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Consuelo García del Cid Guerra

PADRE PADRON

El PP solicita utilizar el padrón municipal para controlar los llamados “pisos patera” de Barcelona, concretamente los del Raval. El propio gobierno se muestra dispuesto a denegar empadronamientos por “inhabitabilidad”, término ya aceptado como causa que será admitida como tal en la nueva Ley de Gobierno Local.

Según el numero de metros cuadrados de un domicilio “existe un límite de capacidad para albergar personas, y tiene que haber un criterio por normativa estatal a partir del cual los ayuntamientos no estemos obligados a realizar empadronamientos que físicamente sabemos que no pueden responder a la realidad”. Son palabras de Alberto Ruiz-Gallardón. El Ayuntamiento de Madrid esta suspendiendo los tramites cuando comprueba que en el domicilio figuran unas catorce o quince personas, y destina a una patrulla municipal que se presenta en la vivienda. Lo mismo sucede en Barcelona, donde se realiza una visita de inspección. Es decir, se les niega el empadronamiento como se les niega el derecho a una vivienda digna y a un trabajo. No es necesario tanto disfraz para ir directamente a la caza de inmigrantes, legales o ilegales. Personas ante todo, cuya ilegalidad ante tal condición, no existe, aunque la hemos creado documentalmente, con pelos, sellos oficiales y todo tipo de señales. El racismo comienza cuando se le niega a un extranjero los mismos derechos humanos que mantiene y ostenta cualquier nativo en su país de origen. Mucho rollo multicultural, pero a la hora de la verdad se hace muy complicada la inserción ( No “reinserción”, puesto que para reinsertarse hay que estar insertado primero). En esos desarreglos oficiales a modo de convivencia armónica, nos venden una historia que no se sostiene ni con hormigón armado.

Los “pisos patera” son lugares indignos en los que se paga treinta euros por una cama caliente durante ocho horas. Digo caliente, porque durante las 24 horas del día estará ocupada por tres personas que probablemente no se conocen de nada, para poder dormir a cubierto. En ese mismo colchón descansaran subsaharianos, marroquíes, ucranianos o latinoamericanos. Pero créanme: ningún español. Ninguno. Y en muchas ocasiones, supone un negocio basado en la miseria humana del que se lucra un desalmado al que le importa un carajo todo, obtiene dinero negro que no declara ni a su madre y con él se comprara otro piso que será destinado a lo mismo , y acabara teniendo patrimonio, segunda residencia y hasta un barquito de vela si nos ponemos a investigar.

No basta con llegar a nuestro país en patera jugándose la vida, muertos de miedo y de frio. No, porque después les esperan esos pisos donde refugiarse, y a un alto precio conseguido con trapicheos, tráfico de droga o hurtos, puesto que les será muy difícil encontrar trabajo. Ahora, para más inri, se les niega el empadronamiento. Haberlo pensado antes de abrir las fronteras a saco, como si España fuera el paraíso soñado de las postales. No nos engañemos: Nunca hemos tenido papeles ni trabajo para todos. Se les ha explotado y utilizado para realizar las tareas despreciadas por nosotros, se les ha tolerado como si de un mal menor se tratara y se les ha “consentido” una estancia poco, muy poco agradable.

¿Han pensado los señores alcaldes cuantas familias numerosas –que las hay- viven en pisos de menos de 50 metros? Porque si hablamos de limite de capacidad, hagámoslo con propiedad y con todas sus consecuencias. Que se den una vueltecita por Badalona, a ver cuántos pisos de treinta metros encuentran con diez miembros familiares. ¿O será que se trata de una cuestión de sangre y no de patria?. Lo ignoro, pero no me quedare con la duda.

La calle es grande, muy grande. Hay muchos parques y bancos a elegir. Y eso es lo que les espera : La puta calle, sin otra alternativa que la deportación. Alguien debería atreverse a proponer empadronamientos en la calle. Yo, de poder elegir, escogería, sin duda, la Avenida John Lennon.

 

                                                                        IMAGINA

 

 

Imagina que no hay paraíso,

Es fácil si lo intentas,

Ningún infierno debajo de nosotros,

Arriba de nosotros, solamente cielo,

Imagina a toda la gente

Viviendo al día...

 

Imagina que no hay países,

No es difícil hacerlo,

Nada por lo que matar o morir,

Ni religiones tampoco,

Imagina a toda la gente

Viviendo la pida en paz

 

Imagina que no hay posesiones,

Me pregunto si puedes,

Ninguna necesidad de codicia o hambre,

Una hermandad del hombre,

Imagina a toda la gente

Compartiendo todo el mundo...

 

Tú puedes decir que soy un soñador,

Pero no soy el único,

Espero que algún día te nos unas,

                                                                                                                                         Y el mundo vivirá como uno solo.

 

                                                                                                                                                                   John Lennon.

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