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Consuelo García del Cid Guerra

MARIO CONDE, UN HOMBRE PARA LA ETERNIDAD

Anoche, después de un largo tiempo de silencio, Mario Conde concedió una entrevista a Jordi González para el programa "La Noria", según informan las noticias, "sin condiciones".
Un hombre tranquilo, una persona. Una entrevista espléndida en la que supo explicarse, hablar desde dentro con una facilidad portentosa, recitar un hermosísimo poema recordando a su mujer y rindiendo un homenaje tan enamorado y respetuoso que ponía los pelos de punta. No me interesó el Mario Conde banquero cuando todo eran mieles y éxito. No le seguí. Fué modelo de conducta, de gomina y de modales. España entera admiraba a aquél personaje triunfador que se comía el mundo. Presidente de un banco antes de cumplir los cuarenta, doctor Honoris Causa...sí, todo eso y mucho más.No me interesaba nada en absoluto. Sólo cuando ingresó en la prisión de Alcalá-Meco empecé a seguir todo el proceso. Mario Conde fué traicionado, calumniado, vilipendiado. Los mismos que le encumbraron le dieron la espalda y de él se decían cosas atroces con total impunidad. Fué detenido una nochebuena, interrogado durante más de doce horas. Ingresó en prisión tieso, mirando al frente y con la cabeza alta. El país aplaudía una decisión supuestamente ejemplar, mediatizada por situaciones políticas, intereses oscuros, razones de nobles, que no nobles, y quién sabe qué más juegos poderosos.Yo intenté saberlo todo porque entonces sí me interesaba, olía a podrido, le echaron toda la mierda encima. No fué justo, pero se hizo. Y se hizo en una España que todos creíamos distinta. He mantenido muchas discusiones sobre Mario Conde, siempre defendiéndole y comprobando la falta de información de la gran parte de la gente. Los medios le condenaron y condenado estaba. Se dice que el tiempo pone a cada uno en si sitio, y a veces es cierto.Anoche, los espectadores mandaban mensajes de texto al programa, todo eran parabienes, halagos, admiración, incluso algunos solicitaban conocerle personalmente. Me pregunto si todos ellos eran los mismos que a finales de los noventa le llamaban estafador. Yo no mandé ningún mensaje, por supuesto que no. Asistí, atónita, a la reacción popular, pero mucho más a las palabras de este hombre que a pesar de todo el dinero, el éxito y el poder que llegó a alcanzar, es un hombre para la eternidad. Lo que se han perdido muchos, no tienen ni idea de lo que se han perdido...
Yo me acerqué a Mario Conde cuando estaba preso. Le escribí a la cárcel de Alcalá Meco y durante un año aproximadamente nos estuvimos carteando. Nunca sabrá lo que me ayudaron sus palabras emocionalmente. De todas las cartas que conservo, escritas de su puño y letra, a pluma con tinta azul, hay una que quiero transcribir aquí y ahora:
Alcalá Meco, 19 de Marzo de 1998
MARIO CONDE
Consuelo:
El poder del hombre sobre lo externo de otro hombre, es casi ilimitado. El Estado "legitimado" en ese concepto llamado "Razón de Estado", lo puede casi todo, incluso en algunos territorios, sin límite alguno dado que está permitido matar.
Eso opera en el lado "externo".Sin embargo,su capacidad para doblegar el espíritu del individuo es limitado. Depende, ante todo, de la fortaleza de cada uno, de su voluntad, de su esquema de calores, de su concepción del hombre, de su idea de Dios, de cómo enfoque las relaciones humanas, en fin, de quién sea en cada caso el individuo en cuestión.
No tengo remedio contra la impotencia.Siempre he sentido que queda mucho por hacer. Nunca bajaré mi cabeza ante la injusticia, aunque se vista de Razón de Estado. No siento miedo, ni temor, y casi ni dolor.
 La conciencia de lo inevitable es un antídoto frente a la angustia. La percepción de su contingencia, una apuesta a la esperanza.
Mario Conde.
Por la presente doy fé de que esta carta es auténtica y se halla literalmente transcrita del original que conservo, junto con otras tantas, que datan de los años 1998 al 2000.
Mario Conde es uno de los hombres que más admiro y de los que más he aprendido.
Consuelo García del Cid Guerra.

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