lunes
No ha pasado demasiado pero el cristal conserva la inquietud de sus rayas
Tus ojos son los mismos que me miraban antes
El nervio óptico traza puntillas y signos maquiavélicos. Son
Cosas de tu camino y sin razón especifica. Tan
Insistido alud de pasión sin líquidos. Supe
Que no amabas a nadie. Que tú y la yugular. Que si tu sangre fuera
Producto externo al público, ninguna aguja exacta
Sabría devanarte como humano. Ni búho. Ni persona.
Porque poco te importa que amanezca. Menos el sol. Lo sabes
No es curioso, es que ocurre
Cuando nada detiene el galope a su paso
Cuando la casa es cuadra. Cuando el triangulo
Suena como campanas. Pero no. Ya no es nada.
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