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PASILLO
Analizo mi escote y busco por si alguien, dentro
Del cuarto oscuro piensa en recluír de nuevo
A las niñas malvadas por sus torpes embustes
A los perros
Al cuaderno borroso de tu caligrafía
Cien veces : No lo volveré a hacer. De nuevo
Las piedras son divinas sobre cada tropiezo
No me gustan los ángeles. No existen.
No rezo a dios alguno ni siento ese respeto
Sobre la nuca joven de un hombre que me mira
Devuelvo la intención, sigo y pregunto
Su nombre.
Algunas veces cae como granizo, inmenso
Otras paso de largo y un tren cercano silba
Medio siglo se acerca y no temo la cifra
Será porque me gusta insistir
Y estoy viva.
ADOLESCENCIA
Y no fueron felices, colorín colorado, mentirosa. Te sabías los cuentos
A cambio de un pedazo de pastel o de perfume, de una barra de labios
Su teléfono estaba escondido con todos los secretos. El período, regla
De almanaque gastado que no quiere los días ni los viajes muy largos
La adolescencia es un billete de metro revisado. Monedas y propinas
Susurros en la oreja. Un relicario, un sello, media canción. Actores
Imposibles, tú y yo, ahora no puedo. Te llamaré más tarde.
Fumar en los lavabos, borrar los besos, morir y desearlo. No me dejan
No puedo. Son las nueve, es muy tarde. Yo te llamo. Un cuaderno
De nombres, chinescas sombras, amigas para siempre, no me olvides.
La corteza de un árbol y un corazón escrito en el invierno. Salida
Acampada, guitarra, sueño roto. Tu nombre la pared, mi nombre
En los lavabos. Yo te llamo. Una playa recuerdo, un pájaro y tu jaula
Tres colegios. La marca que florece iniciando tu pecho. Los pelos
Ordinarios, nosotras. Una nota prendida en el ojal del miedo
Me quiere, no me quiere, yo le quiero. No sabe que me muero
Su colilla que huele al sabor de su dedo. Corre mientras te llaman
Sigue mintiendo. Novillos, jaque mate, dieciséis, diez y siete
Cuadros, flequillo. Breve mantilla negra. Miércoles y Domingo.
Entre mi falda crece la posibilidad. No viene. Dijo a las tres.
No viene. Mariposas, membrillo, pan con nueces. Un vaso de agonía
Esa angustia creciente. Cuéntamelo, qué ha dicho. Una marca
En la arena del verano perdido. No le volveré a ver. Su inicial
En todas partes marca los asuntos. Castigo. El primer bar. Fin de curso.
Función, cantor, medida, todos los pianos tiemblan. La cuchilla
De afeitar sobre mis cejas. Poblados y desiertos, agujero
En la oreja. Sangre por dentro y fuera. Llámame.
No te olvidaré nunca. Tengo frío. Sucede. Un roce sin destino.
Francés, problema, canto. Adán y Eva. No sé vivir sin ti.
La perdiz es amarga. Es cierto. Lo decías, verdad, tú
Lo has escrito : “Todas mueren a los quince”. Y nos morimos.
SALÓN
Vendaval a cubierto que inventaba mi padre sin saber del misterio
Cuatro sillas unidas en el final del tiempo. El dibujo perdido de la alfombra
Final sentimental que jamás dio sentido a tantas fotos. Album
Que no se sabe. La maceta sin flor no sobrevive. Nosotros somos poco
Sobre un largo apellido en su olvidado honor. Nobles
Qué pena , qué claridad de bosque y desperdicio. Galgos y cacerías
Todas las tardes, todas. Un reloj de campana solemne y caprichosa
Los nombres y su casa, la dirección concreta que se pierde. Somos ricos
Y pobres herederos del polvo. De lo antiguo y lo viejo, de las cajas
Absurdas. Del viento de abanicos mezclados con navajas. Un gitano y un rey
Dos barajas de cartas. Ese ruído traidor de la venganza. Trampas.
Medallas sin valor , raso arrugado, inútil. Sacar brillo a la plata, conservar
Disecado el lagarto de aquel día de invierno. Tendido al sol un trapo.
Se adivina mañana como un día muy largo. La radio está encendida
Al calor de los cuartos . Apaga la luz, dijiste, ya es muy tarde.
Soñaba con el color del metileno, sabes. Soñaba con ser tú y con la luz
De un descarado sol al mediodía. Ya tengo pasaporte. Me voy, deja
Que busque otro lugar vacío donde poner el resto. Tira el baúl ,
Vuelve a la siesta tonta que recuerdo a lo lejos. Me despierto mojada
Habrá sido la lluvia de ventanas cerradas. Tal vez he sido yo.
No me hagas mucho caso. Todo pasa.
ES UN PLATO QUE SE COME FRÍO
ES UN PLATO QUE SE COME FRÍO
Habrá que procurar un techo a las arañas antes de navidad
Que no teja tu caspa puntillas a golpe de bollillo
No me gusta tu tiempo. Es inútil tu olor.
Extiende las ventanas y que la vida entre
Reparte las legañas a la hormiga mayor
Tírate al agua y rueda arena abajo
Allí estarás perdido. El miedo te hablará sin respirar
Mojado, reducido, pareces una rata implorando el bautismo
Adulto envenenado sin un solo bolsillo
Desnudo, manos pálidas, ridículo
Jadeando hacia arriba como otro animal
Sin dormir, sin saber. A título de estiércol
Te maldije hace mucho. Y ahora
Este paisaje tuyo que satisface tanto, escribe
Una sola palabra, magnífica, grandiosa
Definitiva al peso insensible de un murciélago
Sucia, negra, cargante. Como lo que tú has sido.
Está escrita en la sed de tu garganta
Te miran los hurones, las serpientes de agua
Y el hada de los sueños se coloca ante ti
Para gritar : Venganza.
EL PADRINO
feliz cumpleaños, Lissy ¡¡¡
miseria- de Pere Manubens Bertrán
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