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Consuelo García del Cid Guerra

NO

 

 

 

 

 

 

 

 

La tierra no tiembla, pero el 45%, record de audiencia televisiva el día de marras, 12 de Octubre, me produce escalofríos. Medio país estaba contemplando el desfile. Ya no se muy bien lo que somos pero recuerdo perfectamente lo que hemos sido. ¿El testamento de Franco se habrá convertido en la Biblia para los nuevos creyentes?. ¿No serán las góticas (hijas de Zapatero) una nueva orden religiosa camuflada en modernidades varias, con ataúdes por bolso, donde –colgadas- esconden el Codigo da Vinci ?. Puede que esa forzosa palidez maquillada con polvos de talco acabe convirtiéndose en una imagen divina. Mente.

Estoy completamente desorientada, lo confieso. Ya solo distingo derecha e izquierda por la canción de “la yenka”. Yo es que nací zurda, pero me lo corrigieron. Mis entonces, es decir, mis tiempos, eran los de las niñas del Sagrado Corazón, muñequitas de salón. De la sección femenina y la formación deformada del espíritu (santo) nacional y el servicio social. Y lo del socialismo me lo llegué a creer.

Eso si, nuestro presidente se llevo un abucheo de tres pares. Y la vicepresidenta llevaba un conjunto fucsia que daba un susto al miedo. Acabare creyendo en la profundidad e inteligencia de la nueva Isabel Preysler, entiéndase Carmen Lomana, gata sobre el tejado de zinc, caliente, caliente…

Cuando mis entonces, érase una vez, no había mozos de cuadra (perdón) “mossos d `esquadra”. No había, digo. Teníamos una peña gris, era un ejército brutal de cabronazos que repartía leña al más pintado. Tenían escopetas, botes de humo y hasta  bolas de goma, que te dejaban para el arrastre. Y una comisaría en condiciones, con calabozos-catacumba, donde salías con la cara nueva y más puntos que un edredón hecho a mano. Y antecedentes. Nuestros antecedentes eran tan vergonzosos que ni aunque ahora te pillen robando en Mango te salen esos colores.

Así, con esa historia, nos colaron una policía autonómica y democrática para que al final resulte que casca lo mismo que la otra pero rollo nuevo siglo.

Tienen un jefe, Saura (no es el director de cine, no) que no sabia muy bien donde meterse cuando la manifestación estudiantil de Barcelona, Marzo, Plan Bolonia. Y lo peor de todo, es que si me ficharan ahora, no me respetarían ni el nombre. No. Porque por el morro me llamarían “Consol” y no Consuelo. Un horror.

Pero en mi entonces, el desfile era un veneno. Paco Ibáñez lo cantaba, y se lo prohibieron : “Que la música militar nunca me supo levantar…”. Tanto han cambiado las cosas que ahora en Cuba censuran a Juanes y a Miguel Bosé. Por eso sigo sin entender nada. Ahora dicen que nos traen aquí a los presos de Guantánamo, como si no tuviéramos bastante con los nuestros. Medio país en el paro (yo incluida) y aquí nadie sale a la calle. Francia tiene la mitad y esta liando la de san dios bendito. Ni con la mismísima Carla Bruni -aspirante a Jackie Kennedy- a la cabeza se cortan un pelo.

¿Resurgirán los militares con la fuerza de antaño? ¿Volverán a sus economatos, residencias, medallas y asistentes? ¿Serán las dulces niñas góticas las fundadoras de las Madres del Perpetuo Desorden? ¿ Y la niña de Rajoy, estará contenta de una vez por todas ?.

No tengo ya edad para todo esto. El problema es que pienso demasiado. Que aun tengo principios y sobre ellos construiré una forma de protesta sibilina.

Le prometí a una amiga que no pediría el certificado de apostasía, pero creo que finalmente lo voy a hacer. Por creída.

 

http://www.youtube.com/watch?v=BA4wmyicaH0

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