URTAIN
Se lanzó al vacío desde un décimo piso. Arruinado y solo. El impacto de aquel gran cuerpo sobre el suelo fué brutal.
Sucedió en 1992, poco antes de las olimpiadas. La noticia me produjo una tristeza distinta. Ya en Febrero de 1969 se había llegado a especular con su muerte: "Boxeo/ Grave rumor, afortunadamente desmentido. Madrid, 8. Esta mañana, alrededor de las diez horas, comenzaron a circular rumores de que el prometedor astro de los pesos pesados José Manuel Ibar "Urtain", había sufrido un grave accidente de carretera. Incluso llegó a decirse que se temía había fallecido a consecuencia de las heridas sufridas. Afortunadamente, todo ha quedado en un fantasmal rumor, porque "Urtain" ha llegado a las once y media de la mañana a San Sebastián, a bordo de un avión de Iberia". (La Vanguardia).
Le ví boxear en el ya desaparecido "Salón Iris" de Barcelona, un lugar emblemático no autorizado para menores al que mi padre me llevaba de vez en cuando. La entrada era extraña, estrecha, decorada con enormes carteles de hombres boxeando. Folledo. Me acuerdo de Folledo. Y el humo denso de muchos puros en boca de unos sujetos que parecían tener sentido únicamente allí. Fuera del tiempo, guetto del macho, coñac y gafas espejo con bigote. No me consideré una extraña pero tampoco estaba a gusto. Creo que me producía aquella misma inquietud de las vacunas, cuando sabías que te iban a pinchar y todo tu temor se centraba en las batas blancas. Miraba las toallas alrededor de los cuellos más anchos que recuerdo y no entendía como podía alguien llamar "peso mosca" a semejante cuerpazo.
Cuando el famoso anuncio del brandy Soberano eligió a Urtain, ya era un tío grande. En 1969, el bueno de Summers realizo una película sobre su vida. José Manuel Ibar, que así se llamaba, nació en el caserío del que tomó su apodo, en Ibañarrieta -Cestona, Guipúzcoa-. Empieza cortando troncos con hacha, deporte vasco denominado aizkolari. Más tarde levantador de piedras, así como arrastre de piedra por bueyes, hasta que se puso los guantes de boxeo, debutando en 1968 con un récord de 27 victorias seguidas por KO. En 1979 fué campeón de Europa. Disputó 68 combates, con 53 victorias, 41 por KO, 11 derrotas y 4 nulos.
Su padre falleció a consecuencia de los golpes recibidos en una apuesta : Sus amigos le saltaron en un bar desde una silla quince veces al pecho, tras haber saltado catorce a su hijo Urtain sin que resultara ni siquiera lesionado. Al parecer, el hecho motivo la envidia del padre, que se apuntó a un juego que le costó la vida.
Urtain era un peso pesado. Besaba la lona como si fuera una hembra, la suya. Tenía la nariz rota y ese tono de voz característico que se adquiere a puñetazo limpio tras muchos combates, con los dedos vendados, protector de dientes y cejas recosidas. Con los años he logrado entender el por qué de una pelea, cuando el cuerpo te pide sangre, subido a lo mas alto del genio, cabreado y fuera de control. ¿A quién no le han dado unas hostias?. Detesto la violencia en cualquiera de sus grandes manifestaciones. Los niños pegan para defender un juguete y gran parte de los adultos concluimos con un puñetazo en la mesa o una patada a la puerta lo que en realidad va dirigido a alguien, una persona de carne y hueso, a la que casi nunca llegaremos a tocar. La fuerza por la fuerza, lucha libre, boxeo, el hombre contra el hombre. Quizá por eso tampoco me gustan los albornoces y las batas de satén.
Urtain se retiro, no tuvo suerte con los negocios y se suicido como había vivido, a lo grande, volando hacia abajo en busca del gran golpe final que reventó sus huesos contra el asfalto.
Había perdido en Londres el titulo de campeón de Europa. Un 10 de Noviembre de 1970, en los vestuarios del Empire Pool, se le vio llorar en un rincón. Tenia el ojo derecho completamente cerrado. Recibió una paliza monumental durante los ocho asaltos que duro el combate. Aguanto de pie, hasta que -según consta en acta- declararon KO técnico en el noveno asalto.
Desde 2008, el grupo teatral "Animalario" se encuentra de gira por diversas ciudades de la geografía española con la obra "Urtain", de Juan Cavestany, basada en la vida del boxeador. Roberto Álamo, el actor que le interpreta, asegura que en el boxeo ha visto poesía.
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