Facebook Twitter Google +1     Admin

LOS HOMBRES NECESARIOS

20090109175510-marioconde2.jpg

Desde el instinto se detectan los perfiles de las cosas. Ningún medio de comunicación puede destrozarlo todo. No absolutamente. Las minorías son valiosas no sólo por el hecho de serlo e ir contra corriente. Lo son porque piensan.

Dicen que el tiempo lo pone todo en su justo lugar : A veces es así, otras, tarda tanto que el paisaje existencial de cada uno parece que pierde toda señal de dibujo y confunde trayectorias. Hay autores y detractores. Pero el instinto, sobre todo el salvaje, no acostumbra a fallar.

El mundo puede avanzar a pasos agigantados, ofrecernos todo tipo de oportunidades que parapeten el fondo de las cosas. De tontos está el mundo lleno. De mentes sin ejercitar, mucho más. Lo cómodo y la mediocridad se unen con excesiva frecuencia : Parece que está bien, que no pasa nada, o que pasa lo que tiene que pasar. Retrocedo unos cuantos años y recuerdo la figura de Mario Conde. El éxito personificado. Las camisas impecables de cuello redondo. Los gemelos, la gomina. No era un cantante, tampoco un actor, llegó a ser el famoso por excelencia y el modelo empresarial a seguir.

Lejos. Llegó lejos antes de que sonara el pistoletazo de una maratón descomunal. Corrió. Estudió. Escaló. Y llegó. Quizá llegó lejos demasiado aprisa mientras en aquel ascenso se alejaban de él.

“Es un hombre inteligente y en este país se mete en la cárcel a los hombres inteligentes”…Cierto. Para alguien como yo, que atendió y siguió su trayectoria por instinto, era una incógnita. No suponía un modelo a seguir pero sí un hombre merecedor de atención. Leía la prensa. Interpretaba más o menos. Recuerdo que llegué a comprarme periódicos de todas las tendencias para leer, leer, y sacar la media. Le seguí.

Grandes conversaciones, inútiles opiniones y tremendas discusiones. “Más dura será la caída”, recuerdo esa frase. La escuché miles de veces. En boca de personas de todo tipo. De derechas, de izquierdas, centristas, anarquistas, verdes, apolíticos…todos hablaban de Mario Conde. El linchamiento fue fácil , estuvo servido. Empezó a ser un modelo para mí el día en que ingresó en prisión. Tieso, recto, mirando al frente.

De Obama se dice que no durará mucho. Que se lo cargarán, como a Kennedy. Su seguridad cuesta cincuenta mil dólares diarios. Esa cifra me tranquilizó. Aznar ha declarado hace pocos días en la revista Vanity Fair que Obama es un “exotismo histórico”. Semejante definición en boca de quien a pesar de haber gobernado España ya no es nadie, refleja con toda claridad el instinto y la casquería del alma del fracasado, el rencoroso, el sucio, el dolido. No hace mucho, el periódico el Mundo se atrevió a publicar un disparate digno de la envidia del peor. Que Mario Conde se arrodilló ante el ex vicepresidente Alfonso Guerra pidiéndole perdón por todo lo que supuestamente le pudiera haber hecho en el pasado. Esa es una noticia sucia, procedente de la misma casquería de Aznar. Escribí sobre ello en tono de guasa, pero se me olvidó detallar algo: Seguramente Guerra, en su sueño y trance, alteró el hilo musical del ave, y en plena alucinación auditiva, escuchó cantar: “Dónde vas, Alfonso Guerra? Dónde vas, triste de ti ..? A soñar con Mario Conde, que hace tiempo no le ví, que hace tiempo no le ví …”.

Pueden inventar mentiras, pueden traicionar a la propia traición. Pueden hablar y decir todo aquello que en forma de puñal por la espalda suponga las justificaciones supuestamente necesarias para crear un lugar que no corresponde y que no existe. Hay hombres en los que se cree. Hay hombres que provocan al instinto. Por su saber, por su actitud, por su línea de conducta. Yo creo en Obama. Yo creo en Conde. Y me atrevo a compararlos en instinto. Del mismo modo que un animal defiende a sus crías sin conocimiento, existen hombres para la eternidad. Se huelen. Se sienten. Se siguen. Estoy esperando, nada más. España encarceló a un hombre inteligente, porque en este país, se mete en la cárcel a los hombres inteligentes. Pero los hombres inteligentes se hacen sabios estando presos. Investigan su interior. Abandonan lo exterior. Se quedan sólos, y a partir de ahí, se recomponen. Resurgen de las cenizas. Mario Conde tiene un lugar en el mundo. España se lo debe. Yo, únicamente por instinto, espero poder contemplar una nueva ascensión. Ignoro con qué forma , pero sé con qué fin. Es un hombre necesario.

Viernes, 09 de Enero de 2009 17:55 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema


Blog creado con Blogia. Esta web utiliza cookies para adaptarse a tus preferencias y analítica web.
Blogia apoya a la Fundación Josep Carreras.

Contrato Coloriuris