Coto Matamoros ingresa en la prision de Aranjuez
Coto permanece ingresado en la cárcel de Aranjuez ., tras entregarse voluntariamente en el aeropuerto de Barajas, desde donde fue trasladado a los juzgados de la Plaza de Castilla para ser puesto a disposición judicial. Noventa días de condena por el impago de la pensión alimenticia a sus hijos durante varios años. Se reconoce arruinado y se confiesa desolado, desamparado, deprimido y triste.
Ya es carne de cañón. Ya tienen los despojos expuestos para la matanza. La mesa esta servida y los tertulianos empezaran rápidamente a convertirse en hábiles taxidermistas. “Solo espero hacerme mejor persona durante los tres meses que este en prisión”, declaro hace quince días.
Pero muchos no le perdonan el que no haya cumplido su promesa, tomada al pie de la letra a pesar de los pesares. No se ha suicidado, afortunadamente, pero ha tocado fondo, y ese estado resulta imperdonable para los verdugos del papel couché. Muerto habría dado una pasta, preso la dará también, pero sacando tajada, como le corresponde. Y espero que se trate de un verdadero dineral. Quien le puso en bandeja la primera posibilidad, sabia que estaba frente a un monstruo mediático, un gangster docto en todas las materias, con un toque brutal directo al pueblo llano y al vip, mezclados en coctelera para tragar vertiginosamente y viajar en montañas rusas varias siempre al borde del abismo. La ley de la calle es lo que tiene, y el que no se calla es porque puede.
Alabado, endiosado, engrandecido por encima de su propia grandeza. Se ha reído de todo y con el hemos reído de la forma mas impúdica y hasta altas horas de la madrugada. No es mas marciano ahora que antes, pero le han dejado solo en un gran estudio, puede que el de la conciencia sin ciencia en manos de ágrafos y traidores que largan por la sin hueso con una crueldad devastadora.¿ Donde esta la sensibilidad, el miserable sentimiento de la mas elemental piedad, la solidaridad humana, el gesto, la mano que necesita?. Cuidado, que puede resucitar y resurgir de las cenizas como un Ave Fénix monstruoso. Porque quien ya estaba hecho y se ha deshecho tiene el estigma de los grandes supervivientes. Coto es una persona herida, y la gente herida es peligrosa, porque sabe que puede sobrevivir. Sus lágrimas duelen en los mas bajos fondos, allá donde las criadillas se encogen indecentemente en busca de un lugar mejor, y esa esperanza aun no perdida se mantiene, candente, por encima del limbo. Todo lo que hizo mal, todo aquello que dijo sin o con intenciones , ahora se condensa en una biblia particular que será articulizada para vomitar sus errores en publico, los dimes y diretes, puñaladas por la espalda y demás raleas en boca de los grandes mentideros de la escena , los de las sobremesas sin comida y las damiselas de una caridad mal entendida enarboladas como sufragistas de hielo para repartir hostias líricas en nombre de su discutible sentido de la justicia.
Coto, que ya no tiene gran hermano pero si reality, será el divino impaciente de los noventa días, apostado en los balcones del alba, en espera de que la vida, de nuevo, le de la bienvenida.
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