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Se muestran los artículos pertenecientes a Septiembre de 2009.

LYS

 

 

 

 

 

Hoy hace cinco años que te fuiste. No querías cumplir los cuarenta y los tuviste,  a la fuerza, durante muy pocos minutos. Te acostaste la noche del 31 de Agosto para no despertar, y tu cumpleaños se produjo solo, en silencio, sin canción. Me preguntabas, siempre, si te recordaría. No me creías, nunca, cuando yo respondía que eras bella, única, dolorosa y gloriosa al mismo tiempo. La mejor persona, la mejor amiga, la mas grande mujer, el inmenso ser humano …que gran desperdicio, Lys. Recordarte no basta. Nunca será suficiente por encima de tantas historias. Paso con frecuencia por delante de la puerta de tu casa. Es imposible no sentirlo. Levanto la mirada hacia el balcón vació. Me pregunto quien la habitara, y si tu espíritu con forma de fantasma pasea las estancias. Siempre he creído que una mujer sin ojeras no es de fiar, y por eso tu has sido de toda confianza. La mejor para todos, la peor para ti.

Feliz Cumpleaños, Lys.

Martes, 01 de Septiembre de 2009 16:00 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

2 de septiembre

 

 

 

 

 

Puedo verte, marrón, con aquel abrigo ancho. Te miro, sin esfuerzo, tiempo atrás . No nos ha ido tan mal, si lo piensas. En frío y en caliente hemos vivido. Todavía. Amores, avenidas, empresas, calvarios y cuchillas…bueno, mujer…

Tu la mayor, la mas valiente, la tremenda . De aquí para allá unos cuantos aviones para verte. Tenias una hermosa melena lacia junto a tus ojos verdes.

Somos Virgo las dos. Será por algo. Es miércoles. No llueve , pero el cielo revienta de calor. Anoche escuche truenos y pensé que –sin duda- no estarías durmiendo. Me dije, esta bandida sigue trasnochando en silencio. Se busca, desencuentra, escribe, desmadeja, devanea. Conozco tu rincón, la forma de esa silla, como te mira el perro y cuando acercas el rostro hacia la lámpara. Fumando, condenada. Reconozco tu espalda entre todas las espaldas. De soldado leal ,rebelde por la causa, bruja de mis asuntos, confidente. Te gustan las angulas y las rosas. Lees como ninguna los textos de la gente. Te provocas. Te privas. Regalas. Consecuente. Política, incorrecta, aluvión de volcanes, tsunamis imposibles en boca del león. Carpe diem el tuyo.

Y te sigo los pasos auque no digas nada. Las letras de ese libro inclinan la razón. Un restaurante chino si no da para más. Abanico hemisférico que aturde algún pasado, y quien no, ya lo sabes, quien se te queda siempre y no se va.

El día te acompaña, no dejes de pasar, que hemos tenido mucho y el tiempo se hace escaso. Feliz cumpleaños, mujer. Hermosa, lineal, rotunda, sabía. En lo demás, me sabes. Te quiero hasta el final.

http://www.youtube.com/watch?v=hoCZ8H0RAsA

 

Miércoles, 02 de Septiembre de 2009 15:03 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

vuelta al colegio

La vuelta al colegio, como el final de curso, siempre me han provocado una cierta tristeza melancólica No dejan de significar principio y fin de una etapa, cuando niños, muy larga. Mi padre me dejo en la escuela Montessori por primera vez cuando el Corte Ingles todavía no tenía importancia. No recuerdo la cartera ni los lápices, pero si una pequeña bolsa de trapo donde se leía “mi merienda” bordado en rojo.

Yo deje a mis hijos en la guardería con un gran sentimiento de culpa. Pase toda la jornada de trabajo deseando que llegara la hora de salida para recogerles. Con el tiempo se convirtió en algo rutinario, pero el primer día y el último siempre son especiales. Se te hace un nudo en el estomago por llegar y otro por despedirte. No sabes si a la vuelta estarán los mismos compañeros, a que amigos no volverás a ver, y que profesora te asignaran.

Todos hemos tenido muchos maestros. Académicos primero, y mas tarde los encontrados en el camino. Acostumbramos a recordar anécdotas graciosas, castigos injustos, aquel que “siempre nos tuvo manía”, y quienes de verdad nos enseñaron algo. No necesariamente la materia, algo valioso que se nos ha quedado grabado para siempre como norma de conducta, idea, casi manual.

Para mi, fue la señorita Laly. Apareció por la tarde el segundo día de curso. Llevaba unos pantalones de pana azul turquesa y un jersey grueso de lana blanco con cuello alto. Tenía el pelo muy largo y lacio. Delgada, elegante, casi altiva. Sus ojos siempre estaban sombreados de un azul verde mar y un ligero toque rosa brillante en sus labios la hacían distinta a todas.

“Me llamo Laly –dijo- y soy vuestra profesora de literatura”. Acto seguido abrió un libro de poemas y recito en voz alta:

 

 

Amiga

Para cristal te quiero,
nítida y clara eres.                                       
Para mirar al mundo,
a través de ti, puro,
de hollín o de belleza,
como lo invente el día.
Tu presencia aquí, sí,
delante de mí, siempre,
pero invisible siempre,
sin verte y verdadera.
Cristal ¡Espejo, nunca!
 
Fue el primer comentario de texto, y no valían los libros ni las frases hechas. 
Había que hablar desde dentro, exponer sentimientos, plasmar toda nuestra joven sensibilidad
Teníamos trece años y a todas nos daba vergüenza. Anotábamos entre las páginas de nuestros cuadernos estupidos pareados, 
citas cursis, corazones atravesados con flechas, iniciales y mensajes cortos típicos de una adolescencia pesada 
que parecía no acabar nunca. Y temblábamos de miedo cuando nos hacían salir a la pizarra. 
La señorita Laly nos descubrió la poesía mientras se descubría ella todas las tardes esforzándose en hacernos comprender
 y despertando un interés desconocido hacia el otro lado, el que no se encuentra nunca en un examen pero donde se rinden
 cuentas día a día. Era una postura, una mujer exquisitamente sabia, delicada, presente, constante y singular. Nunca dejo de ser bella. 

 

Jueves, 03 de Septiembre de 2009 19:01 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

MASONERIA

Masones :La iniciación espiritual a través de los símbolos.

 

 

 

 

La masonería es una sociedad secreta de carácter iniciatico, filantrópico y filosófico, con el fin de la búsqueda de la verdad ,así como del desarrollo moral e intelectual del ser humano..

Se organizan en estructuras llamadas “Logias”, agrupadas en organizaciones superiores denominadas “Gran Logia”, “Gran Oriente” y “Gran Priorato”. Constituye un sistema de moral ilustrado y referenciado por símbolos a modo de doctrina. Se atribuye a Hiram Abif, arquitecto del Templo de Salomón, la fundación de la Orden. No obstante, se han encontrado textos en los que se considera también como posibles fundadores a diversas figuras bíblicas como

-Tubalcain

-Noe

-Moisés

-Adán

Así como a los constructores de las pirámides del antiguo Egipto, a los Collegia Fabrorum Romanos, a la orden de los Templarios, Rosacruces y Humanistas del Renacimiento.

La palabra “masón” proviene de los albañiles medievales, que ya entonces disponían de lugares de reunión y amparo cercanos a las obras y denominados “Logias”.

Si contemplamos la ceremonia de iniciación de un masón :

 

http://www.youtube.com/watch?v=CqVSalm-OeE

 

a cualquier profano y desconocedor de la masonería puede llegar a parecernos tanto esotérico como extraño, incluso con ciertos tintes imaginariamente diabólicos. Si analizamos la ceremonia de la iglesia católica, en la que se consagra el cuerpo y la sangre de Cristo, que aparece en el centro, crucificado y con sangre en manos y pies tras haber sido torturado, resulta, indudablemente, mucho mas dantesco, con la única diferencia –que no es poca- de que se trata de la “religión oficial”, impuesta desde el principio de nuestra memoria. Tanto el aspecto de la iglesia como los ornamentos sacerdotales son símbolos a los que nos hemos acostumbrado. Por tanto, no debe sorprendernos en exceso la presentación de otros desconocidos.

En la masonería, el Gran Arquitecto del Universo –expresado como GADU- representa al ser Supremo , imprescindible tanto en creencia como invocación, aunque la interpretación es libre. Para algunos supone el Dios creador , para otros la idea del principio de naturaleza indefinible, así como el principio del ideal masónico.

 

 

                                 

Sin embargo, la historia de los masones esta repleta de especulaciones.y sus orígenes son oscuros. D.Santiago Rio, Asesor del Gran Maestro de la Gran Logia de España, afirma que hay que partir de dos premisas:

 

“la masonería operativa y la masonería especulativa. Por un lado nos encontramos con la masonería operativa, gremio de canteros que, sobre todo, construían catedrales góticas. Se trataba de un gremio muy cerrado, por los conocimientos que manejaba sobre el levantamiento de catedrales y por los códigos de comunicación que empleaban sus miembros. Hay que pensar que la construcción de una catedral era una labor larga que abarcaba varias generaciones. Los canteros vivían en las posadas de los pueblos, y en las horas de descanso se reunían en una choza -de donde proviene el término logia- para cambiar impresiones o comer. Con el devenir de los tiempos, estas construcciones góticas proporcionaron algún tipo de conocimiento iniciático. Un grupo así, que se mantiene tanto tiempo junto, termina derivando ineludiblemente hacia las inquietudes del ser humano.”

Por otro lado, Jasper Ridley en su libro “Los masones, la sociedad secreta más poderosa de la tierra”, describe el desarrollo de la francmasonería desde las primitivas logias de la Edad Media a los masones del siglo XVIII, pasando por la Gran Logic de Londres en 1717 y la difusión de la bula papal el 1738, que condeno y marco el comienzo de una guerra de 250 años entre masones y católicos. Analiza su papel en la revolución norteamericana de 1776, y la creación de los Estados Unidos y su responsabilidad en la Revolución francesa, pasando por el significado de la opera La, flauta mágica de Mozart. También examina el caso de William Morgan, un hombre que, casi con seguridad, fue asesinado por los francmasones en 1826 en el estado de Nueva York para impedir que revelara secretos masónicos, lo que provoco un estallido de furia antimasónica en los Estados Unidos a lo largo de la década de 1830. Ridley analiza la persecución a los francmasones por parte de Hitler, quien los acuso de ser agentes de los judíos y de ayudarlos en su intento de dominar el mundo; las dificultades que los masones encontraron en Japón y en otros países; el efecto que su actitud de ocultamiento y sus ceremonias produjeron en su imagen publica y su relación con las mujeres, razón por la que fueron criticados durante casi trescientos anos. Compara la francmasonería británica, que consiste en una organización compuesta en su mayoría por comerciantes de clase media bajo protección de la realeza, con los francmasones revolucionarios a izquierdistas de Francia, Italic y América Latina. Por ultimo, estudia la posición de los francmasones en nuestros días, evaluando hasta donde se justifican los temores y las sospechas que aun generan, y si serán capaces de adaptarse al mundo del siglo veintiuno.

Viernes, 04 de Septiembre de 2009 17:57 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

gripe A

 

 

 

 

 

 

 

No es 1 de Diciembre, su día mundial, pero si mi jornada particular. Hoy leía distintas noticias sobre nuevos tratamientos para el SIDA. Ahora, después de tantos años, puedo distinguir perfectamente esos rasgos faciales con hundimientos típicos y la mirada hacia dentro del afectado. Algunos le llaman “el bicho”. Si se cuestiona el hecho de dar o no la mano a un enfermo de gripe A, cualquiera puede imaginar lo que supuso el principio del llamado Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, la peste social del siglo XX. Alguien, creo recordar, llego a decir que era un invento del Vaticano. ¿Quiénes eran, al fin y al cabo , los afectados? . Drogodependientes, promiscuos-as, homosexuales…¿se podía pensar sin caer en la insensatez que se trataba de una especie de “limpieza social” para retroceder y recuperar los viejos valores tradicionales? ¿Por qué, durante años y años, la medicación contra el SIDA únicamente estaba comercializada por unos laboratorios concretos? ¿Hasta que punto se jugo con los “cocktails” facultativos convirtiendo a los enfermos en conejillos de indias? . Los veíamos pasar y los vimos morir rápidamente. Primero con nombres de egregios famosos : Nureyev, Mercury, Hudson …que se reconocieron públicamente infectados , que fueron lánguidamente compadecidos, besados en publico por amigos y acompañados en el ultimo viaje por medios de comunicación. Su ausencia sembró el miedo, un pavor desconocido , tanto como la enfermedad, en busca de formulas imposibles, sin vacuna, pero con miles de tratamientos alternativos contra la muerte, esa bestia negra que arranca sin piedad millones de vidas en los que se suponen los mejores tiempos, porque son y fueron muertos jóvenes.

Si ahora se cuestiona el hecho de dar o no la mano a un enfermo de gripe A, estamos retrocediendo de nuevo. Regresamos al más puro Neandertal, al origen salvaje y despiadado del hombre que se movía por en mundo en cueros vivos y a punta de lanza. No habrá servido de nada tanta conciencia social tras la peste, porque los mismos males continúan matando de una forma u otra. Hemos avanzado, si, puesto que ya se habla de “enfermedad crónica”, y ese mal puede durar un  largo, largo tiempo, embutidos de pastillas, sometidos a análisis y revisiones periódicas, vómitos habituales, subidas y bajadas de linfocitos, niveles de astringencia …y si a ello le añadimos la gripe A, es la puntilla, el remate y la forzosa extremaunción, aunque sea sub condicione. La alarma social que se extiende día a día nombrando y cuantificando los muertos nos provoca una tremenda inseguridad. Si no se ha podido con el SIDA, se podrá con esta gripe?. En cualquier caso, insinuar siquiera la posibilidad de negarle la mano a alguien por miedo a ser contagiado, es una indecencia. Lo es, si no se habla claro, si no se informa adecuadamente, si se juega con los desatendidos (Rayan) , si se manipula la información, que sube y baja como si de asuntos del corazón se tratara. No es una noticia mas, se trata de nuestra salud, nuestro riesgo y nuestra vida. Fundamentalmente, se trata de nuestra moral. No nos la malogren, por favor. Porque yo, con toda rotundidad puedo afirmar que jamás le negare la mano ni el abrazo a enfermo alguno, tenga el virus que tenga.

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=e1SCFIqiIpQ

 

 

Sábado, 05 de Septiembre de 2009 16:52 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

mohamed chukri

 

 

 

 

 

Fue un niño de la calle. Nació en el Rif, en el seno de una familia numerosa y muy pobre. Sufrió los constantes ataques violentos de su padre. Huyendo de la miseria se trasladan a Tetuán, de allí a Tánger y mas tarde a Oran. A los once años huye de su familia y sobrevive en las calles de Tánger, convertido en vagabundo y dedicándose al robo, el contrabando y la prostitucion.

Analfabeto hasta los veinte años. En 1955, una persona le enseña a leer y escribir en árabe, y en 1956 se instala en Larache para matricularse en una escuela primaria, estudios que continua hasta graduarse. Regresa a Tánger en los años sesenta, donde se adentra en la vida nocturna.

“Como otros creyeron en la existencia de la Atlántida, yo creo en la existencia de Tánger. En esta ciudad, el hada tenia una varita que se llamaba Osadía”.

Conoce a Paul Bowles. Tennesse Williams,Jean Genet, Ginsberg, Burroughs... personas con las que se adentra en el entorno cultural. En 1973 publica “El Pan Desnudo”, novela que supuso un verdadero escándalo en Marruecos, siendo el libro vetado durante años por el Ministerio del Interior, prohibición que no seria revocada hasta el 2000. Con el alcanza éxito internacional al tiempo que entra en la lista negra del islamismo, aunque el siempre aseguro que seria el cáncer lo que le acabaría matando, no el integrismo fanático.

 

 

 

Se tradujo primero al francés en 1980,

“El pan Desnudo” narra las experiencias de Chukri como niño de la calle, cuenta las brutales palizas de su padre, que llego a asesinar a su hermano pequeño y a violar a su madre repetidamente, habla de sexo con una crudeza ofensiva, de pedofilia, drogas y alcohol. Fundamentalmente es un largo relato sobre la injusticia, la pobreza y la miseria que plasma la realidad del verdadero Marruecos. Chukri fue un autentico “maldito”. Nunca quiso formar una familia ni tener hijos por miedo a reproducir el mismo esquema que vivió en su infancia. Nunca olvido ni perdono a su padre, un desertor del Ejercito Colonial.

“Yo estoy comprometido socialmente. Me inclino a defender las clases marginadas, olvidadas y aplastadas. No soy Espartaco, pero creo que todas las personas tienen una dignidad que tiene que ser respetada, aunque no hayan tenido oportunidades en la vida”. Quienes le conocieron, hablan de Chukri como “el gran señor de los márgenes, generoso, amigo de sus amigos y una persona maravillosa”.

Hablaba español con fluidez debido a la época del Protectorado Español sobre el norte de Marruecos y abría las puertas de su casa a todo aquel que quisiera conocerle. Admiraba, también, la literatura española. Su obra ha sido traducida a cuarenta lenguas y es el mas grande escritor de Marruecos. Poco antes de morir, declaraba : “Solo ahora, que me estoy muriendo se dan cuenta de que soy escritor”. Mohamed VI se ocupo de que tuviera atención médica en un hospital militar de Rabat y creo una fundación para conservar su obra. Murió en 2003, a los 63 años de edad, victima de múltiples canceres producto de sus excesos. Con el, de alguna forma se arrugo la ciudad de Tánger, que no volvió a ser la misma. “Es una ciudad para no volver a casa y por eso es peligrosa”.

Chukri dejo una pensión vitalicia a Fathia, su empleada domestica, que estuvo a su servicio durante más de veinte años.

Fue enterrado ante la presencia del Ministro de Cultura Marroquí, altos funcionarios y representantes del Palacio Real. El niño de la calle se fue con honores de sabio, que lo fue, de personaje hecho a si mismo, luchador incombustible, el mejor entre los buenos.

Es prácticamente imposible conseguir un solo ejemplar de “El Pan Desnudo”. Todas las ediciones están agotadas y no se han reeditado. Sus obras son la trilogía autobiografica, junto con “El Pan Desnudo”, “Tiempo de Errores”, “Rostros, amores y maldiciones”. Dos novelas escritas entre los años 60-70: “El loco de las Rosas”,  y en 1980 “La Tienda”. Escribió, también, sus memorias sobre los encuentros con Bowles. Genet y Williams. (Jean Genet y Tennessee Williams en Tánger, 1992, Jean Genet en Tánger, 1993, Jean Genet, continuación y fin, 1996, Paul Bowles, el recluso de Tánger, 1997). Ha traducido al árabe poemas de Bécquer, los Machado, Vicente Aleixandre, Lorca, Labordeta, Susana March...

 

                                EL PAN DESNUDO (Fragmento)

 

“Lloraba la muerte de mi tío junto con algunos chicos. Ya no lloraba solo cuando me pegaban, o cuando perdía algo. Ya había visto llorar también a otros. Era la época del hambre en el Rif, la sequía y la guerra.

Una tarde no podía detener mis lágrimas de tanta hambre que tenia. Chupaba

Y rechupaba mis dedos. Vomitaba solo saliva. Mi madre me decía, para calmarme :

-“Cállate, vamos a irnos a Tánger. Allí hay pan en abundancia. No lloraras más por el pan cuando estemos allí. En Tánger la gente come hasta saciarse ¿Ves a tu hermano? El no llora.”

Dejaba de llorar cuando veía su cara pálida y sus ojos hundidos. Pero la paciencia que me infunde el mirarle no duraba mucho…Vimos cadáveres de animales mientras nos íbamos a pie de camino al exilio…Los rondaban perros

Y pájaros negros. Hedían tripas abiertas, podredumbre.

Por la noche se oía el  aullido de los lobos cerca de la tienda que montábamos alli donde el cansancio y el hambre podían mas que nosotros. Incluso algunos

Enterraban a los suyos donde caían muertos, victimas del hambre…”.



En Tánger no vi las montañas de pan que me había prometido mi madre. También había hambre en este paraíso, pero era men

RAÍCES

(texto inédito de Mohamed Choukri)

FUENTE: La revista digital “Pliegos de Opinión”

Aquellos que han leído mi autobiografía, El pan desnudo , saben que soy hijo de la inmigración.

 


MOHAMED CHOUKRI

Fue en los años cuarenta. Mi territorio de origen, el Rif, padeció una terrible sequía. Los míos, como todos los demás, fueron arrojados a los caminos por el hambre y la escasez. Tomaron los caminos del exilio unos hacia Orán, otros hacia la zona norte de Marruecos y especialmente a Tánger. Desde Beni Chiker, aldea próxima a la ciudad de Melilla, transportamos un solo y único bien: el rifeño, nuestra lengua.

Tenía siete años cuando encallé en Tánger, el Paraíso de la época. Y, cuando quería jugar con otros niños del arrabal donde mis padres habían plantado su barraca, encontré la persecución: - “Vete de aquí, hijo del hambre”. “¡Largo! ¡Fuera, rifeño!”

¿Será natural la crueldad en los niños? En cualquier caso, sabe ser espectacular.

En este mismo arrabal vivían gitanos y andaluces, tan marginados como nosotros, los rifeños, pero gozando de un estatus menos precario que el nuestro. Hacía mucho tiempo que estaban instalados allí. Ganaban su vida algunas veces haciendo trabajos manuales, otras veces robando. Sus hijos me aceptaron y trataron como uno de ellos. Unía con frecuencia mi fuerza a la suya para atacar a los otros niños del suburbio, los más violentos, los marroquíes. Estos niños gitanos y andaluces me enseñaron no solamente a defenderme, los niños hablan sobre todo con el lenguaje del cuerpo, sino también a pronunciar las primeras palabras en español. Es así como aprendí el español antes que el dialectal marroquí. La lengua del exilio.

Todavía hoy, el Mediterráneo es un espacio de exilio, de inmigración. El hambre no es tan violenta como en el pasado, pero ha dejado paso a sus secuelas: el marasmo económico, la elevada tasa de paro, los accidentes ecológicos, la guerra étnica, todos vectores del mismo efecto inhumano, todos fuente de desestabilización.

Estos factores están en el origen del desplazamiento masivo y con frecuencia incontrolado de hombres en una geografía perturbada por la Historia –antigua y moderna-, por las ideologías y los sistemas económicos. Así, se vuelve difícil hablar actualmente del porvenir del Mediterráneo sin vernos enfrentados a esta siniestra realidad.

El escenario actual es sombrío, casi apocalíptico, como ya constaté en 1993 en otra comunicación. Todavía hoy, me veo obligado, moral y humanamente, a denunciar:

• El fenómeno de los espaldas mojadas .
• El fenómeno de las barcas de la muerte ( pateras )

La emigración ha cambiado de cara: se ha convertido en silenciosa y mortífera. Si la emigración fue, en el pasado, una prueba iniciática que acrecentaba el humanismo de la persona y le permitía pasar de un estado de indigencia a un estado de enriquecimiento, se ha convertido, actualmente, en una antecámara de la muerte, real o metafórica. La candidatura a la emigración es una candidatura a la muerte. Expulsado por las carencias y la sequía, arrojado en brazos de la aventura, el emigrante no lleva con él más que un rayo de esperanza y un asustado soplo de dignidad. Conozco los asuntos de la vida errante. Yo también he sido perseguido por niños y viejos, pero me fue dado aprender la lengua de mis perseguidores. Es verdad que intentaba entonces disimular mi acento para ocultar mi origen indeseable en una sociedad que despreciaba a los rifeños. Pero terminé por triunfar sobre esta lengua estructurada y poderosa, clara y extranjera. La sometí a mi ley. La vencí.

¿De qué triunfo se jacta el actual emigrante? ¿Sobre quién?

 


SUEÑOS ROTOS EN EL MAR

Asistimos actualmente a una pérdida de valores morales que provoca por todas partes un estallido de las sociedades que las han producido. La costa sur ha aceptado también la filosofía de “el tiempo es oro”. Intenta, también ella y por todos los medios, hacer suyas las ideas utilitaristas y la lógica cartesiana. Favorece a los grupos económicamente fuertes. Aparca a sus marginados en las zonas periféricas. Todo eso tiene como consecuencia que los jóvenes, hombres y mujeres, sueñen con otra tierra, con otra vida. Ocurre que son justamente los menos tocados por el virus del fracaso. Ocurre que, justo frente a ellos, en la punta de sus miradas, espejea una tierra más clemente, o así lo creen ellos, la de la ribera norte. La desean. La codician. La acarician. Desean, cueste lo que cueste, fundirse con ella.

Adelante, hacia la aniquilación.

El litoral español se alcanza desde Tánger en menos de una hora.

El transportista hace pagar caro este sueño a aquel que quiere ir a su encuentro. Millares de dirhams. Una suma con frecuencia difícilmente adquirida. Estos Ulises modernos no vuelven siempre de sus aventuras. Los dioses del Olimpo también han emigrado.

El abismo que separa los países ricos de los países pobres es más profundo que nunca. La sociedad de consumo, la opulencia de Occidente, el mito de la democracia, han operado una fascinación inigualable sobre los pobres del tercer mundo. En los países ex-comunistas, millares de personas tenían sus maletas ya hechas, aguardando una aparente esperanza, para venir a la Europa rica. En mi país, centenares de clandestinos intentan cada día atravesar el Estrecho, arriesgando sus vidas sobre pequeñas barcas. Obstinados en su búsqueda de la tierra prometida, provocan a la muerte. Italia conoce este problema. Europa actualmente asiste a este fenómeno con angustia. Ve su ciudadela asediada por todas partes y, para protegerse, intenta (quiere) transformar sus fronteras en una fortaleza inexpugnable.

La muralla de hierro se transforma en una muralla de arena. ¿Qué quiere la Europa opulenta si no salvaguardar su riqueza?

En el Mediterráneo la situación es esquizofrénica. Los países, divididos geográfica y psicológicamente por un modelo nórdico y materialista, buscan soluciones tecnológicas a problemas culturales y sociales, y con la intuición de que las soluciones no podrán ser más que intelectuales; adoptan estrategias inadecuadas. Pues la respuesta a todas nuestras cuestiones puede encontrarse en el pensamiento mediterráneo y orientalista de nuestros humanistas. La hazaña de Ulises puede servir de modelo. Este héroe que surca los mares, errando durante diez años en busca de la verdad, era un emigrante que Ítaca ve volver tranquilizado por la sabiduría y profundamente humanista gracias a su periplo.

Yo fui Ulises, en un momento de mi vida. ¿He dejado de serlo?

He recorrido un periplo como el suyo. Lo recorro aún. Mi espacio de aventura es un espacio escriptural. Mi madre es la escritura. Mis pruebas son de orden intelectual.

Recuerdo que mi madre me obligaba a hablar en rifeño y me prohibía hablar otra lengua que no fuese aquélla. Nacido en el Rif, yo debía continuar hablando la lengua de mi tierra, decía. La muerte libró a mi hermano Abdelkader de esta guerra. A mis otros hermanos y hermanas, hijos e hijas del exilio, no les concernía esta batalla. Eran libres de utilizar la lengua de sus ancestros o la de su tierra natal.

Como ustedes saben sin duda, no supe leer y escribir hasta los veinte años. Aprender una lengua que no era la mía y poseerla fue una prueba, un desafío antes de ser una profesión. Aprendí el árabe clásico con los límites que se imponen a un autodidacta. Sin embargo, alcancé a enseñarlo en las escuelas primarias y secundarias. He podido escribir libros gracias a esta lengua. Solamente, a pesar de mis esfuerzos, a pesar de toda mi voluntad de expresarme en esta nueva lengua, una nostalgia silenciosa y no obstante viva me ata a la orilla de mi lengua materna y sólo se aplaca con su utilización. No soy más que un niño adoptivo en todas las lenguas que utilizo para hablar o para escribir, incluso la lengua del Profeta: no puede colmar el vacío que me ocasiona la ausencia de mi primera lengua, aquélla de la que fui desposeído.

En el exilio, cuando todas las lenguas valen, he hecho de la lengua árabe un instrumento para comunicarme con la sociedad en la que vivo. No me arrepiento de haber aprendido el árabe y de haber escrito en árabe todos mis libros. Diré más, me siento privilegiado frente a mis compatriotas que utilizan otras lenguas distintas a la de su sociedad de origen y que son tratados de ingratos y renegados a pesar de su genio.

No me digan que este juicio es anacrónico... La sociedad árabe posee un pensamiento atrofiado, y tenemos el ejemplo de este poeta bereber que escribe sus poemas en un francés sublime y que sin embargo ha soñado siempre con poder hacerlo en árabe. Reconocía que esta lengua era superior. Era el único que la recordaba tal como la había aprendido en la escuela coránica. Mohamed Kheireddine murió sin poder poseer esta lengua árabe, pura y grandiosa.

Entonces, ¿qué es la escritura? ¿Qué es la expresión?

Imaginad una lengua en hibernación. Imaginad un hombre que intenta usar esta lengua para expresarse. Tal es mi situación cara a esta lengua que me es extranjera.

Dicen que el que encuentra refugio en una lengua que no es la suya está mejor armado para dominarla. La perfecciona mejor que sus nativos. Este es el caso de Conrad, Beckett, Nadokov, Ionesco, Gibran Khalil Gibran...

¿Por qué? La única cosa que puedo afirmar es que la escritura tiene sus secretos, sus misterios que no penetramos impunemente: nos poseen y nos sentimos poseídos por ellos.

Actualmente, mi lengua es la que me permite escribir y el rifeño ha terminado por ser una nostalgia, la de un sueño.

Para el niño de la emigración, para el amante de la escritura, para el autodidacta que no ha cesado de sumergirse en la nostalgia de un sueño, el Mediterráneo es un mar, un periplo, un sueño iniciático, el espacio del Humanismo, el crisol de civilizaciones. Pero ninguna civilización es producto del azar. Es un largo proceso de humanización. No importa qué tribu puede poseer una cultura pero, ¿podemos hablar también de civilización? Los pueblos del Mediterráneo han vivido siempre en ciudades: Alejandría, Cartago, Atenas, Roma, Cádiz (Gades), Tánger... Ellos han forjado una civilización y es por ello por lo que estoy convencido de la fuerza de la percepción, de la capacidad intelectual que nosotros, mediterráneos, tenemos para hacer frente al peligro que amenaza nuestras riberas, nuestras culturas y nuestros hombres, si persistimos en querer seguir ciegamente el modelo nórdico.

El modelo nórdico, utilitarista y racionalista, es útil cuando se trata de organizar el trabajo o de optimizar el rendimiento; pero corresponde al Humanismo de las viejas culturas mediterráneas colmar ese modelo nórdico, insuflarle valores humanos.

Se me alcanza que, para sobrepasar el actual peligro, no hay que culpar ni a las religiones ni a las razas; después de todo, es el hombre quien interpreta los libros y es de sus actos de los que brota la ambigüedad. Es necesario volver a los fundamentos de las culturas, al humanismo que tuvo nacimiento en el Mediterráneo. Es el único modo de humanizar las sociedades de consumo.

Acaso algunas veces con poco se puede llegar a encontrar bastante...

Mos mortal que en el Rif".

 

 

Lunes, 07 de Septiembre de 2009 20:52 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

...y los demas son ellos.

 

 

 

 

 

Los que se mantienen, es decir, los que “tienen”, viven su mas dulce luna de miel tiránica. Propietarios, terratenientes, rentistas y empresarios, ricos todos,

ejercen de patrones como nunca y se permiten todo tipo de licencias. No son peores que antes, tampoco especialmente abusadores. La única diferencia es que antes se notaba menos. Estaban ahí, apostados en plena facultad de sus posesiones, mirando al cielo, puesto que la pasta les caía del idem la mayoría de las veces. Y no precisamente por jugar a la lotería o a cualquier asunto del azar. No. Son los que tuvieron, tendrán y tienen , por usura, cuna o herencia. Poca lucha. Escasa moral. Más allá del tópico. Siempre bien rodeados. Aspirantes a aristócratas, incluso, aunque se les vea el plumero. Fabricantes de despidos masivos , porque les tiene sin cuidado. Visitantes de bancos. Esquiadores casi profesionales para seguir alternando. Están contra la fiesta nacional, por ejemplo, pero no dudan en meter estocadas a diario y banderillas al segundo. Visitan los salones de rayos uva y sus zapatos brillan como nunca. Tanto, que se diría que Aladino esta a punto de aparecer con su lámpara maravillosa para convertir en oro un poco más de lo que tocan. Expertos financieros, algunos ex pendencieros de complicados orígenes, pendonazos perdonados a si mismos que siguen subiendo peldaños sociales porque –aseguran públicamente, incluso- que van a crear empleo. Afirman, también, sentirse sensibilizados ante tanto desastre. Mencionan la anécdota (un vicio muy español, por cierto) universalizando lo propio. Pero no se mueven un ápice del sillón, desde donde la vida se ve de otra manera porque el tupido velo esta mas corrido que el wc de un sex-shop., del que es posible que hasta sean propietarios. En secreto, eso si. La pública subasta es otra cosa. Ayer, sin ir mas lejos, me comentaba un amigo lo siguiente: “Pues no me suelta el cabrón que todos los pequeños empresarios nos hemos ido a la mierda, como tiene que ser, y los grandes saldrán reforzados, como siempre?”. Y el tipo es vegetariano, ha firmado un manifiesto contra el maltrato animal, se hizo budista hará un par de años y lo peor de todo es que dice que es socialista. Acaba de cargarse a doscientos en una regulación y echa pestes del sindicato que le esta jodiendo la vida. Y apostados todos ellos, que son muchos, en la balaustrada de sus amplios balcones del ensanche, no importa la ciudad, es un detalle, apostados –insisto- contemplan las colas de los parados en la oficina del Inem con los mismos ojos ajenos que miran, sin alterarse, las imágenes televisivas del tercer mundo. Se sienten igual de lejanos. No les toca. No les corresponde. No son ellos. Se apresuran, eso si, a colocar al sobrino inútil con cara de after pero encorbatado , en cualquiera de sus empresas, o en el banco del amigo, para hacer nada. “Yo soy yo y los demás son ellos”, esa es su máxima.

“Primero se llevaron a los negros,
pero a mi no me importó
porque yo no lo era.

Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó,
porque yo tampoco lo era.

Después detuvieron a los curas,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.

Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.

Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.”

Bertold Brecht

 

Martes, 08 de Septiembre de 2009 15:14 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

España

 

 

 

 

 

Érase que se era un país rojo. Encarnado en pasión y por su color muertos unos sobre los otros. Érase del engaño sobre el tinte, la mentira y la idea. Fueron los crucifijos, templos varios, iglesias. Contiendas atrasadas en almacenes rancios donde el lienzo, las telas, el tul de las mil novias, los novios engañados, la tuna, el estudiante, cromos. Érase que se era un país con falsilla., por hacer el intento de la recta escritura. Tras todos los telones y contiendas, incluida su guerra de mentira. España es un timón atragantado. Un yate a medio gas con polizones, a falta de onerosas carabelas, a falta de señores, de sabios laureados , de verdad sobre el verbo. España se nos va del otro lado, a merced de las horas y su acontecimiento. España muere aquí, donde tu dejes neto todo lo que has llorado, llevado, insistido, calcado sobre ti.. No eres más que el color de su tortura. Te han quemado la idea. La seda tiene forma de retal, de parche al firmamento. Te han cambiado los dioses, la dosis, las montañas y hasta la conclusión de tu alimento. La calidad del mundo es tu cualidad de vida. Te engañan como a un necio con esas letanías, patrañas y parábolas, fabulillas y cuentos. El mapa del criterio, los sables y las bombas. Tu corazón explota legalmente bajo una luz extraña, endemoniada a veces. Un enjambre de miembros revoluciona a tientas este lugar de tontos encomiables. De tercos. De potentados sordos, toscos y peligrosos. Tan ácidos como el final de todos los venenos.

Te reto al no va mas de la ruleta. Apuesto o pujo un par de corazones limpios. Veras que no interesan, contemplaras, atónito, el galopar canalla de los caballos blancos, que al galope te aguardan. Que con bozal los perros se reproducen solo en su autentica raza. No encontraras más pies sobre el tacón de aguja. Seguirás, contagiado, sobre un camino sucio de lianas y esporas. De sarmientos sin héroe, de niños sin mañana. Les contaran mil cuentos de lo que ha sido estar, saber muy por encima de las cosas, y el asunto final se quedara sin acta. Serás objeto tonto de una canción sin nada. Recurrirás al tiempo en que el rojo era idea. Buscaras algún santo que te de la razón. Pedirás un autógrafo al que fue un buen ladrón. Te habrás creído todo de la música sacra, de los manuales, textos, marketing, relicarios, ofrendas y pancartas. Y a solas con la escasa valía de tu tuétano, vas a salir al aire con un arma de fuego.

No fuiste pobre, ni rico, si siquiera aspirante. No te sirve de nada la mansión contagiada. Cogido a sus cimientos intentaras en vano escalar una a una las vigas que aun tienden al cielo su madera gastada. Insistirás en ellas porque te va la vida, su escritura y el suelo de un sin vivir que no es asfalto, musgo, cemento o rodapiés . Se te va como tierra que jamás , aterrada, contemplo un episodio tan triste como el lomo de aquel, tu catecismo. Descreído y ausente rezaras a un dios nuevo que existe sin memoria. Dudaras de este año y de todos los bisiestos. Miraras a tu hijo salpicado de dientes ajenos y creerás que la sangre era solo un color. Una hoz de platino y un martillo de hierro han caído hacia atrás, casi rodando. Se escucha su estupor, se aventura, insistiendo, y dibujan el mapa de lo que pudo ser. De lo que se ha dejado, pasando al entretiempo. De la huella al espejo. Desde el clavo a la flor. Habría sido hermoso. Tenía la promesa y el cáustico sabor de una batalla. La privada razón y el sabor único. Podría debatir eternamente. Te diría que fue antes de los permisos, de las leyes. La embarcación es vieja para todos nosotros. Su metopa no es otra que la ley del Talión. Por dejarse llevar se nos ha roto. Érase que se era un país rojo. Aparta de mí su sangre. Abre en canal su frente para cuando me vaya. Nunca podrás imaginar, siquiera, como amaba yo  España.

Jueves, 10 de Septiembre de 2009 20:04 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

MARTIN

Tal día como hoy, poco después de la medianoche. Eso decía la noticia que anunciaba tu muerte. La leí al día siguiente, entre lágrimas y estupor. Habíamos hablado hacia muy poco. “Voy al concierto de Amnistía Internacional”, me contabas. Pero nunca llegaste. Alguien dijo “soy el diablo”, y la aguja primera se clavo para ti. Yo no lo sabía. He ignorado tantas cosas que he tenido ante mis narices que probablemente este  tallada por el santo patrón de las idiotas. Una vez, solo una, lo pensé. Era verano. Nunca llevabas manga corta, y te traiciono la camisa. Pude contemplar unos puntos azules. Será de un análisis de sangre reciente, me dije. Y nada más. Porque un yonki no va bien vestido, no se ducha, no se afeita, y le faltan dientes. No. Un yonki no podía ser tan guapo como tú lo has sido. Rubio, con aquellos ojos verdes cristalinos y de sonrisa generosa. Arrastrabas las eses de una forma muy personal. Noctámbulo, soñador, aventurero, peligroso y salvaje. “Una noche perfecta tiene que tener lo siguiente: Un buen polvo, unas buenas hostias y la prensa todavía caliente, recién salida de la imprenta, bajo el brazo, ya camino a casa”.

Nunca se sabia, contigo, camino hacia que casa. Tampoco con completa seguridad la edad que tenias, tu signo del zodiaco o cualquier dato personal. Desde entonces, el 11de Septiembre es una fecha maldita. Y vaya si lo ha sido. Miles de muertes sobre la tuya. Te vi por última vez con una camisa estampada de labios rojos, como si todos los besos recorrieran tu lomo de caballo perdedor. Dicen que te encontraron tendido en el suelo del despacho. Creyeron que era broma, y hasta te dieron patadas. Pero alguien dijo : “Dios mío, esta helado, me parece que no respira..”. Y a partir de ahí todo fue espantoso. Tu amigo se echo sobre ti. Sollozaba. Hicieron falta cuatro policías para arrancarle de tus brazos inertes.

Querías ser doble de escenas peligrosas. Te caías de balcones y te tirabas de las motos a gran velocidad. Dormías de día en cualquier parte. Te tape con mi abrigo en más de una ocasión. Siempre me acuerdo de ti, Martín.

Viernes, 11 de Septiembre de 2009 14:04 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

IMAGINE

Un recopilatorio que además se convierte en tazas que generosamente regala El País por un euro, nos trae de nuevo a los Beatles. Cierro los ojos y veo esas cintas indias sobre cabezas de pelo largo y lacio, alguna flor en la mejilla, el signo de la paz, y amor, amor libre, amor del bueno. Los chicos de Liverpool resucitan en los establecimientos mientras imaginamos Imagine o Revolution, y un submarino que amarillo es revolotea por la mente. Beatles y Rollings, casi enfrentados generacionalmente, como si de una dura elección se tratara…los dulces muchachos del flequillo, ya separados por el tiempo y muy lejos de sus canciones, irrepetibles pero ahora repetidas con el sabio Lennon incluido, para mi el mejor de todos, asesinado por un enfermo mental que nos dejo tan cojos como pobres de espíritu. Quien no ha deseado ser amada como John a su Yoko o como Paul a Linda. La música amansa a las fieras y tal vez debería ser escucha obligada para algunos, cinta de culto y textos forzosos en las aulas escolares. Te quiero, te quiero, te quiero, oh Michelle…

Eran tiempos de dulces patadas, de ideario posible y manifestación fácil a pesar de las porras. Sentadas, concentraciones, manifiestos. Rebelión adolescente sobre cualquier muro, en cualquier ciudad. Ahora nos parecen prácticamente Jesuitas, casi santos, aprendices light, y es que muy pocos conocen la realidad de lo que se cocía entonces en las mejores familias, cuando la melena era objeto de castigo, quien nos lo iba a decir, ahora asistimos, aterrados, a la visión del hijo con la cabeza rapada…y es que todo depende de lo que conlleve y del cristal con que se mire. Porque no es lo mismo Misery que la música maquina acompañada de una fiesta rave donde pasa de todo porque ya pasan de todo y les importa muy poco amanecer en un hospital o comisaría, incluso a veces, las dos cosas juntas. Y por excesos sin esfuerzo, sin peaje, sin idea, sin debate, discusión o polémica. Puede que ahora empiecen a tener carencias y salgan a la calle, careciendo, asimismo, de cantautores excepto el de “papa ,cuéntame otra vez”, historia pasada que ya no les toca y ni siquiera pueden recordar. Tampoco se la contara el abuelo porque esta triste y perdido en una residencia. El mundo se ha llenado de Vanessas , Anais y Johnatanes, Iris y Davinias. Son como hadas recauchutadas, encarnadas en sus propios tatuajes playeros que parecen haber recobrado vida. Lo mismo si mañana les ponemos la primera taza donde aparecen los chicos de Liverpool, reaccionan un poco, dejan la Play Station, el monopatín donde patina su mundo, el reinado de pequeños príncipes mal hecho, mal dado, mal aprendido. Les dejamos ser y son lo que quieren. Respetamos el todo y nos encontramos en la mas desoladora de las nadas. Juventud, divino tesoro, repite hoy, solo por hoy, conmigo:

 

 

Imagina que no hay paraíso,

Es fácil si lo intentas,

Ningún infierno debajo de nosotros,

Arriba de nosotros, solamente cielo,

Imagina a toda la gente

Viviendo al día...

 

Imagina que no hay países,

No es difícil hacerlo,

Nada por lo que matar o morir,

Ni religiones tampoco,

Imagina a toda la gente

Viviendo la pida en paz

 

Imagina que no hay posesiones,

Me pregunto si puedes,

Ninguna necesidad de codicia o hambre,

Una hermandad del hombre,

Imagina a toda la gente

Compartiendo todo el mundo...

 

Tu puedes decir que soy un soñador,

Pero no soy el único,

Espero que algún día te nos unas,

                                                                                 Y el mundo será solo uno.

   

 

                                                                                           John Lennon

 

Sábado, 12 de Septiembre de 2009 13:08 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

DOMINGO

El empleo sumergido, que ya ni se toma la molestia de permanecer oculto, vive sus mejores tiempos. Se han normalizado hace ya mucho patrones de trabajo en fraude de ley amparados sibilinamente por grandes compañías. La llamada “relación laboral” es comparable a la separación de bienes e inmuebles. Nos escandalizamos con los llamados “contratos basura”, pero eran contratos al fin y al cabo, con su seguridad social, sus cláusulas y pagas prorrateadas. Una seguridad frágil, pero real y tangible. Es decir, uno conocía su lugar de trabajo, se le asignaba un espacio y una tarea concreta diaria, y a final de mes, poco o mucho, tenía su salario fijo. Al parecer, el hecho puede considerarse a día de hoy un verdadero lujo. No solo por la escasez de trabajo, sino por el descaro manifiesto con el que grandes empresas funcionan a golpe de contratos mercantiles: Puro papel mojado. No hay horario, solo presión para vender. Dicen que la venta es un arte y es puro comercio fariseo. Los “comisionistas” de antaño han pasado a mejor vida. Eran aquellos sobrados que, ensobrada, recibían una cantidad determinada por presentarte a alguien a través del que se cerraba una operación de negocio. Y siempre nos lo mostraron como algo muy feo, cuando se trata de un acuerdo tácito entre dos partes, no tiene mas, no hay trampa, ni engaño ni cartón. Lo de ahora tiene delito y al parecer, no pasa nada. “Te pago si vendes, y si no vendes, ni un euro”. Y así se generan grandes equipos piramidales a pie de calle para dar el soberano rollo a los llamados “particulares”, que están en sus casas y son asaltados por vendedores de cualquier objeto, servicio o producto. Son entrenados en cursillos sectarios a voz en grito y con humillaciones incluidas para detectar el instante preciso en el que ese futuro comprador será vencido y al fin firmara un contrato que –sin saberlo- le atara por tres años a una financiera, pero tendrá su enciclopedia , su depurador de agua , su vaporetta o su colchón. Y el hábil vendedor le comerá la olla de tal modo que no podrá entender como había podido vivir sin ello hasta la fecha. Pero cuando se quede a solas en el saloncito observara la copia del contrato con su firma estampada para los restos, se pondrá las gafas de ver de cerca y leerá la letra pequeña, ay dios, y entonces se sabrá atrapado, confundido, engañado, debilitado, y hasta puede que salga al rellano de la escalera por si aun encuentra al vendedor, pero no estará porque sabe que debe largarse pies en polvorosa antes de que el cliente se arrepienta. En cualquier caso, no es más que una extensión de la realidad vigente, porque al empleo sumergido se llega tras haber agotado todas las paginas de búsqueda de empleo y llamar a todos los amigos, conocidos y circundantes. Uno piensa que los de siempre, los que sabe situados, le van a ayudar. Y lo piensa porque es lo que se supone que haría cualquiera, pero de pronto se percata de que el situado no es un cualquiera puesto que se ha convertido en un potentado. Puede que no sepa ni tenga mucho, pero esta. Y por seguir en su lugar levanta una coraza de acero similar al muro de Berlín. Escucha lo justo, atiende muy poco y siempre tiene prisa. Tal vez le puede el miedo, la sensación incomoda del peligro, esa forzosa ayuda de fuga hacia delante para que no se altere su perfecto cuadrilátero vital. Tal vez, seguramente, nunca fue tu amigo. Y entonces tienes ganas de recordarle cosas, de vomitar esputos, de decirle el nombre de la bicha o de su puta madre. Pero no. Pasas de largo como se ignora al maligno, como se huye de la bestia y como se rinde el enemigo. No buscas ni siquiera un refrán que justifique ese sentimiento, ni una sola frase que te acoja. Intentas que el minuto sea benigno y recuperas las cosas que siempre valieron la pena, las que no te fallaron, las que, autenticas, preciosas y salvajes, siguen ardiendo dentro de ti por pura necesidad. Te necesitas limpio, egregio, cabal y luchador. Sin más armas que tu propia conciencia, esa que te permite contemplar amanecer y te provoca, todavía, un gran escalofrío cuando se pone el sol.

Domingo, 13 de Septiembre de 2009 15:37 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

clima moral del asunto

 

 

 

 

 

 

Es que ni en el colegio las cosas estaban claras. No éramos sinceros, quiero decir. El cotilleo, chisme, dime y direte han dirigido todos los lugares desde

nuestra mas tierna infancia. Las verdades ofenden , acostumbramos a decir.

Y depende, todo depende, como la canción. Grandes y pequeñas comunidades se han “hecho” a base de esos repugnantes elementos. Comentarios por la espalda, mentiras, calumnias, falsos testimonios, envidias. Trepas, pelotas, farsantes. Todo ello, agitado, es el clima moral del asunto. Cuando se habla de un lugar “de ambiente”, de inmediato interpretamos que se trata de un local gay, porque el termino lo deja muy claro. No nos sorprende, sin embargo, el hecho de que un restaurante cambie su tipo de público al mismo tiempo en que cambia de dueño. Es una línea insensible la del estilo, del verdadero estilo. Como la elegancia, se tiene o no se tiene, pero difícilmente se aprende. Nos agrupamos por empatias y afinidades. Nos alejamos por lo contrario. Y estamos donde estamos, en lo que a ocio se refiere, por voluntad propia. El aire, el ambiente, el tipo de personas, los temas a tratar, las músicas elegidas…en resumen, la gente, nuestro pequeño mundo, esta hecho a base de elecciones personales. La rebeldía brilla por su ausencia. Los problemas parece que no existen puesto que raras veces se habla de ellos por pudor. Sabemos que no debemos mostrarnos tal cual estamos y muchas veces tampoco tal como somos. La verdad molesta. De la sinceridad se huye. Y la bondad ofende. Excluimos los tres conceptos en lo cotidiano, salvo contadas excepciones, para no quedar al descubierto, marcados y etiquetados. Sin saberlo, pero queriendo, nos hemos dejado adocenar, aborregar en las grandes masas que este y el pasado siglo alzan con sus nuevas estrategias políticas, religiosas y tecnológicas. Pensar se ha convertido en un riesgo. Analizar supone todo un peligro y reflexionar puede colocarnos al borde de la locura. La generosidad es discutible, la solidaridad se entiende con demasiada facilidad, disfrazándola con lo justo, lo escaso para un “no molesten” metido en la moral que –se supone- acompaña a la ética. Pueden engañarnos de la mejor manera, y en esa actitud cómoda por excelencia, nos creemos distintos en base a nada. Porque pasar de largo ante alguien que necesita ayuda es una putada y quien lo hace es un cabrón. Insensible o no, pudiendo o no ayudar, mirando a los ojos o haciendo un gesto aparentemente amable para salir corriendo. Media humanidad sale corriendo. No debe extrañarnos, pues, la falta de implicación, ideas, complicidad, sensibilidad, justicia o lo que se llama simple y llanamente humanidad. Sabemos que el día del padre y de la madre es un invento del Corte Ingles, que el día del amigo se celebra en Latinoamérica y que las Navidades son fechas para gastar más. El resto del año estamos de rebajas, vejados y bajados sobre nosotros mismos, creídos y crecidos sobre nuestras posesiones, apostados en la condición y con la más impura de las razones. Somos, creyentes o ateos, un atajo de herejes.

Decía que la bondad ofende porque deja al descubierto a quien no lo es. La bondad, como la educación, es un sentimiento .Puede vestirse de buenos días, buenas tardes y buenas noches, pero si no hay más, seremos maleducados, farsantes, egoístas y malignos.

El clima moral de los asuntos se lleva en el corazón. Acaba aflorando y dejándonos en ridículo. Puede que se nos tache de soñadores, idealistas y hasta enfermos mentales. El alma existe. Late dentro de uno con la misma fuerza de cualquier músculo. Físicamente cierto, existente y radiografiable. Como la letra pequeña, hay que ponerse gafas para reconocerla. En su caso, se trata de escuchar un dictado puramente sentimental. De ahí surge el informe personal sobre el todo.

Martes, 15 de Septiembre de 2009 19:05 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

DE LO PUBLICO Y LO PRIVADO

 

 

 

 

 

 

“Hay que diferenciar siempre entre lo publico y lo privado”. Esta frase la repetía alguien -muy cercano a mí en su tiempo- varias veces al día. Lo hacia de forma recurrente y obsesiva puesto que era su estandarte vital. No era una persona pública pero se moría por estar en todas partes y salir en la foto. Llegaba incluso a suscribirse a todo tipo de periódicos , revistas y ongs, tras comprobar previamente que alguna firma relevante, famosa o política, se encontraba entre los viejos suscriptores, colaboradores o directores de la publicación. Escribía cartas , pagaba cuotas por estar, figurar y aparentar. Se acercaba con maniobras arteras , incluso surrealistas, para ser invitado a todos los eventos posibles. Llego a inventarse un apellido compuesto que no tenia, añadiendo un guión al segundo y colocando seguidamente el tercer apellido de su madre. En publico era encantador, brillante, ingenioso, incluso divertido en ocasiones. Bebía socialmente y el alcohol le colocaba en discursos políticos acertados, justo a tiempo y muy en su línea. Hablaba de la guerra civil como si hubiera participado en ella, de la mafia como si la hubiera desarticulado y de la eta como si conservara peligrosos secretos. Todo lo que hacia y decía –así se expresaba, textualmente- “era de altísimo nivel y con informaciones confidenciales que no puedo por ahora revelar”.   . El tipo consiguió medrar lentamente a costa de comidas cuyas sobremesas se prolongaban hasta las seis de la tarde, de hacer favores que nunca le pedían, de esforzarse enfermizamente en tener el mismo coche que otro, la casa en la costa, de pagar todas las cenas y todas las copas. No obtuvo especiales amigos pero si una serie de apóstoles mediocres que le seguían en su “carrera” personal en busca del poder. Porque era el poder. Era un hombre que ansiaba, por encima de todo, llegar a una pequeña parcela, por insignificante que fuera, de poder.

Se aseguraba de izquierdas y solidario, inteligente, guapo, elegante, educado y de buena familia. Como nunca se lo dijo nadie, solo el hablaba cansinamente sobre si mismo, siempre con una buena tranca de JB. Para hacerse escuchar repetía una y otra vez la misma frase, pisando el discurso de otro, y para hacerse creer alzaba la voz en exceso, al borde de la ofensa, pero con la habilidad de saber mantener una extraña confusión ajena entre la pasión y la pelea, siempre al borde del puñetazo y rondando la chulería del acomplejado.

Con los años conocí todos sus gestos y estrategias. Sabía que cuando se pasaba las manos alrededor de la cabeza se sentía inseguro, y que cuando salía del lavabo no se había lavado las manos. Supe muchas cosas más que colocarían a cualquiera a la altura del mismísimo betún. Olvidaba, por cierto, que sentía un placer especial ante los limpiabotas, cuando le lustraban los zapatos en los bares mientras se fumaba el puro y bebía el tercer JB.

Era de provincias y no hablaba en exceso de su tierra natal. Sin embargo, cuando en verano volvía a ella, lo hacia como un nuevo rico triunfador. La primera vez que estuve en casa de su madre se me desencajaron las mandíbulas. Lo que el llamaba “de buena familia”, consistía en tirarse pedos a la hora de comer, pelearse por dinero, eructar y beber. Aquella estancia mantenía todo el mal gusto de España concentrado en poco más de noventa metros cuadrados. Muebles catetos, tapicerías imposibles, cuadros esperpénticos y un collage atroz de fotografías familiares. Absolutamente nada que ver con los relatos de una supuesta aristocracia que existía únicamente en su calenturienta imaginación. Y un día conocí a su mujer. Era tan delgada que parecía estar a punto de desaparecer. Sus ojeras violetas y aquel gesto de amargura permanente me llenaron de inquietud. No debía llegar ni a los cuarenta quilos. Nunca sonreía, le miraba con miedo y asentía lánguidamente ante todas las intervenciones dialécticas de su marido. Entendí casi de inmediato que aquel cadáver andando formaba parte de sus mas bajos instintos. Que estaba hecho a su imagen y semejanza. Que ella, sin decir nada, lo revelaba todo. Pero nadie, jamás, pronuncio un solo comentario al respecto.

Me la encontré hace poco en un restaurante. No la reconocía. Estaba radiante, le brillaban los ojos, había engordado y lucia una silueta envidiable. Pasaron quince años pero parecía que ella tenía quince menos.

Semejante transformación no era producto de una clínica, tratamiento o terapia alguna. De inmediato me contó que se había separado hacia mucho.

-¿Te maltrataba, verdad?

-Si –me respondió-. De la forma más maquiavélica y cruel que nadie pueda imaginar. Nunca me puso la mano encima. Siempre me decía que nadie me creería, y que si le abandonaba, seria una ruina social …

 

Miércoles, 16 de Septiembre de 2009 16:58 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

tiene fuego?

 

Voy a dejar un incomodo rastro inconfundible. He descubierto prácticamente casi todas las naves quemadas. Cualquier esquina se asemeja al horizonte, pero es falso. Los huesos desasisitidos me sostienen. Soy casi de un alambre quebradizo, moldeable, apuntalado. Un arma sin fuego que amedrenta conciencias sociales. Las tormentas me temen. El agua solidifica sus maneras y adquiere extrañas formas en mi vientre. Una naturaleza conocida insiste en desvariar y se enfrenta al cambio, sobreviene locura, revolotea un elfo debajo de los pies. Cultivo este lenguaje por miedo a los piratas. Guardo alguna reliquia solo por recordarlo. Mientras, alguien me escribe atrocidades con la calma del ojo que todo lo ve. No sabe nada. No siente. Pero augura un infierno temporal que no se mueve. Todo pasaje hecho es inventado. Este país, el nuestro, es un lugar de cardos. De espinas sin su rosa, de puños prodigados en manos de la farsa mas adecuada y triste. Mentiras agrandadas sobre la historia torpe del lacazán que cuenta un día a día oscuro con luces de neón, discurso apocalíptico, estuche para el tiempo. La caja de los truenos es su corbata azul. El patio de su casa una fuente de nervios, baldosas impolutas, resurrección de perros no nacidos aun.

La lengua, la encomienda, el manuscrito. Buenas tardes, señor. Si mira usted mis huellas sabrá que le he insistido. Escuchara de mi que no se ya creerle, y le oigo sin tregua por si el pájaro cede al terrenal asunto de la supervivencia. Daré voces por ti, procurare que tengas. Te llamare mañana. Mañana, carpe diem. Ese puñal de horas que llaman otro día. De todo lo añadido al calendario ni aquella navidad valió la pena. Tenías un gran árbol apuntalado en medio del salón, regalos a sus pies y ausencias memorables con respecto a los tuyos. Se me quedo grabado el cuento de aquella vendedora de fósforos.

Jueves, 17 de Septiembre de 2009 14:42 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

ADIOS

 

 

La teoría desde las alturas es un discurso fácil. Se suelta con seguridad y firmeza , puesto que quien lo hace se siente seguro y firme. En las alturas esta la gloria, los hombres ricos y dios, si existe. Estos dos últimos lo tienen prácticamente todo, y desde el todo, en lo alto y divinamente, se vive de puta madre. Los consejos siempre serán sabios, los oyentes intentaran tomar ejemplo, incluso pueden llegar alucinaciones auditivas a modo de música de fondo cuando “el grande” se retira. Se inventan un sufrimiento que no es más que la rutina cotidiana con algunas incomodidades. Hechos que los demás pueden vivir veinte veces al día sin inmutarse, resolviendo asuntos complicados que para los grandes hombres serian situaciones limite. Les llamo grandes porque lo tienen todo, no porque física o moralmente lo sean. El asunto es que últimamente pretenden colocarse al mismo nivel, éticamente hablando, que el resto de los humanos. Y eso es imposible. El lugar en que la cuna, el trabajo, la suerte o la lucha personal han colocado a unos y otros, es muy distinto. Cuando pensamos que la suerte existe caemos en un craso error. La suerte, como las casualidades, no existe. Nada llueve del cielo, ni siquiera la maldad. Y es más fácil ser malo que bueno, porque para lo último hay que hacer un gran esfuerzo que además, en pocas ocasiones será comprendido. Nadie puede salvar al mundo, ni siquiera dios lo hace. Y debería ser un derecho. Debería formar parte de la más elemental justicia. Hemos creado un planeta a partir de la riqueza y del esfuerzo ajeno. Nos preocupamos de la flora y la fauna mientras el hombre flota, divaga, se pierde, se arruina, teme y desespera. Pasamos de largo ante el necesitado más cercano. No nos interesa su estado y huimos de su discurso, porque podría alterar el nuestro o provocar cualquier tipo de situación desagradable, obligándonos a reacciones que no deseamos tener. Estamos, probablemente, dentro de las iglesias durante las fiestas de guardar, pero muy lejos de la realidad del otro. Pensamos que el pobre ha cometido muchos errores sin tener en cuenta nuestros puntos oscuros y nuestros secretos horrores. Voy a revelar el mío.

Presenciar la muerte en directo con agonía incluida es un hecho devastador. Temes el momento preciso, te preparas para la reacción, esperas junto a tu enfermo con la seguridad de que en realidad no puede, no debe suceder.

“Será una muerte muy dulce”, dijo el medico. Y le creí. Pocos días antes, el me había pedido que quitara el crucifijo de la pared y se cago en dios varias veces.

Creo que por pura superstición me pareció espantoso. Cuando se fue, aquel crucifijo permanecía escondido bajo el colchón de mi cama. Recordé que lo había colocado allí y me dispuse a colgarlo de nuevo en la pared. De pronto, sentí que le estaba traicionando. La muerte me había dejado muda durante mucho rato, y hablando sola, pronuncie estas palabras:

-Adiós para siempre.

Salí a la calle. Supe que podía distinguir perfectamente entre el bien y el mal, que creía en los hombres, pero no en dios. Y se lo dije al crucifijo.

Viernes, 18 de Septiembre de 2009 16:22 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

la familia

 

 

 

 

 

 

“Ya se que es un tópico, pero de verdad, de verdad…parece mentira”. Me lo ha escrito mi amiga. (Por un momento iba a decir “una amiga”, pero no, se trata de mi mejor amiga, por tanto : MI). Eso me ha dicho al comunicarle la buena nueva. Nunca pensé que sucedería tan pronto. Tampoco demasiado tarde y ni siquiera, sinceramente, que podía suceder. Acaso el trabajo infinito de educar y luchar por dos hijos me dejo exhausta. Ser madre es el trabajo más agotador que existe. También el más gratificante. Intentas por todos los medios (y en ocasiones sin ellos) transmitirles tus valores y tu forma de ver la vida. Pero ellos, como tu, eligen en el momento preciso, cuando tienen uso de razón suficiente y autonomía para salir solos a la calle, marcar un numero de teléfono, escoger la ropa, decidir colores e iniciar lecturas. Se dice que los hijos varones crean menos problemas. No lo se. Los hijos van acompañados, forzosamente, de multitud de problemas. No se puede ser buena madre si no se es buena persona. Se mide con los actos y la línea de conducta. Proceder con los hijos es actuar uno mismo prolongado al futuro, en busca de lo mejor. Intentas que no cometan tus errores y te enseñan como se cometen otros mayores con facilidad. Puede que debido a las distintas generaciones que crean diversas degeneraciones. Otros tiempos. Y es tremendamente cierto: El suyo es otro tiempo, que aunque te corresponda, ya no forma parte de la juventud, no de la tuya. Pensar que tu hijo es tu amigo es un gran e imperdonable error. En cualquier momento nos mienten, esconden algo o no nos dicen la verdad. No es fácil saber en que periodo una no debería hacer mas preguntas, cuando se deja de confiar o cuando se confía. Las parejas se cambian, pero los hijos permanecen, son para toda la vida. No existe “mayoría de edad” en el corazón. Son para siempre. Estarás ahí, pendiente, en espera. Ayudaras aunque te quites el alma por ellos. Rajaras tu propia vida de cuajo cuando te necesiten, no importan sus años, su estado o situación.

No soy ya demasiado joven ni demasiado mayor. Es, supongo, el momento justo. Tengo energía, fuerza, iniciativa, ilusión y paciencia. Toda. Quizá más que cuando ellos eran pequeños. Esta noche he imaginado el momento, y me he sentido afortunada de no tener que estar nueve meses encinta. Mi nuera lo esta haciendo por mi. Tampoco sufriré dolores de parto ni me ingresaran en la clínica. Ese nuevo ser que crece en las entrañas va a ser mi primer nieto. Fui madre muy joven, por tanto, me corresponde ser una abuela joven. Podré contarle mis propios cuentos y leerle poemas. También podré explicarle historias que seguramente comprenderá mejor que mis propios hijos.

Es como una curiosa marcha atrás con forma de segunda oportunidad. Sin prisas, sin agobios, insomnios o madrugones. En resumen : Un chollo. Un chorro de alegría, lo que se entiende por felicidad. Nacerá en pleno invierno.

Me pregunto que siente. Si escucha. Si se mueve ya por dentro buscando la salida. Le espera un mundo complicado. Intentare que lo sepa todo, que escuche, que sienta especialmente, que valore los tesoros cotidianos y que sea una persona diferente. Con esto, falta muy poco para que yo este arriba de todo en la foto familiar. De pronto me doy cuenta de que nunca nos la hemos hecho.

 

Domingo, 20 de Septiembre de 2009 15:27 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

el presidente

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Impávida, abulica, apática y desigual me dejan las noticias de hoy con respecto a nuestro boss. Dicen así : “Objetivo: Zapatero”, como si le fueran a matar o poco menos que espiar cada uno de nosotros desde nuestros hogares, no ya tan dulces, hogares. Pero no. No se trata de eso.

“Los frentes de oposición al gobierno comienzan a comunicarse entre si para intentar aislar al presidente”. Vamos a ver, lo primero, ya era hora de que la oposición se comunique, bien o mal, pero que se comunique. Pero eso de “aislar” al presidente me suena a estrategia de la camorra. No se le aísla tan fácilmente y si se hace, no se publica. Vamos, digo yo. ¿En serio se creen que lo van a conseguir? Están cometiendo un inmenso error, porque el boss se rodea de lo mejorcito, tiene consejeros (el marido de una ministra, por ejemplo)

y aunque no tenga ni idea de lo que hace y la gracia donde la espalda pierde su casto nombre, a este no le aísla ni san dios bendito, es un cínico, un incapacitado que si le dan un folio partido en cuatro lo toma por un puzzle y así nos va. Tiene apellido de oficio, que es a lo que debería dedicarse, la vanidad en las cejas : arqueada, puntiaguda y ofensiva. Parece un don nadie, siempre lo he dicho, pero se las trae. Y de socialista tiene lo que yo de monja carmelita. Pero hay mas: “La Iglesia, la crisis económica, empresarios y grupos de comunicación contribuyen a la campaña del acoso”. La madre que parió a Panete y al autor del libro de Petete…¿el presidente acosado? Vamos anda …que solo le falta pedir la baja por mobbing…y todos en el mismo saco? La iglesia prepara movilizaciones, pues que se movilice, que de rodillas no se arreglan las cosas y en cualquier caso lo que harán será salir en masa contra el aborto y poco mas. ¿La crisis económica también es responsable de ese supuesto “acoso”? Pero si todavía no hemos dicho casi nada. Que espere a los levantamientos populares, a manifestaciones multitudinarias y a puños en alto pero de los auténticos, no “pajines” a golpe de sueldazo y con futuro garantizado mas guardaespaldas. No trago ni harta de Jumilla. Lo que mas me aterra es la falta de alternativa y las escaseces, el índice de parados, la falta de lo mas elemental para una mínima supervivencia digna. Las empresas que se han visto forzosamente obligadas a echar el cerrojazo y ahora arrastran sus deudas sin ni siquiera paro, ese velo tan y tan tupido que oculta el empleo sumergido, la capa de inmigración que se va o se queda, en cualquier caso igual de necesitada, y una juventud que se siente perdida en su propio país, desatendida, desamparada, desolada. Los medios de comunicación son los mismos que el ha utilizado a su conveniencia y ahora se le va de las manos como se le va el poder, porque no da la talla. Vas a perder, Zapatero, porque nunca supiste estar. Y las victimas de todo ello somos nosotros, muy lejos de tus puños socialistas y puñetas judiciales. España acusa la crisis con mayor dureza, con tensiones permanentes como si de un estado emocional se tratara y no de derecho. Los hechos cantan , los meses aumentan esta terrorífica incertidumbre en la que no se sabe ya nada de nada excepto que nos vamos cayendo y la pendiente es inclinada como los montes malditos. Escalamos el calendario haciendo maravillas para llegar a final de mes y tememos el siguiente. No es una alarma social, es una realidad flagrante. Solo el horizonte alterado por una posible revolución en la que se pierda el miedo a gritar y reivindicar lo que es nuestro puede devolvernos la dignidad robada. Demasiados políticos corruptos, dudas en exceso y carencias por un tubo, justo por donde nunca, nunca, debimos pasar.

Lunes, 21 de Septiembre de 2009 21:23 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

cruzar el estrecho

 

 

La primera vez que cruce el estrecho era tan feliz como lo fui en Lisboa. Existen lugares que tocan todas las fibras personales. Son intransferibles, sentimentales y únicos. El enorme Ferry , poco moderno pero no viejo, se adentraba en tierras africanas. Tánger. Al fin, Tánger. Era para mí la eterna tierra prometida. No pensé ni por un momento en la facilidad. Nadie puso en duda mi pasaporte, mi nacionalidad ni mi persona. Tampoco tuve que esperar en exceso para embarcar. Rellene la pequeña hoja amarilla con letras árabes , se la entregue a la policía marroquí y subí a cubierta. Un viento osado y fuerte me levantaba la melena con descaro. Me dirigía a un país al que había deseado casi indecentemente. Quería estar allí, pisarlo, meterme dentro de los más recónditos lugares. No sabia, entonces, cuanto tiempo me quedaría. Nadie me lo pregunto. Me recibieron los niños del puerto peleando entre ellos por llevarme la maleta. “Un euro, madame”. Llegue al hotel Minzah y el conserje me dijo : “Bienvenida a Marruecos”.
El pasado 19 de Septiembre una patera ha naufragado intentando cruzar el estrecho. Deja más de una veintena de heridos y ocho muertos frente a la isla de Perejil. No llegaban ni a los veintiséis años y prácticamente todos procedían de Nigeria. Entre 300 y 500 subsaharianos esperan en Tánger su turno para la próxima patera. Se esconden de la policía temiendo ser detenidos en Uxda, frontera entre Marruecos y Argelia. Alguno de ellos ha intentado cruzar el estrecho más de doce veces. No tienen miedo a la muerte, pero si pánico a ser deportados. Se amontonan en una infravivienda cercana a la antigua plaza de toros. Conozco bien esa zona. Es la reproducción exacta del Raval de Barcelona, adonde van a parar los marroquíes que llegan aquí en patera. No me sentí incomoda la primera vez que conocí ese barrio de Tanger ni tuve miedo a pasear por sus calles. Ratas, olor a mil orines, miradas que se te clavan en el alma. Hambre, trafiqueo, pobreza y miseria. De aquí para allá y viceversa, tras un largo viaje en el que se juegan la vida buscando un futuro mejor. La mayoría no hablan español. Son despreciados entre los propios inmigrantes (“moromierda”, no nos engañemos, suena peor que “sudaca”) creando una escala social repugnante, como las calles, sucia, baja y marginal.
Muy pocos pueden imaginar siquiera el miedo y la falta de aire al cruzar el estrecho. Yo, miserablemente, lo desconozco, porque lo he cruzado muchas veces pero la mía ha sido una travesía privilegiada. Tanto, que al contemplarlo desde el emblemático café Hafa, sorbiendo el te de menta mientras mordisqueaba pastas de hojaldre y el viento me traía un intenso olor a kifi, contenía por vergüenza un llanto extraño. Quizá la vergüenza de ser una turista empeñada en aparentar otra cosa pasajera. Tal vez la fortuna de tener los ojos negros y un caftan granate , que me permitía caminar sin ser acosada a preguntas y ofrecimientos. No lo se. Pero recuerdo perfectamente una noche en aquel barrio de Tánger. Dormía en casa de Zafia, al lado de la famosa antigua plaza de toros. La noche si es peligrosa. Zafia estaba enferma. Un dolor en el bajo vientre le impedía hablar. Llamamos a Mananah, la vecina bereber. Tenía siete hijos y estaba embarazada del octavo. Salimos a la calle las tres, cogidas del brazo. Yo llevaba un bate de béisbol bajo el caftan. Conseguimos un taxi que nos llevo al hospital. No podía creer lo que estaba viendo. Sangre en el suelo, los médicos sin guantes y con las batas sucias, ningún tipo de asepsia, camillas que chirriaban y algunas sin ruedas. Un gentío esperaba en los pasillos para ser atendido. Me recordó aquellos hospitales de la guerra del Vietnam que tantas veces hemos visto en las películas.
Una bofetada de realidad se instalo de repente en mis dos mejillas. Nunca se ha apartado de mi rostro. No hace mucho, una marroquí recién llegada me pregunto por la dirección de una plaza.
-¿Cuándo has llegado? –le dije.
-Ayer- respondió.
-“Bienvenida a España”. Sonreí.
-Nadie me ha dicho eso todavía.
-Pues no lo olvides nunca. Te gustara Barcelona.
Desapareció por la calle San Rafael. Llevaba unas preciosas babuchas negras y un caftan azul marino. Pensé en su suerte y recordé la mía.

Martes, 22 de Septiembre de 2009 17:53 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

en un lugar del mundo

Los que no hemos pasado hambre crecemos con el hambre en la tierra. Para los niños de entonces era la hucha del Domund y la revista “Mundo Negro”. Retrocedo intentado recordar cuando, en que momento preciso fui consciente de ello, y creo que fue en la calle, un día cualquiera, cuando por primera vez vi. “pedir” a alguien. Era blanco, y fue eso lo que me llamo la atención  : El color de su piel. Desde las aulas colegiales, tan alejadas siempre de la realidad, no dejaban de hablar sobre los niños de África. Nos mostraban diapositivas y teníamos mala conciencia a la hora de comer si nos dejábamos algo en el plato. Y para casi todas se trataba de algo muy lejano, casi irreal. Las mujeres iban semi desnudas  y los niños descalzos, con los vientres hinchados, moscas alrededor de la cara y mocos que su madre nunca limpiaba. Era otro mundo, pero todavía no se le llamaba el tercero. Ignoro de donde salio ese concepto. El hombre blanco que pedía limosna tenía los ojos tristes. Le mire sin disimulo y me devolvió la mirada. Al día siguiente estaba allí, apostado en la misma esquina. No tenia otro sitio. Lo supe con el tiempo, del mismo modo en que adivine que el no tenia nada que hacer porque vivía en la calle. Le robe a mi madre cuatro croquetas de la cocina la primera vez y se las puse en su mano. “Gracias”, me dijo. Al día siguiente robe un poco mas, y pasadas algunas semanas, le cogí a mi padre algunos cigarrillos. Pasaba todos los días, camino al colegio, con mi paquetito bajo el brazo. La mujer que nos acompañaba no se daba cuenta de nada. Ni siquiera le miraba. Yo buscaba por las calles a algún negro. Pero nunca vi ninguno. Pensé, entonces, que estarían escondidos en reservas, como los indios de las películas. Y no entendía por que en mi ciudad no había personas de color. Durante el invierno, el señor que pedía llevaba los pies envueltos en papel de periódico. Sin pensarlo demasiado, le robe unas zapatillas y unos calcetines a mi padre. Nunca nos llegamos a dirigir la palabra, y el hombre permaneció en el mismo barrio, caminando de noche y quieto en la misma esquina durante el día. Con los años descubrí el extraño ambiente de un bar., desaparecido hace poco, que se llamaba “Oro negro”. Dos personajes me llamaron mucho la atención : Una mujer con bigote y barba y un hombre muy alto teñido de rubio. La mujer llevaba una larga melena también rubia platino. Siempre estaban juntos bebiendo cerveza. Ella cuidaba su bigote, perfectamente recortado. También la barba. Tenia un timbre de voz chirriante, a lo Gracita Morales. Siempre llevaba un jersey rojo. No se cuanto tiempo debió pasar, probablemente años. Para entonces, ya había visto negros pero no pedían. Les veía deambular vendiendo gafas, collares, alfombras y figuras de madera. La mujer del bigote ya no llevaba aquella larga melena rubio platino ni vestía el jersey rojo. Tenia el pelo gris, tosía mucho y caminaba sin rumbo por las calles del barrio. Empecé a verla sucia y pude comprobar que hablaba sola. Más tarde la vi por Las Ramblas, como un personaje estrambótico más, típico de la zona. Había degenerado mucho y resultaba evidente que vivía en la calle. Tosía y tosía, con un estertor feo. Durante el invierno se metía en los bares buscando calor, pero la echaban. A veces la encontraba sentada en el interior de alguna oficina bancaria, de la que también terminaban echándola. Un día nos encontramos frente a frente y se dio cuenta de que la miraba. Sin detener su paso, me pregunto: “Nena, me quieres recoger?”. Me asuste, no se por que, y le respondí : “No”. Ella siguió andando sin inmutarse. Aquella misma noche me resulto muy difícil conciliar el sueño. La memoria me devolvía las huchas del domund, el colegio, el día llamado de la “santa infancia” y a aquel hombre de la calle. Todo ello, mezclado, supe que era el tercer mundo. Que no se trataba solo de la pobreza, la raza o la suerte. Estaba en la cabeza. En las mentes que en algún momento se extraviaron para abandonarse tras ser abandonados por otros. En las sustancias toxicas, las ideas toxicas donde habitan marcianos y lunas desconocidas. Porque no es solo otra dimensión, es otro mundo habitado por seres que están fuera de orbita. Sin techo y con el hambre del recuerdo, el miedo al invierno, la indiferencia por el día siguiente, ávidos de oscuridad y en busca de una luz que se apago para siempre.

Supe que la mujer con bigote y barba fue a un colegio privado. Que en algún momento se desbarato su dique mental y bajo la escalera del averno para entrar en ese tercer mundo, más desolador que el silencio sepulcral de la muerte.

Miércoles, 23 de Septiembre de 2009 19:40 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

El Pais

 

 

 

 

 

“El Pais” y el PSOE, padre e hijo, hijo y padre, casi uno y trino, ahora están que trinan. El periódico, que parecía haber sido creado por o para un partido político en manos de Felipe González, da una vuelta de tuerca en plena crisis, para morir dignamente o morir matando, que la cosa no queda del todo clara.

Ha sido el diario progre por excelencia y los progres han crecido y han cambiado de chaqueta, a la par que una serie de inesperados descamisados ( de poca confianza) elevan su voz en busca de auditorio nacional.

Si es que todo es negocio, todo se compra y se vende. La información digital esta siendo su cáncer y la libertad de expresión incontenida ese dulce veneno que se les ha escapado de las manos. Negras. Ya no nos pueden hacer comulgar con ruedas de molino porque todo sale en youtube a los quince minutos. Tampoco se puede hablar de la feria según le va a uno y otro porque verdad solo hay una y también se escribe, aunque sea en manos profanas, noveles o aspirantes a algo. Mire usted, hasta san dios al séptimo día no hizo nada esperando su bendito dominical envuelto en celofanes como las muñecas de antaño, con panfletos propagandísticos de marketing directo camuflados a modo de favorcillo por aquello del interés o los intereses comisionados, que tontos del todo no somos. Tampoco tenemos ya la pasta suficiente para adquirir las casas, mobiliario no urbano y demás fruslerías que los suplementos nos conceden. Alucino. El País, el nuestro, el de toda la vida, ataca al gobierno legal vigente. Claro que en el holding este hay mas, pero que mucho mas. Y tiemblan los trabajadores, que son los más importantes. Tiembla el imperio que se les va de las manos porque todos tenemos ya pantallazo informativo a elegir. Y es que leer, lo que se dice leer, leemos mas que nunca, a derecha e izquierda, y así sacamos la media. No tenemos que esperar quince días para comprobar si, con suerte, al fin nos publican una de esas cartas al director, porque podemos despacharnos a gusto en los comentarios. Un minuto, un nick, un correo electrónico que además no es mostrado y zasca ¡ hemos opinado.

Además escribimos gratis. Si, gratis. Se acabaron las plumas de lujo, el editorial pagado, la opinión comprada. Y si queremos publicar un libro, ningún problema, pagamos y lo sacamos. Si, pagando. El negocio editorial ha creado una nueva modalidad de lucro : Escritores que pagan para difundir sus obras. Ellos son los autores, los insomnes, los trabajadores, los distribuidores, los maquetadores…y encima, para mayor comodidad, si después de soltar la pasta por publicar quieren un ejemplar, también hay que pagarlo. Se hace por Pay Pal. A mi el sistema ese, fonéticamente me recuerda al famoso “Paypay”, por lo que mis nervios sensitivos, inconscientemente, me transportan a un paisaje del Caribe donde un tipo gordo, con camisa hawayana y bigote, se abanica. Así lo veo, pero puede que sea un espejismo producto del capital. No puedo extenderme mucho más porque tengo Prisa.

 

http://www.youtube.com/watch?v=y8z1slUupcM

 

Miércoles, 23 de Septiembre de 2009 22:01 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

esplendor en la hierba

Aunque nada pueda volver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues encontraremos fuerza en el recuerdo.

Oda a la inmortalidad.

 

Viernes, 25 de Septiembre de 2009 12:52 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

¿QUIEN FUE CARMEN BROTO?

Carmen Broto sigue siendo un misterio que no muere. La calle Legalidad de Barcelona y su melena rubia a lo Verónica Lake son las imágenes que pueden dar música a todos los tangos y todos los boleros.

“Yo estuve en el juicio de Carmen Broto”, me contó un periodista. Había oído hablar de ella mucho antes a distintos abogados. Años mas tarde, la serie televisiva “la huella del crimen”, le dedico un episodio. En realidad, su historia es de película. Juan Marse la camufla en su “Si te dicen que caí”, sin reconocer del todo que se trata de ella.

Nace en Casa Pardina de Guaso en 1924. Se llama en realidad Carmen Brotons Buills, apellido que cambia por el de Broto por resultar mas sonoro y supuestamente señorial. De origen muy humilde, pronto se trasladaría a Boltaña con sus tíos. Como tantas muchachas pobres de la época, llego a la ciudad de Barcelona para trabajar como sirvienta, oficio que abandonaría rápidamente porque no tenía futuro. Ambiciosa y sin escrúpulos, ejerce la prostitucion en el Barrio Chino y algunos burdeles. Más tarde frecuenta salones y clubes donde empieza a relacionarse con hombres de la alta sociedad. Uno de ellos, Ramón Pane, le puso un piso y la mantuvo durante casi dos años pasándole una renta nada despreciable. Mas tarde, un conocido empresario del Teatro Tivoli que vivía en el hotel Ritz, la utilizo para ocultar su homosexualidad, por lo que Carmen entro en los mejores lugares acompañada de Martínez Penas, que así se llamaba el millonario en cuestión. Era la perfecta coartada social y se socorrían socialmente para evitar habladurías con respecto a la condición sexual de Penas, entonces muy mal vista y considerada un delito por el que se aplicaba la ley de Peligrosidad Social. Carmen consiguió estar muy bien relacionada y amaso una pequeña fortuna, además de contar con una importante colección de joyas que lucia con descaro y orgullo. Era, además, una mujer muy confiada y con gran resistencia al alcohol. Tuvo “protectores” muy importantes y conocidos, además de amigos, entre los que se encontraba Jesús Navarro Manau, un joven bisexual, de vida alegra y muy guapo por el que ella sentía debilidad y que termino resultando ser uno de sus asesinos. Su amante, un pianista llamado Eusebio López Sert, ayudo a los asesinos para poder alquilar un coche. La intención no era únicamente robarle las joyas, sino que la propia Carmen les condujera hasta Martínez Penas para robarle a el. Posteriormente la matarían y la harían desaparecer con la intención de que todas las sospechas recayeran sobre ella. Sin embargo, se quebró el plan, creando una leyenda negra en la que, al parecer, todos mentían. Sexo, dinero y poder, los tres maquiavélicos conceptos , se mezclaron en la apasionante historia de Carmen Broto y los asesinos. Al parecer, ella sabía demasiado y había visto mas. Negocios ilegales, chantajista…se hablo de unas comprometidas fotografías en las que aparecía ella manteniendo relaciones sexuales con menores. Se dijo, también, que era la amante del estraperlista Julio Muñoz, individuo que entregaba menores de edad al Obispo de Barcelona, y que era la protegida de un alto cargo franquista en pleno régimen, delatora de supuestos enemigos antifranquistas y confidente de la policía. Se la consideraba, además, responsable del fusilamiento de varias personas.

Sucedió la tarde del 10 de Enero en 1949. Jesus llama a Carmen para pasar una noche de juerga a la que estaban acostumbrados. El chico la recoge con un coche de alquiler acompañado de Jaime Viñas.

Beben en distintos locales de alterne de las calles Casanova y Rosellon. Al dar ella muestras de estar borracha, es conducida de nuevo al coche para matarla. Al pasar ante el Hospital Clinico, Viñas la golpea con fuerza en la cabeza con un mazo de madera. Carmen se defiende y pelea con el, intentando escapar. No lo consigue, se desmaya y es conducida hasta el huerto de la calle Legalidad, donde han quedado en encontrarse con el padre de Jesús. Para entonces, Carmen ya esta muerta. Se quedan con las joyas y entierran el cadáver. El coche quedo lleno de manchas de sangre y se dejaron demasiadas pistas. Jesús Navarro Manau fue detenido y no le costo confesar. Su padre y Jaime Viñas se suicidaron ingiriendo cianuro antes de ser detenidos. Jesús fue condenado a muerte, pero la pena fue conmutada por 30 años de cárcel. Fue liberado por buena conducta tras pasar más de diez años en el Penal de Ocaña.

Carmen fue la mujer con la que todos los hombres de la época querían acostarse. Una mujer de bandera, alta, guapa, aunque vulgar

La suya fue una muerte con trasfondo político. Cortesana, confidente, espía, maquis. Dueña y señora de todos los secretos oscuros de aquella Barcelona negra. Vicios de personas muy poderosas. Ella misma, sintiéndose apartada del círculo de Muñoz Pena, se dirigió a Jefatura a denunciarlo todo. Curiosamente fue asesinada pocos días después. Crímenes similares cometidos en otros países llegaron a provocar una caída de Gobierno. La realidad es que nunca se sabrá quien era Carmen Broto. Sobre ella se ha escrito mucho, fundamentalmente autores barceloneses que investigaron la historia. Incluso la serie televisiva “La huella del Crimen”, dedico un episodio a Carmen Broto, magníficamente interpretada por Silvia Tortosa. La calle Legalidad será siempre la calle del crimen por excelencia.

Sábado, 26 de Septiembre de 2009 14:28 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

finalista

Miles. Han sido miles. Si, ya se. Estar entre las tres últimas es un privilegio.

Ha sido la única vez en que me sentía segura de mi misma, de lo escrito, del titulo y de la obra. No he perdido pero tampoco he ganado. Pensaba , durante estos últimos días, que la poesía me había abandonado, o que yo la he abandonado a ella. “No escribo porque estoy condenado, estoy condenado porque escribo”, dice Panero. “Nadie que no haya sufrido puede considerarse un verdadero “maldito”, dice David González.

He Nombrado La Vida para seguir adelante, y puede que se trate de una señal. No creo en los asuntos esotéricos ni soy excesivamente espiritual. Casual, causal, un color, escaleras bajo las que paso, gatos negros que tengo entre mis brazos, martes y trece que me dan lo mismo…momentos que son los que son, días consumibles que intentamos hacer distintos…y las palabras que se escriben como sello de lacre, porque te dejas ahí, te desnudas, enseñas, confiesas y ahondas hasta el final de los pozos. No me han dado una alegría pero me han dado un toque. Algo así como “sigue, algún día lo vas a conseguir”. En el grupo de tres que ha llegado a la final estaba mi obra. Será un paso adelante. Seguro. Una forma de seguir entre las líneas, todas, pase lo que pase. Siempre sucede algo.

Domingo, 27 de Septiembre de 2009 14:25 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

http://www.youtube.com/watch?v=fxjL2Fac40Y

 

 

 

 

 

 

 

Se quien es, pero no la conozco. Este es el tercer Lunes que me manda un hermoso correo. Confieso que por pura curiosidad, lo esperaba. En el campo del asunto, dice : “El Arca de Noe”. Adjunta una canción de Ella Fitgerald : “Lulaby of Birland”. Estoy escuchándola en este preciso instante.

Y el texto que me envía es el siguiente:

 

 

"Cada poema un pájaro que huye

del sitio señalado por la plaga"

                                              ÁLVARO MUTIS

 

 

Ella estaría ahí, tan pesada

Con su vientre de hierro

Sus bielas de acero suave

Tornasoladas con el reflejo del aceite

Y sus volantes de latón

Sus tubos de agua y de fiebre

Correr a por sus raíles

Como la muerte a la guerra

Como la sombra en los ojos

Hay tanto trabajo

Tantos y tantos golpes de lima

Tanta pena y dolores

Tanta cólera y ardor

Y hay tantos años

Tantas visiones amontonadas

De voluntad recogida

De heridas y de orgullos

Metal arrancado al suelo

Martirizado por la llama

Sometido, atormentado,reventado

Torcido en forma de sueño

El sudor de las edades está

Encerrado en esta jaula

Diez y cien mil años de espera

Y de torpeza vencida

Si quedara

Un pájaro

Y una locomotora

Y yo solo en el desierto

Con el pájaro y lo que fuera

Y si dijeran elige

Qué haría yo qué haría

Él tendría un pico menudo

Como coniviene a los conirrostros

Dos botones brillantes en los ojos

Un pequeño vientre cebado

Lo tendría en mi mano

Y su corazón latiría tan deprisa...

Alrededor el fin del mundo

En doscientos doce episodios.

Él tendría plumas grises

Un poco de moho en la quilla

Y sus finas patas secas

Agujas forradas de piel

Vamos, con qué se quedaría usted

Pues es preciso que todo perezca

Aunque por sus leales servicios

Le dejamos conservar

Una única muestra

Comotora o pajarillo

Llevar todo a su principio

Todos esos pesados secretos perdidos

Toda ciencia derribada

Si dejo la máquina

Pero sus plumas son tan finas

Y su corazón latiría tan deprisa

Que me quedaría con el pájaro.

 

                                                  BORIS VIAN

 

...Feliz lunes.

 

 

Se quien es, lo he dicho al principio. Y lo se porque ella ha ganado un importante premio de poesía al que también me presente yo. Nunca había oído su nombre. No antes. Ahora siento la necesidad de leerla, por lo que comprare el libro. Hace cuatro días que no abría mi buzón de correo postal. Ayer, Domingo, recogí toda la correspondencia. Una carta inesperada cuyo contenido ha resultado toda una sorpresa, me informa de que he quedado entre las tres finalistas en ese certamen. No se si la segunda o la tercera. El primer premio lo ha ganado ella, y yo quede atrás. Hace mucho que no escribo poesía. El trabajo del periódico y una novela que no acierta a decidir su final, más otro libro testimonio me tienen completamente atrapada. Nunca hay tiempo suficiente, y cuando lo hay, no consigo concentrarme. Ella es mucho mas joven que yo. Vive en Barcelona. Permitidme que no publique su nombre. Esperare al próximo Lunes. En cualquier caso, distintos paisajes revolotean por mi memoria. “Han pasado los años, yo estoy algo cansada de luchar por la poesía, pues es verdad, hay pocas cosas mas hermosas pero hay que vencer grandes dificultades. Mi hija esta entregada a la editorial y eso me alegra pues así mi trabajo de años tendrá continuidad…”. Esto me lo escribe mi amiga la editora, a la antigua usanza, en una carta de papel, con su firma estampada en tinta azul.

He buscado los versos de mi libro. Tan cansada como ella, probablemente. Y al releerlo todo, me he quedado en paz conmigo misma.

Lunes, 28 de Septiembre de 2009 14:24 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

EN EL DIA DE HOY

 

 

 

 

 

Me retumban los oídos como si atacara el imperio. Veo colocar letreros de “se vende, se alquila o se traspasa”, a grandes velocidades. Tanto, que los cinco días hábiles se diría que probablemente inhabilitan. No estoy centrada, y en los márgenes, como en las minorías, se encuentra lo autentico. Siento la encerrona. He pasado por la plaza de toros Monumental y por primera vez he sentido rechazo. Escucho, leo las noticias. Un conglomerado de historia reciente adquiere forma de puzzle, porque ya no se sabe donde y como colocar los casos y las cosas. Todo se tuerce. Nada encaja.Los armarios están llenos de inocentes. De cualquier esquina sale un verdugo ejecutor. Es cuestión de conciencia. La ciencia, como siempre, avanza una barbaridad, pero nuestra moral se confunde con lo necesario. Somos demasiado como para quedarnos de brazos cruzados. Incluso el gesto, por cierto, llegaría a cuestionarse. Puede que no nos maten a balazos, pero si con papeles. Detectados, sellados e historiados. La nuestra será una historia clínica y social. Por dentro nos deterioramos, por fuera nos destrozamos. Faltan palabras. Posturas. Riesgos esenciales. Manifiestos reales. El discurso del peligro. La espera es maquiavélica. Demasiados perdones atrás que permanecerán en el olvido. ¿Dónde están los intelectuales?, pregunta un hombre sabio en la presentación de su libro. Me pregunto lo mismo, ¿donde están ?. Pasado el tiempo, será cierto que las cosas se ponen el su sitio? …Ante semejante espectáculo en el que iglesia y justicia cometieron errores y horrores, las conciencias de aquellas victimas hoy adultas, hechas, convividas y confesadas, se han convertido en reos con puntos de sutura en el alma. Acción, reacción … ¿Qué estamos esperando?

El cambio general de otros, las decisiones de ellos, el monte de unas ánimas ajenas que harán de todos nosotros las marionetas de siempre pero con un nuevo material más resistente. Armado. Este inolvidable presente anclado en su propia historia oficial que olvida lo importante, crucifica un mal que no responde, adoctrina sin mas en nombre propio, como si cada carnet de identidad fuera una Biblia, conveniencia a lo sumo, restada de un interior confuso, obtuso, convencido a si mismo por empeñarse en ser mas allá de otra cosa: Persona, quien da mas. Falta osadía. Descaro. Improperio. Rebelión, manifiesto, lanzamiento personal camino a todos los tiempos. Estos que nos regala desventura, con absoluta certeza, lazo que es atadura, discurso sectario fácil de entender y mucho más creíble que todo lo complicado.

Sin embargo, un deseo enfermizo de tocar el tambor, de puntapiés, zancadillas y traspasos prohibidos, allí donde nadie escribe ni conoce lugar excepto para ser el mas inútil de los grandes desconocidos. Los talentos no cuentan, la cuenta atrás en números carnales, obscenos y en el grito gutural del desespero causado por un sistema métrico decimal que no tiene sentidos. Huelo ese miedo inconfundible de la más profunda incertidumbre. Solo nos quedara todo aquello que no nos pueda quitar nadie. Pero es que lo bailado ya parece ridículo. Recuerdo una canción de hace ya mucho. No ha cambiado. Tiene sentido aun, a pesar del otoño.

 

 

 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=Gq6yQSZeEfs

Martes, 29 de Septiembre de 2009 13:33 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema

¿Marketing para escritores?

Una pagina entera en “La Vanguardia” de este domingo plantea la siguiente cuestión : “Como escribir una novela?”. La escuela de Escritura del Ateneo Barcelonés, creada hace ya diez años, ofrece cursos on line. Personalmente me siento muy lejos de los talleres literarios y escuelas de escritores. Puede que se trate de un negocio más, y no dudo de su utilidad para algunos. Creo que la literatura no tiene otra escuela que la lectura. No me considero capacitada para enseñar a nadie y no se si podrían enseñarme a mi, es posible, pero otra cosa es que me interese y que lo lleve a la practica. Escribir es un acto íntimo, implica una forma de ser y de vivir, exige sensibilidad a flor de piel que no se podrá encontrar jamás en manual alguno.

De esa escuela de escritores han salido ya varias plumas publicadas y publicitadas. Puede que se trate de un trampolín institucional que conecte con facilidad a autores noveles con editores o a través del propio profesorado. Han pasado ya más de siete mil alumnos. En cualquier caso, el entramado me asusta. Durante los setenta, dabas una patada en cualquier bar. bohemio y aparecían diez escritores, otros tantos pintores, escultores y fotógrafos. En los ochenta, todo cristo era diseñador y la moda de España nos perseguía por todas partes, con hombreras incluidas. Las peluqueras pasaron a llamarse “estilistas”, hacían lo mismo, claro, cortar el pelo. Y a cualquier cosa distinta se le aplicaba aquello de las “nuevas tendencias”. Lo de ahora me parece grave.

“Marketing para escritores”, una guía para acceder al mercado, informa al final del extenso articulo de un libro a modo de guía en la que se ofrecen “estrategias y todo tipo de información útil para quienes desean publicar, promocionar y vender su obra”. Esto ya es espantoso. He dicho muchas veces que si el marketing tuviera forma física, yo seria su asesino. El autor y el marketing deben estar forzosamente lejos y en eterno conflicto. Cuanto mas lejos mejor. Aunque teniendo en cuenta que las editoriales cobran por publicar, ahora resulta que además de escribir, hay que saber promocionarse. ¿Y los agentes literarios?...algunos se quejan de que “nadie les paga por leer”, y tienen razón. En este laberinto económico donde el dinero no aparece por ninguna parte para el autor, cuyos ridículos derechos son liquidados a final de año y normalmente no dan ni para tabaco, se están torciendo los conceptos de forma peligrosa. El panorama literario actual esta inundado de mediocres, amiguismo y nombres determinados que en muy poco tiempo se han convertido en aspirantes a “best seller”. El record de ventas va respaldado por una publicidad determinada, una apuesta discutible que ante la opinión publica pasa totalmente desapercibida. Grandes genios son ignorados. Enormes medianías resultan encumbradas. La imagen de un poeta en su buhardilla, sin afeitar, con mitones, muerto de frío a la luz de las velas, ya no vende ni le interesa a nadie. Y que nadie dude, por favor : Existen todavía.

 

Declararse oficialmente “loco”, tampoco. Rebelarse sale tan caro como lo fue en los sesenta. “Todos los escritores son enfermos mentales, borrachos o drogadictos”. Esto me lo dijo una persona sin saber que yo escribo. No es que la descripción se encuentre lejos o cerca de la realidad, porque de todo hay, como en botica, pero ni mas ni menos. Si matizaría que la cocaína, sustancia toxica por excelencia, es lo suficientemente cara como para que cualquiera no se la pueda permitir. Eso si, los expertos en marketing, que son los grandes consumidores, esos de los que –supuestamente- debemos aprender a vender nuestros libros, se han montado ahora un nuevo mercado invertebrado pasando por encima de lo divino y lo humano. No es como una marca de champú, un perfume o una lavadora. Es un libro. Son paginas llenas de sentimiento, intriga, tensión, romanticismo, ira, venganza …pueden encontrarse concentrados todos los pecados mortales, las virtudes teologales, los diez mandamientos y la historia de todas las putas madres. Eso no tiene precio. Y no creo que el marketing deba tener vela en nuestro entierro.

Miércoles, 30 de Septiembre de 2009 17:12 Consuelo García del Cid Guerra #. sin tema


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