REDACCIÓN
Tengo la huella cierta del un cordón maltratado. Historia y fuego interno que pesan como fardos. Otrora fue dictado. Ahora es procesión. La mente de los hombres se permite el error. Mis equivocaciones. Sobre gélidas tumbas he recordado ahora el nombre de la afrenta. A tientas una marcha que sacude mis pies con pólvora prestada.
Confundida. Estafada. Siento las manos sucias y carentes de un golpe cuyo estado moral me debía, sin duda. Atrapo esas pestañas que han frotado las lágrimas para ser tu cortina de largos flecos rojos. Seco la breve angina que acusó mi garganta. Voy a gritarte ahora como nunca he podido. Como no supe entonces hasta dónde –atrevida- mis pies de adolescente calzaban bailarinas. Te daré la patada. Protestaré los vientres. Y voy a abrir la boca como un túnel de tiempo donde hasta hoy descansaba la faz de mi memoria. Porque abriré la caja de una inseguridad que aplasta la derrota. Revelaré los códigos y números secretos. Cuerpo a cuerpo con todo. Nada más. Nada menos.
Por el pájaro enjaulado,
por el pez en la pecera,
por mi amigo que está preso,
porque ha dicho lo que piensa.
Por la flores arrancadas,
por la hierba pisoteada,
por los árboles podados,
por los cuerpos torturados:
YO TE NOMBRO, LIBERTAD.
Por los dientes apretados,
por la rabia contenida,
por el nudo en la garganta,
por las bocas que no cantan.
Por el beso clandestino,
por el verso censurado,
por el joven exilado,
por los nombres prohibidos:
YO TE NOMBRO, LIBERTAD,
Te nombro en nombre de todos
por tu nombre verdadero.
Te nombro cuando oscurece,
cuando nadie me ve:
escribo tu nombre
en las paredes de mi ciudad.
Tu nombre verdadero,
Tu nombre y otros nombres
Que no nombro por temor.
Por la idea perseguida,
por los golpes recibidos,
por aquel que no resiste,
por aquellos que se esconden.
Por el miedo que te tienen,
por tus pasos que vigilan,
por la forma en que te atacan,
por los hijos que te matan:
YO TE NOMBRO, LIBERTAD.
Por las tierras invadidas,
por los pueblos conquistados,
por la gente sometida,
por los hombres explotados.
Por los muertos en la hoguera,
por el justo ajusticiado,
por el héroe asesinado,
por los fuegos apagados:
YO TE NOMBRO, LIBERTAD….
Nacha Guevara.
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