POR LO QUE HEMOS SIDO
No bordeare las débiles orillas de aquel lago..Recreo estas minucias exquisitas que conserva el olvido : He encontrado cromos, algún mechón de pelo, números que no pertenecen ya a teléfono alguno y direcciones convertidas en paraderos desconocidos. Una colilla que todavía huele a el. Se la robe cuando nos despedimos para siempre. No pensaba fumármela, pero de pronto he sentido que podría significar algo parecido a los posos del te el con el que algunos magos predicen el futuro, y ante semejante estupidez he meditado sobre la posibilidad de terminar con el pasado de un modo casi pueril. Sabia que el humo no daría para mucho. Que el sabor, forzosamente amargo, me provocaría cierto rechazo. He buscado el mechero, pero quería mantener las costumbres y el honor a la verdad. Que complicado resulta localizar cerillas en las casas de ahora. Sabes que las tienes, pero escondidas en alguna parte que ya no recuerdas. En ese momento sabía que estabas ganando tiempo y tu presencia adquiría la misma fuerza que cuando fuimos dos.
Yo no aspiraba a nada, tú lo querías todo. Me enamore de tu amor por mí.
El olor fugaz a fósforo ha frotado la lámpara mágica de Aladino al tiempo que se abría cueva de Ali Baba : Tesoro, tesoro, mi tesoro …
He aspirado por primera vez mientras la memoria devolvía tus más hermosas
palabras. A traición, sin esfuerzo, por la espalda :
“Me gustaría ser el hombre mas guapo del mundo solo para poder decirte que eres la mujer mas bella del mundo, y que tu lo creyeras”.
“Te enseñare como en un solo instante es posible condensar la inmensidad”.
“Amo tu misterio como te amo a ti, y siempre me acompañara ese secreto oscuro, aunque estemos muy lejos”.
“Quiero acariciarte el alma, agitarme en tu vientre, consumirte y morir”.
“Amo tu ausencia porque me recuerda tu presencia”.
Acostumbrabas a recitarme estos magníficos versos de Macedonio Fernández :
(Consuelo eterna, pasión erótica y metafísica de Macedonio)
“Suspensa has quedado, placido el respiro
que murmura el quieto existir,
placido un mirar a lo lejos, y un placer descansando
que al interesarse por momentos quedamente
sin agitación ni demandas a la vida
influencia la blanca mano del cariño
que sobre la mía posaste, como por una brisa
y así voy sabiendo los pasos nuevos de tu pensar.
Conociendo en la tibia opresión de tu palma los andares de tu alma,
bebiendo contigo el aire que respiras,
que recién latió con la voz en que decías:
Soy pasajera.
En las lindes de mi mirada, abajo la blancura de la mano,
en alto arder de la negra pupila, que no
miro en adivinarla complacido.
Lo que dijiste, y el callar sin mirarme de ahora, tan precioso de una espera
graciosa y segura de la respuesta que sabes …
Mi mente quedo buscando enamorada con todas sus fuerzas
por darte la inmensa, eterna.
Ese callar, Eterna, en boca que fiada en amor
sutilmente sonríe, ese callar gentil como es clara
la luz de tu sonreír que solo yo descubro,
quisiera guardarlo.
Y en mi eterna memoria he de tenerlo eterno como el
muy rico decir que tuvo nuestro amor.
Ese callar…
ese callar que apretaste voluntaria en los labios
tan cerca de mí
contemplación dichosa
provocándome
a los ojos de amante que en mi hay en contra
lo efímero
y, en todo mi pensar, contra las muertes.
Quita ese callar, con que, en el seguro amor, juegas
y finges la no esperanza mientras cierta esperas
la respuesta que sabes tengo inocultable
para todas las ficciones del cesar, del partir
que llamamos morir.
Tan cerca venturoso mirando tu garganta
y el vivir de tu pecho con murmullo que lo visita.
Se va y vuelve, lo conmueve y se pierde
en la significación inmensa de las bocas entreabiertas.
El aire que bebemos
el son del latido
y la oscilación de los pechos unísonos del mar.
Eterna, que amé
aunque no espere ser amado
y hoy ¡ cuan modestamente, cual si nada dieras
cual si no alumbrara a tus prodigiosas palabras
la magnificencia de una creación de Vida ¡
Me diste el comienzo mas real de la mía,
mas prístino, mas inaugural que un nacer
en tus palabras: “Si, yo también te amo”
Si, como quien tiembla,
como quien tiembla feliz de un sueño hermoso
y, dolorido, del despertar que se lo quite
y, empero, es la realidad que lo espera
y el despertar lo que guarda su dicha,
así estoy trémulo,
sin recibir la ofrenda, sin creerla,
sin recibirla en la intima, segura alegría de mi ser,
sin darte mi fe
el presente del amor tuyo, que con tantos ruegos llame antes,
de ese amor que tantas veces los ensueños me dieron
y el despertar me despojo.
Aunque pudiera
que hoy lo real es más venturoso que todo ensueño,
seas tu quien me lo diga otra vez, me llame, me despierte;
Que aun fáltame denuedo,
para correr la cortina de la mañana, del despertar,
a trueque de lo cual alejar este ensueño”.
…. Fumar produce cáncer. Fumar perjudica gravemente la salud y la de los que están a su alrededor. Fumar puede matar. Fumar obstruye las arterias y provoca cardiopatías y accidentes cerebro vasculares. Si.
Pero esa colilla me ha devuelto la vida.
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