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Consuelo García del Cid Guerra

Tertulianos, colaboradores, personajes...

La telebasura triunfó en los noventa. No era suficiente una  determinada prensa escrita tan patética como lamentable, foso de repitles y laberinto de ombligos. No bastaba con insisitir hasta la saciedad –suciedad incluída- sobre cameos varios, infidelidades, trepas, actores de fiesta mayor y secundarias  voluptuosas con pretensiones lógicas – ya entradas en faena- . Y es que por algo se empieza, y el algo lo empieza alguien.

Pepe Navarro cruzó su Misisssipi todas las noches, nos presentó a bombo y platillo una serie de frikis destartalados, descarados y graciosos. Amparado en sus desórdenes, supo sacar tajada a un espacio disitinto que arrasó audiencias como nunca : Pero no jamás.

http://youtu.be/8zD8B7su-PU

No jamás, puesto que supuso el principio de un género denominado basura, califitactivo tan acertado como aceptado : La mierda se asume con gran facilidad.

Personajes- literalmente- sacados de la calle (no como escuela, puro espectáculo) para explotar al máximo su esperpento, locos nada egregios que hacían su primer paseíllo ante las cámaras, tarados y taradas, azafatas del amor recién salidas del instituto y recicladas como actrices mudas ,figurantes varias,, concursos de pedos, eructos, parada de los monstruos y chiringuito temporal . Prensa amarilla, prensa rosa, prensa del corazón. Lo más acertado al respecto es el primer color: ácido, pura bilis. En su rosa, donde el amor se posa, colocaron una montaña de mierda en la que el corazón siempre brillará por su ausencia.

Javier Sardá y sus Crónicas Marcianas marcaron toda una época , convirtiéndose en el clásico más desclasado de la historia televisiva. La pantalla ya no era pequeña. Se hizo enorme.Recuerdo aquella pequeña tetulia semanal de esquizofrénicos, entre los que se encontraba Leopoldo María Panero. Pero duró poco lo serio. No interesó lo interesante. “Tenemos a Leopoldo María Panero”, gritaba Sardá. Y también tuvo a Galindo, a Mariano-Mariano, a Boris Izaguirre…y entre todos, al mejor: Coto Matamoros.

http://youtu.be/nrHjfdrkJDc

“Jaléame la mesa”, le decían. Y lo hizo como nadie.  Ardía la madera,se tiraba al público,repetían su nombre como un slogan publicitario, la marca del marcado, el provocador nato, brillante, alto y calvo, descarado, ofensivo, arrollador. Se enfrentaba al diablo con muchísimo gusto, y Sardá le hacía –o le dejaba- hacer, de principio a final. La noche fue suya.

Se perdió lo mejor: Un auténtico duelo de titanes mentales, porque lo que habría sido un mano a mano Panero-Matamoros, con todo su delito, jamás de produjo en el plató. Abismo, locura, inteligencia, poesía.

http://youtu.be/ZzcQI1fm_hk

Y qué famoso tan grande. Qué poco se conoce su verdadero lado. El verdadero zurdo, rebelde de las mil causas, encausado y cargado de razones con distintas opciones. Coto desapareció del mapa para compartir otras cosas con Jesús Quintero.

 

Y de Crónicas Marcianas a lo último (textual.Mente): Sálvame. El espectáculo diario más cutre y chabacano que todo el mundo acepta, medio mundo contempla, y la otra mitad, a cachos, lo mira mientras niega conocer su existencia. No nos engañemos, que las audiencias cantan.

De entre todos y todas la más interesante: Charo Vega. Puesta para la ocasión, conocedora de sí misma y de un todo por el que se pagaría mucho. Mujer en la sombra que apareció por primera vez para defender el buen nombre de su abuela, la gran Pastora Imperio, en boca viperina de ese grano mediático vilipendioso que mete la gamba donde puede con tal de seguir estando. El personaje estaba hecho. Abanico en mano, señora donde las haya, gitana real que supera toda ficción. Y se la han perdido. Mira que eres torpe, JJ. Y bastante borde, por cierto. Porque no se despide a una colaboradora presentando –sin avisar- a una amante de su ex. Está feo, chaval. Con Charo estabas a tiempo de dar el tono, la nota definitiva y una bomba de oxígeno al corral que has montado. Lo que se entiende por sanear, vamos. Pero no sabes. O no te interesa. Y es que no es lo mismo estar gordo que estar hinchado, del mismo modo en que existe –todavía- la diferencia entre un par de huevos y una web. Pero tú no te enteras. Sin embargo –y sin saberlo- le has hecho un gran favor : Nunca será un juguete roto.

¿Por qué Charo Vega no ha continuado en Sálvame? …ella sí que es de luxe. Será la envidia, o puede que la ignorancia. Muy mal, JJ. Pero que muy mal. Qué horror. Qué espanto. ¿Qué le pasó a este hombre que se equivoca tanto?

http://youtu.be/WrzbgiAJYtE

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