CONSEJO
Música celestial y el palacio de invierno .Una manta de cuadros a tu cuerpo
Sueños de nada, sabes, te lo cuento
Por su tú alguna vez cazas los ciervos que ví transparentados bajo papel de arroz
Eran pequeños. Lo contaba aquel libro que forrabas con miedo a los retales
Un trozo de la flor, no cortes tanto, repetías, que mueren los dibujos
Al canal de tijera como duermen los muertos
Mañana no me esperes porque estaré tarde en un lugar concreto
Donde no entran las madres ni las hijas y tampoco las niñas
Un lugar que te muestro cuando seas mayor y te presente a los desconocidos
Allí te besarán los trapecistas, los magos y los indios, los poetas
Los que escriben paisajes y esculpen alpinistas, los novios
Que se quedan a la puerta de casa, los que pulsan la tecla final del piano negro
Los que saben que el tango es un lamento y todo lo que tú escuchas
Abrazada a tus gatos dormida, casi enferma ,
Odias atardecer como detestas esta
Canción que ya no existe. Cenicienta, cansada por eterna
No me lo digas más, no le des cuerda
Al carrillón del tiempo. Tardas como el verano
Eres un arpa muerta que mira su desmayo, un pañuelo, el ojal
Por donde te miraba tanto el compañero. Señal de los fingidos contubernios
Secreta y vagabunda, reina de los sombreros, todo menos tus ojos
Mirándome, cuando al final me pierdo.
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