Tu sastre tiene novia por vestir a la luna
De noche y sin iglesia, a solas en el bosque
En la jaula de un reno sin memoria
Bajo la luz de un brujo conocido.
Atardece en la calle ceremoniosamente
Las luces de las tiendas titubean
Mujeres y borrachos se buscan a cubierto
Bombillas y luciérnagas, alambres
Reaccionan sin paso ante el semáforo.
No llegues tarde, amor, se canturrea
Aún queda una hora para esconder tu cuerpo
Los maridos no saben que las esposas mienten
Los amantes se quedan tras la cortina y tú
Preparas la merienda y las hormigas
En tanto desdibuja al final de una estrella
Una estrella de mar sobre la tierra
Alas de golondrina y el príncipe feliz
Llora la fosforera abanicando grados
Nadie está en su lugar y es todo
grato.
0 comentarios