Según un informe de la Comunidad de Madrid, “El Madrid de las mujeres,
Avances hacia a visibilidad”, proyecto dirigido por Valentina Fernández Vargas,
“existían en Madrid en manos de ordenes religiosas, instituciones dedicadas a
Mujeres de mal vivir, que tenían un carácter claramente penitenciario y
Funcionaban como centros de reclusión. Las que ingresaban en ellas, lo hacían
Como pecadoras y en calidad de penitentes. Estos centros, creados entre los
Siglos XVI y XVIII, fueron la casa de Santa Maria de la Magdalena ,
Vulgarmente conocida como “Las arrepentidas”. Habían, además, otros centros
Que servían de encierro y corrección a las mujeres “de vida airada”.
En 1895 se puso en funcionamiento el Colegio de Jóvenes Desamparadas
(Adoratrices), que nacía con la aspiración de reeducar moralmente.
Las Oblatas, con un programa parecido al de las Adoratrices, ofrecía apoyo
“a todas las mujeres arrepentidas de sus caídas”.
Cuando conseguí este extenso informe, me quede literalmente helada al leer
lo siguiente: Se trata de una carta de la fundadora de las Oblatas, Maria
Antonia de Oviedo, dirigida al P. Serra. Le transmitía su inmensa felicidad
narrando : “Todas las arrepentidas del asilo hacían penitencia en
el refectorio, y explicaba : “Comer de rodillas ya no es nada. Las ha habido
que han estado tendidas boca abajo todo el tiempo de la comida, otras,
brazos en cruz, otras besando los pies, otras arrastrando la lengua a lo largo
del refectorio, para que Dios las conceda perdón de los pecados de lengua y
boca. Otras, poniéndose de rodillas delante de sus compañeras y pidiendo
que las escupiesen todas, otras, atadas las manos y los pies con cuerdas.
otras, pidiendo la comida por caridad y llorando después de ternura porque
tanto las habían dado, otras esperando que las echaran, como a un perro,
mendrugos por debajo de la mesa…otras, pidiendo perdón con tanta humildad
A todas, otras ayunando a pan y agua, otras llevando cilicios. Cada una tenia la
clase de penitencia para ofrecerla al Señor en una cesta de flores”.
0 comentarios