional. 
Revelación de secretos.