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Consuelo García del Cid Guerra

sufrimiento

El sufrimiento forma parte de la existencia. Nacemos llorando. Sufrimos al llegar al mundo y hacemos sufrir físicamente a la mujer que nos lleva dentro y nos dá la vida.

El llanto es la primera forma de expresión que nos asiste, y es queja, dolor. No sabemos hablar, pero sí llorar. Partimos del llanto para hacernos entender. ¿ Un bebé, un niño, puede llorar sin sufrir? . Probablemente no. Esa protesta entraña deseos, dolor, necesidades, atención.

Un adulto sufre necesariamente. Por amor, por una pérdida, una decepción … cualquier motivo de peso en nuestra vida provoca sufrimiento. La felicidad completa no existe. Hay momentos, espacios, incluso segundos de inmensa felicidad que nos alimentan durante años. Pero nadie es feliz en el propio sentido de la palabra. La felicidad, para encontrarla, se alimenta de un sufrimiento que nos purifica. El dolor puede ser sanación interior. Nos hace, moldea, construye. Hay que aprender a vivir con él sin confundirlo con la queja. No nos debe atrapar ni debemos asumirlo como algo negativo, porque entonces es cuando se entra en un estado sucio, adictivo, insano. Se convierte en gesto desagradable, mala compañía e insoportable clima. Es pesado, impúdico y letal.

Sufrir es en ocasiones luchar. No hay lucha sin sufrimiento. Lo que exige un esfuerzo, una razón por encima de la costumbre, forma el principio de la superación individual.

Quien sufre permanentemente es un enfermo. Quien sufre porque sí, sin más, y no tiene interés ni intención en batallar sobre todas las cosas, es un ser solitario y abandonado

que arrastra sus miserias y permite que huelan mal, y al final, acaban apestando.

El dolor puntual debe producir motivos para cambiar de estado : Lucha. Lo bueno no dura siempre y lo malo tampoco. Nos construímos a base de errores que se pueden rectificar. El dolor nos hace mejores si sabemos canalizarlo. No podemos sonreír siempre ni llorar eternamente. Los sentimientos son lo único que nos llevamos al final del camino. Y moriremos con nuestra historia, en paz, si hemos sufrido lo necesario para encontrar la felicidad momentánea que nos permitió continuar.

1 comentario

Anabel -

Has encontrado el sentido de la vida. Sabias palabras.

Espero que estés mucho mejor.

Besos, loka,

Anabel