Nosotros
Adoro ese tirón que da tu labio al sonreír
La luna de los sabios y el percance de tu asombro si me ves llegar corriendo
Los paraguas son dos cejas que remiendan un minuto, una espera insoportable
A la hora en punto. El bar nunca se hace tarde, un café negro y bufanda
Este otoño diferente tiene la habilidad de ser en los armarios
Donde un abrigo olvidado halla su razón de ser. Nuevo manto de cayena
Lana en los dos devanada, que invierno blanco de menta
Que sensación encontrada. Un tenor olvidadizo hace escalas en el mar
No hay nadie ya en nuestra playa y escondidas las hamacas
Sin techo auguran un sauce que no se puede plantar
Pero tú marcas la gloria bendita de mis tesoros, eres pirata y guardián
Bosque, corredor de fondo, salvavidas, guardaespaldas, conductor
De estas legañas que se resisten al día. Más allá de un trueno exacto
Las coronas se movían, y todos los destronados nos tuvieron tanta envidia
No se si me gustaría regalarte un papagayo que repitiera el suspiro
Ultimo, cuando dormidos, la ciudad se apaga al fin.
Películas, almohadones, cuatro discos de vinilo y unas cintas de colores
El tuno con que soñé. El trovador de mis días. Alguien famoso que guía
Cada paso hacia esta casa que se enciende por amor.
Sabes que nunca te miento. Que seca y húmeda incluyo en este ultimo libro
Y allí permanece quieto un dragón calcado y fiero que acaricia tu perfil
Marcha a la tierra del oro. Yace infantil a sus miedos, recuerda el antes
Después de haber pasado por mí. Bendito sea el destino
Las nubes negras que insisten en sollozar estaciones en tu honor
Correspondido como nadie a su señor. No se nos mueren los lirios
Y aun vive el girasol. Las plantas celebran solas su condición interior
No dejes que entren extraños. Sabes que este paraíso por encima de los casos
es de todo corazón.
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