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Consuelo García del Cid Guerra

Del Código Penal al Código Moral

Del Código Penal al Código Moral

 

 

Miguel Francisco Montes Neiro es el preso más antiguo de España. Se encuentra entre rejas desde 1976 , TREINTA AÑOS DE CÁRCEL,más de la mitad de su vida. Su delito inicial: Desertar del ejército.

Enfermo de cáncer y hepatitis. Varios intentos de suicidio. No tiene ningún delito de sangre. Todos son menores ( tentativa de robos y contra la salud pública).

Cinco fugas.

Escultor. Los propios celadores de la cárcel han llegado a pagar hasta 9000 euros por sus obras.

Continúa cumpliendo condena en el centro penitenciario de Jaén.

 

Ramón Laso.Con antecedentes penales por doble asesinato.

Detenido en Tarragona el pasado mes de Marzo de 2011 por su presunta implicación en la desaparición de su esposa y cuñado.

En 1993, Laso fue condenado a 57 años de prisión por asesinar a su primera mujer y a su hijo de seis años. Gracias al antiguo Código Penal, sólo estuvo CINCO AÑOS preso. Quedó en libertad condicional por “buena conducta”.

No se trata sólo de una comparación odiosa. Es el retrato de la más pura y dura injusticia, de la doble moral y de la canonización burocrática. Papeles. Sólo papeles. Y sobre el papel no se escribe ni describe al hombre, porque cada persona es un mundo.

Miguel Francisco Montes Neiro, el desertor. Se largó del ejército, incumpliendo una ley que ya no está vigente: El servicio militar ya no es obligatorio. Pero carga con los despojos del siglo pasado, acusando su rancio abolengo y bajo la atenta mirada del dictador, que todo lo puede, incluso después de muerto. A las pruebas me remito.

Seguro que no es un santo. Será porque la cárcel no tiene mucho que ver con los seminarios concliliares, sin ir más lejos.

Los delitos menores cometidos durante sus permisos penitenciarios le convierten en carne de cañón. Ha protagonizado varias huelgas de hambre, y al parecer, su nombre no es más que una serie de informes y causas, que –juntas y por separado- le convierten en el preso más antiguo de España. No es un honor, se trata de una inmensa ironía.

Acudo al clima moral del asunto : Desertar del ejército me parece un hecho lógico. Y fugarse cinco veces de la prisión, también. Desconocía por completo el carísimo peaje que se paga judicialmente por ello. Deformación personal, seguro.

A Miguel, el antiguo código penal no le ha beneficiado en absoluto. Cuestionable manual sagrado donde los haya, que administra el dolor según sus fechas –que no las fechorías- . Porque ese mismo Código le permitió a Ramón Laso, asesino por partida doble, cumplir únicamente cinco años de prisión sobre una condena impuesta de cincuenta y siete. Créanme: Lo he escrito con letras y me mareo.

Laso salió por “buen comportamiento”, mientras que en su cuadro de honor, se amontonan los cadáveres.

Miguel se fugó cinco veces, y eso es portarse mal, pero que muy mal. La traducción moral es que matar sale mucho más barato. Y la realidad legal, el colmo de la injusticia. Se me cae el alma a los pies y siento la vergüenza ajena de un modo indecente.

Ojalá estas palabras puedan llegar lo más lejos posible, y se añadan a la petición de libertad de Miguel Francisco Montes Neiro.

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